𝗔𝗱𝗱𝗶𝗰𝘁𝗲𝗱

O7

"── Lee Taeyong" El nombre resonó en su cabeza y causó un pequeño escalofrío en su espina dorsal, pero pensó que el alcohol ya estaba haciendo efecto en su ser.

── Kim Doyoung ── dijo y extendió su mano para estrecharla con la del otro.

── ¿Quieres bailar? ── preguntó con su voz aterciopelada levantándose y colocándose delante del azabache.

── Por supuesto.

Se dirigieron hacia la pista en la cual había más personas que antes lo que causaba que el ambiente fuera más caliente. El lugar estaba aglomerado y cuerpos rosaban entre sí en la pista de baile, el olor a sudor y colonias mezclándose en el aire hacían el lugar aún más intenso.

Escucharon Talk Dirty empezar y Doyoung se colocó con su espalda chocando contra el pecho del pelirrojo, juntando sus cuerpos para empezar un baile que daría inicio a la extensa noche. Se empezaron a mover al ritmo de la canción sin miedo y con suma confianza, rozando sus intimidades con sincronía y lujuria, buscando más del otro intentando alcanzar la piel detrás de la ropa, aún cuando esteban en público.

Doyoung con una mano sujetó la nuca de Taeyong y este dirigió su vista hacia los ojos afilados y brillantes del azabache, fuego emanando de los ojos de ambos mirándose con suma lujuria y un pequeño sentimiento que no reconocía por ahora.

Cuando vio la sonrisa ladina del pelirrojo le agradeció mentalmente a Ten por esas clases de baile que le dio.

── But your booty don't need explaining. All I really need to understand is, When you... ── escuchó la voz un poco ronca del pelirrojo sumamente cerca de su oído lo que hizo tuviera un escalofrío, mientras Taeyong le acariciaba con cuidado su cintura.

── Talk dirty to me ── siguió la canción con su seguridad recuperada y acercó su rostro un poco más al del otro quién desvaneció el concepto de distancia besando los labios rosados y dulces del otro que le correspondió sin miedo ni pena.

Doyoung se volteó para poder besar mejor al otro chico que lo sostenía de la cintura y de vez en cuando movía sus caderas hacía adelante frotándose contra las caderas del otro, cosa que hizo al azabache gemir de placer, sintiendo su dolorosa erección chocar con el cuerpo del otro, estaba a punto de enloquecer.

Los labios de Taeyong se movían con vehemencia y Doyoung le seguía el ritmo a la perfección entrando en el mismo trance que el otro, buscando más de lo que podían obtener en esos momentos, y más al notar el piercing en la lengua de este.

Ese chico era caliente cómo el mismo infierno en el que iba a arder esta noche. 

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Terminaron en el vehículo del pelirrojo que lo llevaba un motel. El anteriormente mencionado mantenía una de sus manos en el muslo de Doyoung, acariciaba de arriba a abajo y de vez en cuando pasaba su mano por su miembro.

Estacionó el auto y se fueron de una vez a la habitación que ya había pagado con anticipación, al saber que llevaría a alguien a la cama esa noche. Se adentraron y al cerrar la puerta Taeyong tomó al azabache de la cintura para acercarlo a él y volver a besarlo con desesperación. 

Doyoung lo dirigió hacia la cama sin separarse ni un segundo, se acomodó sobre él mirando el rostro sorprendido e intrigado del pelirrojo por un momento y empezó a besar la mandíbula de este mientras se movía lentamente causando fricción en sus falos, rozando sin vergüenza estos, buscando desnudarse solamente con esos desquiciados roces.

Taeyong empezó a desabotonar su pantalón con un poco de torpeza, pero no logró bajarlo gracias a que el azabache empezó a bajar de la cama para quitarle sus prendas con desespero, estaban ansiosos por tocar olvidándose del pudor y la decencia, Doyoung observaba descaradamente todo lo que había desnudando apreciando la obra de arte que tenía en frente.