EL SECRETO DEL PODER © |Resubiendo|

❛❛Capítulo 2. Seamos amigos❜❜

[En otro lado]

—No quiero hacer esto papá. —Dijo el chico con temor.

—¿Que te e dicho? No me llames papá en el trabajo dime... Joseph. —El joven solo pudo asentir. —Es momento de que me sirvas de algo. —Tomo al chico de el cuello de su camisa y lo obligó a bajar.
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[Con el chico]

—¿No puedes poner a alguien más? —De verdad no quería hacerlo, no quería siquiera estar donde estaban ellos pero en este negocio ni siquiera la familia importa.

Caminé buscando a esa pequeña de coletas hasta que mi vista se topó en una caja de arena donde se encontraba aquella pequeña que desesperado buscaba junto a un oso de peluche, sus ojos en una oportunidad chocaron con los míos, la pequeña quién inocentemente me sonrió alzó su mano para saludarme como si ya me conociera, sonreí olvidando a lo que venía y caminé hasta donde se encontraba ella, confiado me agache y empecé a jugar con un castillo.

—Hola ¿Como te llamás? —Me pregunto ella mientras hacía una pequeña pirámide con sus manitas.

—Soy Michael ¿Como te llamás tu? —Dije mientras intentaba hacer una pirámide como hace un rato lo había hecho ella.

—Tienes un nombre muy bonito —Dijo mientras me sonreía. —Me llamo Evangeline  pero me gusta que me digan Eva así no es tan complicado. —Impresinante como está niña podía tener tantos rasgos nobles, es decir cómo su comportamiento su nombre su forma de hablar incluso su ropa es como si se tratara de alguien perteneciente a la nobleza.

—Tu nombre igual es precioso. —Le dije sonriendo. —¿Y qué edad tienes?

—Pues yo tengo doce años, los cumplí el treinta de agosto. —Dijo orgullosa. —¿Y tú?

—Vaya, pues yo tengo dieciséis, los cumplí el veintinueve de agosto. —Rei por la coincidencia tan graciosa que había entre ambos.

—Me gusta tu cabello ¿Como logras mantenerlo así? —Me pregunto la niña mientras seguía jugando con la arena.

—No lo sé, creo que por mi color mi cabello es así. —Dije sonriente.

—¡Eso es grandioso! —La niña empezó a ver a todos lados como si buscará algo o alguien. —No veo a mis papás... ¿Se fueron sin mi? —La pequeña formó una mueca de tristeza amenazando con llorar, yo por lo tanto actúe rápido y la tranquilice, también le marqué a Joseph ya que no sabía qué hacer.

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[10min para el secuestro]

—Hola pequeña, soy el padre de Michael. —El hombre de color se agachó hasta quedar a nuestra altura. —Yo te llevaré a conocer a la mamá del pequeño Michael, tiene muchos juguetes y golosinas para ti y tu amigo. —Dijo mi padre realmente convincente.

La niña sonríe inocentemente y confía en el hombre de sombrero café de rayas, toma su mano y toma la mía haciéndonos seguirlo hasta la camioneta negra donde me esperaba el señor Travolta.

—¿Seguro que tendré golosinas? —Dijo Evangeline.

—¡Por supuesto que sí! Ahora necesito que duermas. —El le dio un dulce y ella lo comió, bastaron segundos para que la pequeña cayera rendida en mis brazos, yo la llevaba en mis piernas cargándola como si fuera un bebé, su cabeza reposaba en mi pecho y mi mano libre sobaba su cachete y de vez en cuando su cabecita, empezó a oscurecer pues el viaje a la mansión era largo y a medida que los alejábamos había más frío así que tome una manta y la cubrí.

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[En casa de la niña]

—¡¿Como que no puede hacer nada?! —Grito la mujer de tez blanca al oficial de policía. —Mi hija desapareció no está ¡¿Y usted quiere que espere para que cumpla con el tiempo que se necesita para una búsqueda?! ¡¡Esta demente!! —La mujer avanzó amenazante hacia el oficial pero el hombre robusto quién es su esposo la tomo de los brazos evitando lo que la mujer tenía en mente.