TOKYO REVENGERS - ONE SHOTS 🍋

Mikey + Draken (+18)

Besties no se olviden de votar y comentar. Espero lo disfruten porque yo quedé así cuando lo leí terminado 👁️👄👁️.

Ser parte de la ToMan, y más teniendo en cuenta que soy mujer. era algo difícil porque a pesar de ser una de las mejores en las peleas callejeras gracias a mis prácticas de boxeo y judo, era una de las pocas de mi género y el ambiente estaba lleno de idiotas que pensaban que estabas allí para cumplir sus deseos o pasar un rato en un callejón oscuro contra una asquerosa pared maloliente.
De todas formas, fue mi salvación. Eso es algo que siempre le voy a agradecer al comandante y su mano derecha, el subcomandante. Los últimos me protegían de aquellos que ponían miradas indecorosas sobre mí, pero no por esto me dejaban atrás suyo durante las peleas o me obligaban a mantenerme al margen, todo lo contrario ellos sabían mi potencial y les gustaba ver las caras de sorpresa de aquellos que desconocían lo que una mujer puede hacer al pelear a puño limpio.

Poco a poco fui formando parte del grupo cercano a los altos miembros del grupo encabezado por Mikey, todo gracias a la confianza que fui generando ya que cumplía todo lo que me ordenaban y seguía invicta de cualquier enfrentamiento. Actualmente, me designaron la protección de Mikey junto con Draken, lo cual en su momento no entendí y me incomodaba en cierto punto ya que, como no sentirse descolocada si aquellos dos eran capaces de enfrentarse hasta con 300 hombres y salir vivos.

Esta tarea era algo diferente a lo que hacía antes que solo ocupaba algunas horas de mi día. Ahora tenía que estar mínimo 12 horas junto a ese par, lo que generó que nos volvamos más cercanos lo cual permitió desinhibirme lo suficiente como para disfrutar de aquellos momentos en la azotea mirando el cielo mientras nuestro capitán dormía una pequeña siesta o cuando nos dirigíamos a ningún lugar en nuestras motocicletas.

No sé como explicar la relación que habíamos formado, y sí dije "habíamos" porque era claro que sentía exactamente lo mismo por los dos. No sé que es con exactitud porque a lo largo de mi corta vida nunca tuve una amistad, y esa falta de experiencia me estaba generando demasiados dolores de cabeza y debates sobre porque al llegar a mi casa, luego de una jornada completa con su compañía, piense en ellos y sus diferentes características.

Trataba de evitar todo aquello, tenía un deber y era cumplir el objetivo de la ToMan, no podía perder mi tiempo de entrenar mirando a una pared pensando en lo suave que era el pelo rubio del tatuado, cosa que pude comprobar cuando me pidió que le realice una trenza; o como los ojos del más bajo se achinaban cuando me dirigía una sonrisa. Todo era demasiado y analizarlo solo desencadenada más situaciones similares en donde mi cuerpo reaccionaba de formas distintas, desde un sorpresivo tartamudeo a un dolor agradable (pero torturante) en mis zonas íntimas.