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Dolor físico
—————————Me hubiera gustado reaccionar de una mejor manera a su presencia, haberme desprendido de todo y clavarme en su cercanía, bañandome tan profundo de él que el recuerdo me durara decadas. Pero estaba ahí, frente a mí y temía incluso parpadear, por miedo a que desapareciera.
Él, en su mirada amable, apenas se permitía mostrar confusión por mi reacción.
—Annelise — Escuché a la lejanía, como un vago susurro que trataba de corrromper ese sueño vívido. Eros, sin embargo, volteó ante la voz de Aran, quien se acercaba por detrás. Mis entrañas se revolvieron y lo sujeté con más fuerza. El caos de mi interior se estaba convirtiendo en el más puro de mis miedos.
Él frunció el ceño y me observó nuevamente, con un cuidado conflictivo mientras su hermano lo alcanzaba.
— "Veo que ya conociste a Eros."
Escuché.
Pero las palabras hicieron un recorrido lento hasta mi cerebro, primero se tomaron la oportunidad de desconectar mi vista, patear las articulaciones de mis piernas y calentar mis bronqueos hasta que el aire pareciera fuego recorriendolos.
Y por primera vez fui capaz de desviar la mirada de Eros.
Estaba comenzando a marearme, si acaso eso fuera posible.
Perdía la cordura a cada segundo, mi estabilidad estaba tambaleando tanto como el tic en mi labio superior. Quería tirarme sobre la acera y encogerme hasta que todo desapareciera.
— Acompáñame — No fui consiente del momento en que Aran me tomo del brazo.
—No.
Aran me observó taciturno, y con una discreción sobre medida carraspeó.
Ví en camara lenta como "accidentalmente" rasgaba la piel de la muñeca de Eros y la sangre comenzaba a brotar de la ligera herida.
Él hizo una mueca de dolor.
Dolor físico.
Entonces... lo solté. De una y sin pensármelo.
Este capítulo está dedicado a LariannyM.
Gracias por tu dedicación.
Y a todos los lectores que han seguido esta historia desde el comienzo.
Sin sus comentarios y estrellas no sería posible la actualización en marzo 2022.
Les estoy infinitamente agradecida.
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Cenizas al amanecer [Libro II]
Romance[Libro II de "Tentación a media noche"] Los recuerdos duelen, pero el olor a cenizas que deja ese amor ferviente, asfixia y mata.