13

102 7 4
                                    

Harry: ¿a mi? Nada..

Sofia: no te entiendo.- clavo sus ojos en los míos.

Harry: yo tampoco me entiendo..- la mire serio.

Sofia: deja de mirarme así.

Harry: ¿así como?

Sofia: como si no sintieras nada por mi.. quiero decir..- se quedo callada unos segundos.- nada por nadie.

Harry: quizá me canse de sentir cosas.

Sofia: Harry.. - volvió su mirada hacia donde estaban los adultos, y después tiro de mi brazo apartándonos de ellos hasta que ya no podía verlos.- ¿que te pasa? Cuéntamelo, por favor- suspire.

Harry: estoy cansado, nada mas.

Sofia: Harry..- me miro con tristeza.

Harry: no me mires como si sintieras pena por mi, porque no quiero darle pena a nadie.

Sofia: no le das pena a nadie.

Harry: le doy pena a todos, y eso lo odio- se me quebró un poco la voz- incluso a ti te doy pena.

Sofia: a mi no me das pena.

Harry: ¿y por qué te has liado conmigo entonces?- se quedo callada.- lo suponía.

Sofia: no ha sido por pena.

Harry: ¿y por que a sido entonces?

Sofia: porque..- sabia que no me iba a responder.

Harry: dejalo, no te molestes.

Me aparte de ella y me fui por otro lado. Estaba cansado, quería encerrarme en mi habitación, y ponerme a llorar, desahogarme.

Todas las personas que caminaba a mi alrededor me estaban poniendo nervioso. Me acerque a la calle, y llame a un taxi levantando la mano. Me subí al coche que se paro justo delante de mi, y le di la dirección de mi casa al conductor.

Cuando el coche ya estaba en marcha, llame a mi padre por teléfono y lo avise de que iba de camino a casa, se puso bastante furioso, pero le colgué antes de que empezara a gritarme.

El taxi paro en la puerta de mi casa, le pague el viaje, y me baje del coche.

Me saqué las llaves del bolsillo, y abrí la puerta de la casa. Todas las luces estaban apagadas, pero no me moleste en encender ninguna. Subí corriendo las escaleras y fui a mi habitación, me deje caer detrás de la puerta, y rompí a llorar como un niño pequeño.

Levanté la mirada, allí estaba esta estúpida pared. Me quede mirándola durante unos minutos, sin ningún tipo de expresión en la cara. Deslicé mis manos por mi pelo, y respire hondo. Me levante del suelo, y ande hasta mi armario para sacar ropa limpia.

Cogí unos pantalones de chandal grises, y una sudadera amarilla que me quedaba bastante grande. Me envolví en mi edredón, y me metí en la cama.

*

La puerta de mi habitación se abrió, y mi padre al otro lado gritando hizo que me despertara. Me incorpore un poco asustado, mi cara tenía que ser un poema.

Papa: ¡me has echo quedar como un completo fracasado! ¡no tienes la mas mínima idea de lo mas que me has dejado! ¡no se te ocurra volver a irte! ¿te estas enterando?- estaba tan enfadado, me me daba miedo responder.- ¡di algo estúpido!- me pego en la cara al ver que no le respondía, pero no hice nada.- das asco.- salio de mi habitación dando un portazo.

Cuando salio, me quede mirando la puerta como como un completo estúpido, pero no pensaba llorar, no por el.

Estaba cansado, solo quería dormirme, y aislarme.

Suicidal || h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora