🐱2🐱

835 176 13
                                    

Aquel lugar se siente frío y desolado.

Hay una mujer de bata larga hablando con la otra mujer de mejillas suaves, no sabe bien que está pasando, pero el apretón cariñoso que Umji le da en su manita le recuerdan que debe ser un Gatito Valiente.

Aquellas sillas de espera son muy altas para él, lo sabe porque a tenido que dar un gran salto para subirse a ellas.

Esta tan entretenido balanceando sus pies que no nota a Sowon llamándoles desde donde está.
Ambos se acercan cautelosos, esperando algún indicio de qué está por suceder.

-Bien gatito, hay algunas personas que quieren conocerte.- explica Sowon mirando al pequeño.- van a hacerte algunas preguntas nada más, ¿si?. Si te sientes incómodo solamente tienes que gritar y yo te sacaré de ahí.

Yoongi asiente, aún dudoso de qué están haciendo ahí, pero se arma de valor y aprieta sus puñitos con nerviosismo.

Empuja la puerta con toda la fuerza posible, dejando ver una oficina muy grande y solitaria.
Hay solamente 2 mujeres ahí, quienes lo miran otra vez con ese rostro de preocupación.

Ahí está la mujer de ojos cazadores, aquella que estaba hablando con Sowon hace un momento. Y, a su lado, está otra mujer con bata blanca, de sonrisa perezosa y ojos sonrientes que esperan a que tome asiento.

- Hola pequeño.- sonríe la mujer de bata blanca, tomando asiento a su lado en aquella banca de color café.
Yoongi no la mira, pues comienza a sentirse nervioso y solo quiere volver al momento exacto en donde Umji le decía bebé.- Puedes decirme, ¿Cómo te llamas?

- Y-yoongi.- habla muy bajo, apenas un susurro audible mientras juega nervioso con sus dedos sobre sus piernas.

-¿Yoongi qué? ¿Tienes apellido?.- niega con la cabeza, pues no recuerda nada mas que el simple Yoongi repitiéndose así mismo una y otra vez para no olvidarse.- Bueno, ¿recuerdas algo más aparte de tu nombre?.

Ya no quiere estar ahí, quiere que Sowon lo saque de ese horrible lugar.
Quiere volver al sillón de mantas calientitas y que le den mas leche tibia por favor.
Quiere incluso llorar un poco, sacar ese sentimiento tan desagradable de su cabeza que ni siquiera sabe lo que es.

Las mujeres de la habitación se miran entre ellas, sin llegar a un acuerdo mutuo ante las reacciones del pequeño Yoongi.

El gatito se pierde en su mundo dentro de su mente, ignorando todas esas preguntas que la mujer hace.

-¿No recuerdas como llegaste al parque?.

En serio quiere que la mujer se calle, que deje de hacer todas esas preguntas de una vez por todas.

-¿Yoongi?

Le duele su cabeza, le duele mucho y su gatito interior no deja de llorar asustado.

- ¡No! ¡Cállate!.- grita abrumado, sosteniendo con fuerza su cabeza para que ese dolor punzante se detenga ya.
Las puertas de madera oscura se abren de par en par, dejando ver a Umji y Sowon asustadas por los gritos del gatito.

Yoongi está en el piso, ocultando su rostro entre sus piernas.

¿Por qué está pasando por esto?

¿Es porque no fue un buen niño?

¿Iban a dejarlo aquí?

Pero él se portó bien. Terminó el desayuno que Umji hizo para él y aprendió a lavar su plato, además de que dobló la manta calientita que le prestaron para dormir. Recogió los cojines que habían caído al suelo y se sentó como niño bueno.

-N-no quiero... N-no.

-Tranquilo bebé, tranquilo. Mami Sowon te llevará a caminar un ratito afuera, ¿de acuerdo?.- Umji le acaricia las mejillas con suavidad, limpiando con sus pulgares esas lágrimas tristes que resbalan por sus mejillas. La sensación parece calmar al dulce gatito, pues a comenzado a soltar suaves ronroneos.- Ve a conseguirme una flor ¿si? Una grande y roja.

Yoongi asiente emocionado, tomando con fuerza la mano del lobo ártico y encaminándose a saltitos emocionados hasta afuera de ese horrible edificio.

Tribunales de la familia.

Alcanza a leer Yoongi a dura penas, continuando con su misión de encontrar una flor grande y roja para su mami Umji.

💐

-Es consiente que ustedes no son sus madres, ¿verdad?.- Pregunta la Juez minutos después, analizando el caso de Yoongi desde las carpetas que los oficiales llevaron a su oficina esa mañana.

Hay algo que no cuadra en todos esto, y lo primero es que el nombre de 'Yoongi' no aparece en ningún registro de nacimiento.

Y, además, ninguna mujer cree que Yoongi esté mintiendo sobre su nombre, pues en los registros de hace 4 años no figura el nacimiento de ningún varón. Solo 5 niñas de diferentes especies híbridas, por lo que deducen que los padres del pequeño nunca lo registraron ante la ley de la familia.

Umji sigue luciendo preocupada y asustada, no sabe porque ese niño estaba solo en medio del pequeño bosque, como es que sus padres pudieron dejarlo ahí como si nada a pesar de las alertas de tormenta que estaban por llegar.

-¿Qué va a pasar con él?.- pregunta asustada.

-Pues, viendo su caso, irá a un orfanato y entrará en el sistema como cualquier niño en adopción.- y ahí están las palabras que no quería escuchar.

Orfanato.

La simple mención de la palabra le provocan escalofríos, incluso repudio ante esos lugares donde solo maltratan a los niños y les arrebatan sus sueños y esperanzas.
Va a protestar, claro que va hacerlo, pero la mujer de bata blanca le interrumpe.

-Viendo que el niño tiene un cierto apego emocional con usted y su pareja, y que además se siente cómodo en su presencia, considero que ustedes son buenas candidatas para adoptarlo.

-¿A-adoptar? ¿Podemos?.-mira esperanzada a la Juez, quién baja la mirada para reorganizar las ideas de su mente.

-Pues, si usted y su pareja están de acuerdo, supongo que pueden. La trabajadora social irá a visitarles una vez cada mes para asegurarse del bienestar del pequeño, y necesitaré sus comprobantes de trabajo y sueldo para  verificar que son aptas para darle una vida digna.- explica con una mueca de cansancio, buscando entre todas esas carpetas los documentos para adopciones y registros.- habrá que registrar al pequeño y, quiero suponer, que no les molestará usar el apellido Min.

Umji sabe que no puede tomar esa decisión sola, y parece que tiene poderes mágicos porque justo en ese instante Sowon y Yoongi regresan de su búsqueda.
El gatito lleva entre sus manos una flor lo suficientemente grande y bonita como para sentirse orgulloso de su elección.
Hay algo de silencio a comparación de hace un rato, pero eso no es impedimento para avanzar hasta Umji y entregarle la rosa roja.

-Es b-bonita, ten.- habla tímido, con una sonrisita tierna brotando de sus labios mientras extiende hacia enfrente la rosa roja.

-Es muy bonita gatito, muchas gracias.- responde dulcemente, sonriendo enternecida por lo lindo y sensible que es ese pequeño niño con sonrisa de gomita.

Umji mira a Sowon, quién también mira con una sonrisa enternecida al pequeño Yoongi.

-¿Puedes esperarnos aquí? Mami Sowon y yo vamos a hablar algo rápido.- pide Umji a Yoongi, quién simplemente hace un asentimiento de cabeza y busca un lugar cómodo entre todas esas bancas.

Algo en su inestable corazón le advierten sobre una nueva aventura.

Gatito ValienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora