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Taehyung caminaba detrás de su madre, mientras la hermosa mujer de cabello extremadamente largo y castaño se paseaba entre los estantes de su despacho, buscando un frasco lleno de lavanda.

La falda de su vestido blanco, ceñido a la cintura, pero plisada en el largo, se ondeaba con gracia a cada movimiento de la mujer.

—¡Dios! ¿Dónde he metido ese estúpido frasco?

Exclamó desesperada la mujer, rascando su cabeza.
Taehyung llevaba exactamente cuarenta minutos tratando de contarle a su madre la situación de JiMin, pero la mujer simplemente lo ignoraba, ocupada en buscar el ingrediente faltante para su próximo hechizo.

—Bien, tendré que recurrir a la última opción.

Habló la mujer, dejándose caer en un sillón con una sonrisa maliciosa, y quitándose su péndulo del cuello, el cual era un hermoso cuarzo rosa, dispuesta a encontrar el objeto perdido con la pequeña ayuda de su péndulo.

—¡Mamá! ¡Lo que debo decirte es más importante! ¡Préstame atención!

Exclamó Taehyung, quitándole el péndulo a su madre, con cuidado de no tocar el cuarzo, sosteniendolo por la cuerda.

Su madre suspiró y se movió un poco en el sofá, haciéndole un hueco, su hijo no tardó en sentarse a su lado, suspirando, demasiado asustado de la reacción que podría tener su madre.

—¿Qué has hecho ahora, Tae? ¿Has realizado un hechizo sin protegerte? ¿Ofendiste a alguna deidad?

Comenzó a hablar su madre, desesperando a Taehyung.
JiMin siempre decía que ambos eran demasiado iguales. Ambos enfrascados en su brujería, parloteando sin parar.

—En realidad, mamá, no he hecho nada de eso...

—¡Oh! Menos mal, no hay nada peor que enfadar a una deidad. Bueno, amenos que hayas hecho un amarre, pero tú no harías eso, te he educado muy bien.

La mujer rió, orgullosa de haber criado bien a su hijo, pero su hijo solo empalideció, alertando a su madre, que no tardó en comprender la situación.

—¡Dios mío! ¡¿Has realizado un amarre?!

Exclamó la mujer, levantándose del sofá velozmente, su rostro dejando notar su preocupación.

—¡No! Bueno, ¡Yo no! ¡Pero JiMin sí! ¡Mamá, tienes que ayudarnos a romperlo! ¡Fue un accidente, lo sentimos!

Taehyung unió sus manos en señal de perdón y bajó su cabeza, cerrando sus ojos con fuerza. Estaba seguro de que no saldría vivo de esta.

La mujer suspiró y masajeó sus sienes, teniendo que hacer uso de su código moral y ético para no matar a su hijo.

—TaeHyung... Te he explicado tantas veces los efectos negativos de los amarres... ¡¿Cuántas veces debo contarte lo que pasó con tu padre?!

—¡Ya lo sé mamá! ¡Por eso intenté que no lo hiciera, pero se encerró en el baño y cuando pude entrar ya era tarde!

Ambos suspiraron, la mujer sentándose de nuevo junto a su hijo.

—Esto va a ser difícil. Muy difícil. Romper un amarre es una tarea muy complicada, normalmente se rompe solo, y deja unas consecuencias horribles....

Taehyung oyó a su madre, asintiendo suavemente con la cabeza.

—Y estás castigado.

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JiMin miró la pequeña cuchara frente a él, con un pedazo de pastel de nata y fresas, y sentado frente a él, YoonGi, mirándolo con esa boba sonrisa enamorada que le dedicaba siempre.

—Vamos, mi hermoso pollito, di "ah~"

Dijo el chico pálido con una enorme sonrisa, JiMin miró suplicante a YoonGi, tratando de huir de la empalagosa situación, pero era imposible.
Resignado abrió la boca, y YoonGi le dio el trozo de pastel, sin dejar de sonreír.

—¿Está rico?

JiMin sonrió a la pregunta de YoonGi, haciendo un sonido afirmativo. Al menos el pastel era delicioso, la cafetería a la que habían asistido tenía unos pasteles deliciosos.

Dios, JiMin iba a matar a Taehyung, de eso estaba seguro, ¡Mira que dejarlo en una cita completamente solo con el intenso enamorado de YoonGi!

—¿Entonces, lindo Pollito? ¿Qué te parece?

JiMin volvió a la realidad al oír la pregunta del mayor. Ay Dios, había ignorado toda la conversación.

—Eh... Sí, sí bien.

Murmuró JiMin, sin entender bien a qué estaba respondiendo, aunque supuso que no era algo nada bueno para él, cuando la sonrisa de YoonGi se hizo aún más grande, y definitivamente todo empeoró, con las últimas palabras de YoonGi:

—¡Genial, entonces mañana iremos al cine!

Amarre [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora