—JiMin, ¿Cuánto tiempo más vas a evitar a YoonGi? ¡Estoy harto de comer en los baños!
Exclamó TaeHyung, tirando a la papelera del baño la envoltura de su sándwich, JiMin se encontraba sentado encima de los lavabos, mordiendo su manzana.
Una maldita semana llevaban comiendo en los baños de la universidad, todo para evitar que JiMin se encontrase con el chico que lo amaba. Y TaeHyung se estaba hartando.
YoonGi, por otro lado, no se encontraba nada bien... Se pasaba los días tristes, llorando, extrañaba tanto a su amado JiMin, y no verlo a diario destrozaba su corazón. Sobre todo, porque sabía que este lo estaba evitando.
—Lo siento, TaeHyung, pero no pienso encontrarme con YoonGi. Se pondrá todo pegajoso conmigo, y no tengo humor para aguantar eso.
—¡Tú nunca estás de humor para aguantar eso!
—¡Pues hoy estoy de menos humor! ¡Y deja de gritar!
—¡No quiero dejar de gritar!
—¡Pues vas a tener que dejar de hacerlo, YoonGi nos encontrará!
Gritó JiMin, pero ya era tarde, pues en la puerta de los baños se encontraba el chico pálido, secándose las lágrimas con una sonrisa.
—¡Pollito, te encontré!
JiMin no tardó en encontrarse rodeado por los fuertes brazos del chico, que además había empezado a restregar su mejilla con la del menor.
—Oh, mi precioso Pollito, ¿Sólo comerás una manzana? Así no te vas a poner nada grande, pensé que querías crecer.
Habló con inocencia YoonGi, metiendo bruscamente parte de su sándwich en la boca del chico.
JiMin tragó rápido la comida y miró con molestia al mayor.
—¡Basta! ¡YoonGi, estoy harto de ti! ¡Fuera del baño!
Exclamó JiMin, pero no sirvió de nada, YoonGi ya lo estaba agarrando para llevarlo al patio y pasar con él el resto del tiempo libre
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—Hermoso Pollito, mi hermoso JiMin~
Canturreaba YoonGi sentado en el césped de la universidad, con JiMin entre sus piernas recibiendo caricias en el cabello.
Junto a ellos se encontraba TaeHyung, que no podía contener las grandes carcajadas que salían de sus labios.
—¡TaeHyung deja de reírte, te voy a patear si sigues así!
Exclamó JiMin, pero solo obtuvo carcajadas más fuertes de parte de su amigo, así que en un movimiento rápido rodeó entre sus manos la amatista que colgaba del cuello de su amigo.
—¡Noooo! ¡Mi péndulo, lo has ensuciado!
Lloriqueó el brujo, tomando su collar en sus manos y abrazándolo.
—Mi pobre cuchirrimín, mi cosita chiquita, el tío JiMin te ha ensuciado, ¿verdad? tendremos que hacerle un mal de ojos.
Gruñó TaeHyung entre lloriqueos, JiMin solo bufó.
—¡Tae, hay peores problemas que tu tonta amatista!
—¡No vuelvas a insultar a tu sobrina! ¡Amatista no merecía este mal trato!
Gruñó TaeHyung, haciendo una mueca de asco cuando YoonGi besó la mejilla de su amigo, aunque esta mueca fue reemplazada por una carcajada en cuando vio la cara de JiMin.
—JiMin, ya te dije que si te alejabas de él, sólo lograrías esto, que él te extrañase más y más y se volviese insoportable.
—¡Pues haz que deje de ser insoportable, tú eres el brujo!
TaeHyung iba a responder, pero un sollozo lo interrumpió. Ambos amigos miraron confusos al dueño del llanto, que no era nadie más y nadie menos, que YoonGi.
—¿S-soy insoportable, mi pequeño Jiminnie? ¿Te molesto tanto? ¿Qué hice mal? Y-yo sólo quiero que seamos que seamos felices, me duele tanto estar lejos de ti, no soporto seguir viéndote a lo lejos, siento que mi corazón se detiene y muero...
Explicó el mayor de los tres entre lágrimas. JiMin lamió sus labios, sintiéndose demasiado mal. No le gustaba la idea de salir con YoonGi, pero tampoco quería amargar la vida del chico.
—YoonGi Hyung... No eres insoportable... ¿Puedo hablar a solas con JiMin un momento?
TaeHyung se levantó y tomó del brazo a JiMin, llevándolo un par de metros alejados de YoonGi.
—JiMin, tienes que salir con YoonGi, acepta tener citas con él para contentarlo, y de mientras yo... Tendré que confesar a mi madre que hicimos un amarre sin su permiso y tendré que rogarle que nos ayude a romperlo...
Explicó TaeHyung, sintiendo un escalofrío al mencionar a su madre. La mujer tenía años y años de experiencia en la brujería, y ya le había dicho mil veces que los amarres eran peligrosos. Estaba seguro de que estaría castigado.
—¿Salir con él? TaeHyung... ¿Tener citas con ese intenso?....
JiMin empalideció, negando con la cabeza.
—JiMin, debes tenerlo distraído mientras encuentro la forma de romper el amarre, es la única forma. Por ahora tú... ¡Quédate con él!
Dicho eso último, TaeHyung empujó a su amigo a los brazos de YoonGi, pues había visto como el pálido se acercaba a ellos, posiblemente porque extrañaría demasiado a JiMin, y salió a correr, debía pensar en como le confesaría a su madre lo que había hecho.
—Vaya, hermoso Jiminnie, parece que te he salvado de una caída.
Habló con una sonrisa YoonGi, haciendo gruñir al menor.
—Ajá, YoonGi, gracias.
—No, cariño, YoonGi no, Yonnie.
YoonGi sonrió con su sonrisa de encías, sin dejar de sostener al menor.
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Amarre [Yoonmin]
FanfictionLos amarres son algo serio, fáciles de hacer, pero difíciles de soportar. Difícilmente salen bien, pero por mucho que TaeHyung se lo explicó a JiMin, a él nada le importó.