Leía y releía cada palabra del libro del código penal y solo quedaron en su cabeza dos o tres palabras sueltas máximo que estas eran; "Son" "de" "individuo". Quería tirar todos los libros y dormir ya que no pudo ese día, pero tenía un examen al día siguiente y si no pasaba tendría que repetir el semestre y no podía permitirse aquello.

De repente sintió la presencia de otra persona en esa mesa que era nada más ni nada menos que el chico al que había chocado hace unos días. Él iba a su clase de cívica, a la cuál pocas veces entraba.

De repente dirigió su mirada hasta su sombra y esta solo le dio una pequeña sonrisa que nada más él pudo presenciar para luego empezar a moverse lentamente por lo cual Jaehyun susurró obstinado un «Ahora no» que obviamente su sombra no obedeció. Por lo cual se levantó de la mesa un poco histérico y le dio un fuerte golpe a la mesa que hizo al otro chico sobresaltarse.

Pidió disculpas en un susurro volviendo a tomar asiento fingiendo leer su libro aún con la mirada de todos encima de él.

Volvió su vista a su sombra la cual jugaba tranquilamente con un bolígrafo que no sabe de dónde saco. Estaba a punto de llorar.

La miro con ojos suplicantes articulando un por favor. Se veía la duda en las acciones de la tiniebla la cual al final termino cediendo volviendo a su estado inerte. Jaehyun pudo respirar con tranquilidad volviendo a su frustración principal: el código penal.

Un minuto, dos, díez, quince, una hora, dos. El tiempo pasaba muy rápido y su mente no quería colaborar para aprenderse las cosas. Estaba a punto de llorar de frustración hasta que alguien tocó su hombro.

Quitó la vista de su libro y se encontró con el mismo chico que estaba sentado en la misma mesa que él.

── Hola, te vi desesperado y quería saber si necesitabas ayuda ── le dijo mientras se sentaba a un lado de él.

── Si necesito ayuda, pero creo que clínica ── habló un poco menos obstinado sacándole una pequeña risa al chico que tenía al lado.

── ¿Qué tienes que estudiar? ── preguntó mirando los libros que tenía desparramados en la mesa.

Doyoung en esos momentos estaba haciendo su buena acción del mes, o tal vez del año.

── El código penal ── bufó con fastidio mientras se echaba más en su silla.

── Uf ¿Estás intentando aprendértelo cómo está en el libro? ── inquirió incrédulo y divertido mientras dirigía su mirada hasta el chico castaño.

── Si, aunque es un intento fallido.

── Pues claro que vas a fallar, nadie se lo aprende... ¿No has buscado una doctrina? ── el otro negó con su cabeza.

── Te presto la mía, estudia con esto. Ni los abogados entienden completamente el código penal sin la doctrina y tú piensas aprendértelo en un día... ¡Wow! Eso se llama tener gran confianza en sí mismo.

── En realidad se llama ser un estúpido... ¿Cómo te llamas?

── Kim Doyoung ¿Y tú?

── Jung Jaehyun, un gusto y gracias ¿Te lo devuelvo mañana? ── preguntó refiriéndose al libro que le había entregado el otro y este asintió con la cabeza. ── Está bien, gracias de nuevo.

── No es nada, nos vemos.

Jaehyun se quedó admirando como el pelinegro se alejaba cuando recordó... No tenía su número.

Vio como se alejaba cada vez más entonces recogió sus cosas rápidas antes de perderlo de vista, Doyoung parecía ser una buena persona, una que quisiera tener a su lado como amigo, tenía esa aura protectora y amable bajo esa fachada sería y calculadora. Kim Doyoung le parecía interesante. Unos minutos ya le había alcanzado tocando su hombro suavemente para llamar su atención.

𝗔𝗱𝗱𝗶𝗰𝘁𝗲𝗱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora