Adiction (Senku y Tú) Dr. Stone

7.

Ante mi pregunta, la cara del pelipuerro cambió a una de confusión.

— ¿Jirou? —asentí— ¿La de boku no hero?

— Ajá, es que es alta crush. ¿No te parece? Por ella soy bisexual. —me alejé soltando su agarre— Pero... deberíamos apagar eso. —señalé el fuego que provocaba mucho humo.

— Tienes razón, te llevas 10.000 millones de puntos. —se levantó conmigo y nos acercamos

Vi como Taiju cogió agua para tirarle encima por lo que me puse delante.

— No Taiju no, —me esquivó y le echó toda el agua encima— ahora hay más humo... —el pobre me miró con ojitos de cocodrilo como pidiéndome perdón.

— Espera. —Yuzuriha se acercó— Si lo apagamos, ¿no van a pensar que fue algo provocado por el volcán?

— Hoy andáis inteligentes las dos. —comentó Taiju.

— Es porque lo son... —Senku habló mirando un punto fijo en el suelo.

— Te preocupa que Tsukasa sepa donde estamos, ¿verdad? —asintió— Entonces, ¿lo apagamos o lo avivamos?

— Encendedlo. —nos confirmó girándose hacia nosotros.

Nos acercamos para echarle de todo, pero como era de esperar la pólvora se empezó a agotar.

— Espera, iré por leña. —dijo Taiju y salió corriendo, con Yuzuriha y yo detrás.

Al poco rato nos separamos y cada uno fue a buscar por su lado.

Encontré un lugar con muchas ramas así que agarré todas las que pude y me dirigí hacía Senku.

Pero por el camino me encontré con el lazo que Yuzuriha tenía atado al cuello. Sin pensarlo mucho salí corriendo para avisar a Senku.

Cuando estuve por dejarme ver me encontré con una escena horrible. Tsukasa tenía a Yuzuriha agarrada y amenazada con su lanza.

Senku por el contrario se encontraba tranquilo, incluso pude escuchar una leve risa.

— Parece que estás por hacer un berrinche, Tsukasa. —se giró, percatándose de mi presencia también.

— Sí, podría decirse. —respondió neutro— Si haces armas científicas y revives a las viejas generaciones, empezaran a pelear por sus intereses y volveremos a un mundo manchado.

Tsukasa volvió a explicar lo mismo de nuevo. Intenté acercarme para pillarle desprevenido, por muy poca fuerza que yo tuviera si lo sorprendía podría darle tiempo a la castaña para liberarse, pero para mi sorpresa Senku me negó con la cabeza.

— No me importaría ensuciarme las manos para detenerte.

— Así que matarás al científico Senku. —volvió a reírse, esto me provocó un nudo en la garganta— Los estadounidenses estarían conmovidos por tu piadosa ejecución.

— Sí. —torció la cabeza— Pero primero, ¿podrías darme la receta del fluido para revivir? —dijo acercando el filo de la lanza al cuello de mi amiga, sin querer apreté su lazo que yacía en mis manos.

Senku por su parte, se le notó nervioso. Una gota de sudor le bajó por la frente mientras que su mirada se oscureció, pero enseguida eliminó cualquier signo de debilidad.

— Lo siento, pero no te lo daré. —crujió su cuello— Solo puedo pensar con lógica. No me importa lo que hagas con esa mujer. —se giró— Hay muchas mujeres por ahí.

Acto seguido de un rápido movimiento Tsukasa pasó la hoja de su lanza por la altura del cuello de mi amiga, mostrando lo fácil que sería degollarla ahí mismo.