Libertad

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Trama:

Ciego por el odio.




El Jefe Lobo se detiene impactado.

¿Está viendo un fantasma?

Su manada estaban corriendo por el bosque después de saquear una pequeña aldea.

Cuando vio con su ojo a una figura de blanco caminando con un balde cerca de un río.

¿Era Lord Shen?

Eso es lo que se pregunta el lobo, al estar huyendo no pudo detenerse a verificarlo.

Esa visión fue casi tan rápida como un parpadeo.

Podría ser otro pavo real albino, pero su mente se negaba a creerlo.

¿Pero no lo habían declarado como muerto?

Por obvias razones, no pudo ver la caída de su ex jefe, pero sus compañeros que sobrevivieron le confirmaron que había sido aplastado por el cañón.

El. . . No lo esquivo, aún cuando era tan fácil hacerlo.

Siempre le pareció algo inverosímil que Lord Shen aceptara la muerte, pero tampoco creía que su manada se atreviera a mentirle.

- ¿Jefe adonde va? -Pregunta uno de sus manadas.-

- Iré a comprobar algo. -Responde.- Cuiden la guarida. -Se va corriendo en cuatro patas.-

Llegó rápido al río en donde lo vio.

Como era de esperarse, el pavo real no estaba ahí.

Se quedó ahí parado como idiota esperando que sucediera algo.

Pero nada.

Se lo merece por idiota, obviamente ese no era Lord Shen.

Volverá a su vida y olvidara este momento.


Dos semanas después.


Ahí está el Jefe Lobo esperando que suceda algo en ese río.

Mira su reflejo en el agua con decepción.

Escucha pasos.

Levanta la mirada con brusquedad.

La coneja que llegó para lavar la ropa se asusta al verlo y se va corriendo.

Está situación se volvió embarazosa.

Se está portando como un perro esperando a que regrese su dueño.

Gruñe.

Es hora de aceptar que lo abandonaron.

Da la vuelta para irse.

- Entonces si eras tu. -Escucha una voz detrás de él.-

Voltea con tanta fuerza que pudo escuchar como crujió su cuello.

- Lord. . . -Mira impactado.- Lord Shen. -No puede creer lo que esta viendo.- ¡Sigue vivo! -

El pavo real camina en silencio al rio para llenar la cubeta.

El Lobo se da cuenta del estado de Lord Shen.

Ya no tiene esa aura real y sus movimientos antes fluidos son toscos, sin mencionar que su ropa parece un saco de papas, nada comparado con la fina ropa que usaba.

Ciega LealtadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora