0: Tarde

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Calor asfixiante. Ángel sentía un calor asfixiante.

Su piel rozaba con la de Aki, y aunque fuera simplemente un abrazo, no podía evitar sentirse de lo peor. El primer toque se había sentido glorioso y casto, como un analgésico. El segundo se sintió igual de bien, pero con un deje de inquietud.

Piel contra piel, Aki y Ángel estaban piel contra piel, y se limitaban a apretarse uno contra el otro, ansiando sostenerse más fuerte.

El pelinegro buscaba consuelo, el pelirosa sentirse querido. Ninguno de los dos estaba seguro de lo que eventualmente querrían, pero al menos podían estar juntos.

Su piel contrastada, sus ojos brillosos, su necesidad por compañia mutua. ¿Cómo habían terminado así?

Esto está mal.

Esto está mal.

Esto está mal.

—Oye...— musitó Ángel posicionando una mano entre ambos.

—¿Sí...? — dijo Aki casi entrecortadamente, frunciendo el ceño ante su interrupción.

Esto está mal— señaló el pelirosa, estremeciéndose ante el frío tacto de su contrario en su espalda.

El pelinegro soltó un largo suspiro, cerrando los ojos —¿Ah, sí?

— replicó el pelirosa, no captando el sarcasmo en la pregunta de Aki—. Estoy seguro de que si seguimos así alguien saldrá herido.

Lo que no sabía en ese entonces era que de por sí ya era demasiado tarde.

Roce - CSM (Akiangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora