Elías Ainsworth y Tu "Lazos" Mahoutsukai No Yome

Episodio número cuatro.

Un vestido tono azul oscuro, joyas que adornaban mi cabello suelto.

Al escuchar el tocar de la puerta supuse que era el Gran Duque y en efecto era uno de sus sirvientes el cual me indico que subiera al carruaje.

Elias se encontraba dentro del carro, me tendió la mano para poder apoyarme de esta y subir sin dificultad.

—Estas muy reluciente.
Hablo mientras me miraba con suma atención.

—Es mi deber como presa el ser muy llamativa- Recargue mi cabeza en la ventana.

La trayectoria del camino fue silenciosa, al llegar me aferre de su brazo el cual se sentía fornido.

Si así se siente el brazo me intriga el descubrir lo que resta de su cuerpo.
Hice presión de este.

—Bienvenidos sean Gran Duque Ainsworth, señorita Gastrell Dagger.
Nos recibió el mayordomo de los Grotescher.

—Una vez dentro, necesito que seas el centro de atención.
Susurró Elias en mi oído.

—Cuenta con eso- Sonreí.

Ambos nos separamos, para mí suerte la sonata de baile era dirigido solamente para las mujeres.

Varias nobles nos dirigimos hacía el centro del salón, nos saludamos unas a otras.

Cuando comenzó la música al mismo tiempo comenzamos con nuestros movimientos.

Sin querer hice que todas siguieran mis pasos, no pude evitar el quedar en el centro.

Cuando la sonata finalizó varios nobles incluyendo las señoritas que se encontraban frente de mi me aplaudieron.

Varios se acercaron a mi para felicitar mi osadía.

—Es un gusto saludarte Señorita Gastrell Dagger.

Aquella voz me resultó familiar, al mirar delante de mi quedé perpleja.

¿¡Roth!?.
Mi yo interna mostró asombro.

—Le presento a Calisto el-
La persona que me iba a presentar oficialmente a Roth fue interrumpida por este mismo.

—Dejanos solos hay cosas de las cuales necesito hablar con ella.
El se poso a un lado mío, me llevo nuevamente al centro del salón.

—Debo admitir que eres muy buena en llamar la atención de todos señorita Gastrell Dagger.
Calisto quien se hizo llamar Roth tomo mi mano, indicio de que íbamos a comenzar nuestro espectáculo.

—Gracias.— Mostré una sonrisa la cual me hizo ver angelical.

—Aunque no se si deba dirigirme hacia ti con tu verdadero nombre Calisto — Reí.

—Dime de la forma que gustes.
Su rostro se vio con un leve sonrojo.

Mis movimientos fueron inigualables, mientras daba una vuelta pude escuchar como varios nobles mostraban asombro por la delicadeza de mis pasos.

—Pude descubrir que el Conde Grotescher forma parte de este juego.
Esté me atrajo hacia él, sujeto mi cintura e inesperadamente me cargo dando una vuelta.