Capitulo 1

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Al fin llegué a Florida, mis piernas parecen rocas después de pasarme sentada las cuatro horas y treinta y seis minutos que duró el vuelo - Ah,, conté todo el tiempo que duró el viaje - El aeropuerto está lleno de gente, ¿Cómo se supone que encuentre a Sarah entre todo este tumulto?

Oh, ahí está, sosteniendo un cartel gigante con mi nombre.

____ Collen

Corrí hacia ella para darle un gran y asfixiante abrazo de oso. Habían pasado casi siete años desde la última vez que ví a mi hermana en persona y las llamadas por Skype no son muy buenas para tener una conexión familiar.

Ahora, siendo sincera; siempre creí que si un día tenía que irme de apuro a Miami, sería para presentar en un gran escenario, una de las muchas canciones que he estado escribiendo, pero resulta que debo hacerlo porque mi ex novio psicópata quiere matarme.

Ese fue el peor día de mi vida, no tiene nada de divertido estar a punto de morir en brazos de un desquiciado.

- ¡____! - dice mi hermana abrazándome con toda sus fuerzas - ¡Estoy tan feliz de que estes aquí!

- Yo igual, Sarah. ¡Te extrañe demásiado! - Respondí devolviendo el abrazo con la misma fuerza.

- Y yo a ti mi peque.

Sonreí y mi hermana comenzó a derramar algunas lágrimas mientras me estrechaba contra su pecho. Se apartó para mirarme y se quedó viéndome con una expresión extraña en el rostro, ¿Acaso tengo marcas de baba en la cara? Suele pasarme cuando duermo demasiado profundo.

- Se que quizá no quieres hablar de eso, pero...

La interrumpí antes de que pudiera terminar.

- ¿Sobre Griffin? No me molesta hablar de eso, Sar. - Aseguré despreocupada, pues realmente no me causaba ningún temor hablar de lo que había pasado con mi ex.

- Nunca creí que él quisiera hacerte daño. - dijo incrédula - Se veía muy enamorado.

- Más bien obsesionado.

Ella suspiró y acomodo su corto y castaño cabello.

Entre mis hermanas somos muy parecidas físicamente, si no fuera por nuestro cabello y nuestras distintas personalidades, no podrían diferenciarnos.

- Aquí estarás a salvo. - prometió firme, aunque creo que lo hizo para darse a sí misma la seguridad de que ella puede protegerme de Griffin o de quién sea.

- Lo sé, Sar. Ahora, ¿Podemos ir a tu casa? Mis piernas están más duras que los Brownies que hizo Sharon el día de acción de gracias.

Mi hermana río

- Eso no eran brownies, eran ladrillos con sabor a chocolate.

- ¡Casi me quedo sin muelas por comer uno! - Chillé con diversión.

Ambas nos reímos como locas, atrayendo las miradas de todos... - incomodo -

- Vamonos, peque. Te encantará mi departamento, tiene una hermosa vista al mar.

- Como siempre lo has soñado - terminé la frase por ella.

- Tu sabes - se rió - y si quieres, podrías trabajar en el café.

- ¿Trabajar en tu café? Me encantaría, y no haría falta que me pagues.

- Oye, no, claro que voy a pagarte.

- Sarah, no, no quiero que me pagues. - reproché. - Es suficiente con que pueda quedarme contigo

- A ver, eres mi hermana, así que que te quedes conmigo no es un problema y voy a pagarte porque dentro de todo serías una empleada más.

- ¡Exactamente porque soy tu hermana no quiero que me pagues, lo haré por darte una mano extra!

- ¡____ AnnLyn! - gruñó a modo de regaño, ella sabía que odiaba que me llamarán por mi segundo nombre.

- ¡Esta bien, está bien! - Acepté resignada.

- Bien. Ahora vámonos, en seguida llega el taxi.

[•••]

Llegamos al departamento de Sarah, que estaba a solo unas cuadras de la costa. Ella tenía razón, la vista del ventanal hacia el agua cristalina y la arena dorada de la playa era preciosa. Podría quedarme horas en el balcón, solo mirando hacia ese hermoso paisaje.

Sarah me dejó ese cuarto para mí y para que pudiera disfrutar la vista todos los días, así que desempaque mis cosas y lo decore a mi gusto.

- Espero que estés a gusto aquí, es la mejor habitación del apartamento.

- Me encanta, Sar. En serio.

- Podemos ir a la playa más tarde, creeme que caminar por la arena durante el atardecer es uno de los mejores placeres de la vida

- Acepto la oferta. - sonreí.

- Genial, peque. Ya tenemos planes para hoy entonces, ahora vamos, te mostraré el café

- Ay - musité con emoción - Si, tengo muchas ganas de conocer el local.

Sarah ama cocinar, nació para dedicarse a la gastronomía y su sueño siempre fue abrir un café o un pequeño restaurante aquí en Florida para poder presentar sus mejores recetas a todo el mundo y luego de tanto trabajo duro, ella lo logró. Su café ya lleva ocho años abierto y es uno de los más populares en Miami;

Sarah's delicious.

Después de caminar unas nueve o diez cuadras, llegamos al café. Un lugar acogedor y de ambiente cálido, que refleja la dulzura y la amabilidad de mi hermana. El gran cartel verde con letras brillantes resalta en el techo del local, haciendo casi imposible no mirarlo.

Entramos y todos los clientes - cinco personas - le sonrieron Sar.

- Son clientes habituales - me susurró - ellos siempre vienen.

- Ohh, ya veo. - asentí.

Un chico alto y de cabello corto se acercó a mi hermana y la abrazo con cariño.

Michael, su prometido.

A él tampoco lo veía desde hace tiempo, recuerdo que me cuidaba de pequeña cuando mis padres tenían que salir, así conoció a Sarah y se enamoraron de tan solo una sentada. Lo suyo fue el tan famoso amor a primera vista.

Me acerqué a ambos y abrace a Michael con fuerza, desde que lo conozco siempre lo había considerado mi mejor amigo y mi mayor ejemplo a seguir.

- ¡Enana! - habló emocionado - ¡Luego de tanto tiempo, aquí estás!

- ¡Te extrañe Mucho, Mich!

- Y yo a ti ____. Estoy tan contento de volver a verte.

- ¡No sabes cómo se puso cuando le dije que venías! - mencionó mi hermana entre risas.

- Admito que si me emocioné mucho.

La campanilla de la puerta sonó y entonces, él entró...

Sensaciones [Erick Brian]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora