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El enfermero miró también el estado de mi tobillo, por suerte no parecía haber empeorado por la patada que me dio Changbin.

Después de salir de la enfermería Minho y yo fuimos a dirección y hablamos con el director sobre lo que me había sucedido. No sabíamos si iba a hacer algo al respecto, ya que asintió y nos dijo que regresaramos a clase.

El día siguiente no vimos a Changbin por ningún lado, así que supusimos que le habían hechado al menos por una semana del Instituto.

Me desperté por la luz que entraba a mi cuarto, era fin de semana, tenía planeado dormir hasta tarde y ver alguna que otra película o serie.

Cogí mi móvil para ver la hora, eran las ocho de la mañana. Suspiré dejando el móvil de nuevo en la mesilla; el ir al Instituto no me hacía bien, comenzaba a acostumbrarme a despertarme pronto, y aquello no me gustaba.

Me acomodé en la cama intentando dormir de nuevo; cuando volví a despertarme ya eran las doce. Decidí levantarme de la cama e ir a desayunar.

Bajé con mucho cuidado las escaleras, después me dirigí a la cocina con ayuda de mis muletas y comencé a prepararme el desayuno.

Mis progenitores no solían levantarse más pronto que la una de la tarde los fines de semana.

Después de desayunar subí a mi habitación, entré al baño, me cepillé los dientes y busqué la crema, una vez la encontré me puse un poco en el labio que parecía estar mejor que el día anterior.

Esa crema hacía magia.

Cuando me volví a tumbar en la cama ya habían pasado cuarenta minutos desde que me levanté, al coger el móvil ví que tenía un mensaje. Era Lee Minho.

"Buenos días mocoso, tenía pensado quedar con Hyunjin e I.N, pero si quieres puedo estar contigo hoy"

Tragué saliva nervioso, aquel simple mensaje hizo que mi corazón comenzara a latir más rápido.

"Voy a ver alguna película en mi casa, no creo que baje a la calle"

"Nunca dije que fuéramos a estar en la calle, si quieres y te dejan podría ir a tu casa"

Cuando me quise dar cuenta ya había enviado un mensaje diciendole que me parecía bien.

Tonto, tonto, tonto. ¿Por qué había hecho eso?

Más tarde les tendría que preguntar a mis progenitores si podía invitar a un compañero a casa.

"Perfecto, avísame cuando pueda ir. Hasta luego Han"

Lo dejé en leído y dejé mi móvil en la mesilla. Me vestí y después comencé a hacer la cama, no sabía porque estaba tan nervioso, y aquello me frustraba.

Una vez terminé de hacer la cama me senté en esta y suspiré.

La última vez que llevé a alguien a mi casa no salió nada bien.

Estaba con mi mejor amigo viendo una película, me fui al baño en medio de esta, cuando regresé ví que aquella persona estaba buscando algo por mi habitación. Pasé de aquel extraño comportamiento y seguimos viendo la película.

Después me pidió que bajara a por más chucherías, y le hice caso, ya que nos habíamos quedado sin.

Cuando regresé a la habitación con las chucherías y me senté en la cama pude notar como se acercó a mí. Le miré extrañado, pero no comenté nada.

Poco rato después me dio un casto beso en la mejilla logrando que le mirara confundido, pero al girar mi rostro él aprovechó a juntar sus labios con los míos. No correspondí, pero tampoco me alejé. Era mi mejor amigo, no quería hacerle sentir mal.

Cuando pensé que iba a apartarse hizo lo contrario. Me tumbó en la cama y comenzó a besar mi cuello. Fue cuando le aparté.

Aquello era muy incómodo.

Le dije que lo sentía, pero que no podía seguir con aquello. A él pareció no importarle y siguió besandome.

Le intenté apartar mientras lágrimas se acumulaban en mis ojos. Claro que él era más fuerte que yo. Cuando comenzó a intentar quitarme la camiseta y apartó sus labios de los míos comencé a llamar a mi madre, quien se encontraba en la habitación de enfrente.

Aquel chico volvió a besarme en los labios para callarme. Era un asqueroso. No podía creer lo que mi supuesto mejor amigo estaba haciendome.

Tan solo unos segundos después alguien entró a la habitación logrando que el chico se quitara de encima mía algo sorprendido y molesto.

Mi madre, al verme llorando le sacó de casa y después regresó a mi habitación, para abrazarme y yo llorar a más no poder.

Poco después, cuando me tranquilicé y mi madre salió de la habitación, para coger clinex y helado, pude notar algo extraño en mi escritorio, me acerqué confuso, había una cámara escondida, no sabía cómo no la había notado antes, la cogí y ví que seguía grabando; paré la grabación para llorar de nuevo.

Días después me enteré de que el idiota a quien llamaba mejor amigo se había acercado a mí con otras intenciones desde un principio. Era un reto que gente sin cerebro le puso, y él aceptó sin dudar.

Había sido un objeto para él.

Lee Minho no parecía ser aquel tipo de persona, pero tenía miedo de que volviera a ocurrir algo parecido.

Me levanté de la cama y con ayuda de mis muletas me dirigí al salón, donde estaba mi madre tomándose un café mientras veía la televisión.

-Buenos días mamá- dije sentándome a su lado.

-Buenos días cariño- me miró extrañada al verme vestido tan pronto -¿Vas a algún lado?- me preguntó con una sonrisa.

-Va a venir un compañero, vamos a ver una película- dije de forma casi inaudible.

No sabía cómo reaccionaría mi madre, ella también lo pasó mal cuando ocurrió lo de mi supuesto mejor amigo, ella, tanto como yo, confiaba en él.

-Oh- dijo dejando de sonreír y tragué saliva -¿Es el chico del otro día?, ¿el que vino a buscarte?- asentí y poco después sonrió -Está bien, si necesitáis algo llámame y os lo llevo yo-

Sabía que ella, tanto como yo, estábamos haciendo un gran esfuerzo para confiar en Minho, sabíamos perfectamente que no todas las personas eran iguales. Tal vez solo tuve mala suerte de toparme con las personas equivocadas en aquel entonces.

La abracé al parecer sorprendiendola. Después de que ocurriera lo de mi mejor amigo dejé de ser el niño cariñoso y amable de siempre. No solía mostrarles cariño a mis progenitores; supongo que me metí en la cabeza la tontería de que ellos tenían la culpa de lo que me ocurrió; pero después de un tiempo me di cuenta de que el único culpable de aquello fue mi supuesto mejor amigo.

A pesar de darme cuenta de aquello no supe como mejorar la relación con mis progenitores.

Mi madre correspondió el abrazo unos segundos después.

Por fin las cosas estaban mejorando.

𝘠𝘰𝘶'𝘳𝘦 𝘥𝘪𝘧𝘧𝘦𝘳𝘦𝘯𝘵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora