Takashi Mitsuya

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No es +18 porque es leve, pero esta interesante lo prometo ...

Pocas cosas lograban que mi mente se nuble y me provocara una sonrisa que descontracturaba todos mis músuculos, dejando de lado cualquier preocupación por un momento. Un momento en el cual solo existía pero nada dolía ni molestaba, solo sentías. En este momento, el sol junto con el viento, el segundo aunque casi imperceptible, pegaban sobre mi piel y se juntaban para lograr una sensación única.

Pero todo esto pasó a segundo plano, rompiendo el momento, gracias al tono de mi celular. Frustrada apreté la manta en la cual me encontraba acostada con mis puños y tomé ese aparato sin poder ver con nitidez la pantalla gracias al reflejo del sol, pero por costumbre pude adivinar donde tocar para descolgar tan cantosa llamada. 

-¿Quién es?- Solté con un tono molesto mientras recordaba la pequeña lista de contactos que, a pesar de mantener mi celular siempre en silencio, lso tenía como prioritarios ya que si estos llegasen a contactarme era algo urgente y no una molestia.

-Oh vaya, eeh estoy afuera de tu departamento.- Me respondieron y reconocí la voz de Mitsuya, un ... ¿amigo? con el cual tenía una reunión en este preciso momento pero lo había olvidado como la mayoría de cosas.

-Ya abro.- Pensando en que tal vez, tenga tiempo de entrar a mi departamento y ponerme algo adecuado antes de hacerlo pasar a la residencia. 

Era un edificio muy grande, pero tan viejo y olvidado que incluso una zona tan amplia como la azotea se encontraba con los pisos despintados y las paredes con algo de humedad y moho. A pesar de todo esto yo amaba acostarme a tomar sol o mirar las estrellas en el verano, porque era tan solitario, ya nadie subía hasta ese lugar y tenía suerte que solo un tramo de escaleras la distanciaban de mi departamento.

Tomé la manta junto con algunas porquerias que subí para pasar la tarde y, arrastrando mis ojotas, me dirigí a mi "hogar dulce hogar". Al finalizar el recorrido de las escaleras, al doblar y levantar mi mirada de las llaves que descansaban en mi mano pude ver a Takashi Mitsuya recostado sobre su costado en la puerta blanca de mi departamento. Al acercarme lo miraba fijamente con el seño fruncido trantando de descifrar cómo logró pasar la puerta de abajo que estaba custodiada por un viejo portero. 

El visitante subió su miraba mientras se separaba de su apoyo vertical y dirigía su mirada por todo mi cuerpo mientras elevaba sus cejas y un pequeño rubor se extendía por sus mejillas. Y la razón de eso era obvia, llevaba puesta una bikini de dos piezas que compré en latinoamerica antes de mudarme aquí, así que sabrán la cantidad de tela que poseía y era claro, no tomaría sol con algo que me deje demasiadas marcas y además solo llevaba eso porque al tener que subir solo unos escalones para ir a la desértica azotea las probabilidades de cruzarme con alguien era ínfima. 

Con la manta trate de cubrirme algo del abdomen, pero ya era ridículo a este punto. Así que me deje de dar vueltas, no era una mujer vergonzosa así que simplemente acepte la situación hace mucho tiempo venía trabajando sobre su autoestima y podía decir orgullosa que estaba dando frutos.

-Disculpa, me había olvidado por completo- me sincere- El día esta hermoso y quería tomar sol, no pensaba que podrías subir sin pedir permiso al portero de la planta baja.- dije dándole un pie para que me contara como lo logró.

-Me imagine que lo harías- dijo esta vez alejando la mirada de mis piernas y observando mis ojos mientras me regalaba una pequeña sonrisa.

Vaya, que reconozcan mi falta de memoria era un indicador que debia cambiarlo pues ya no sólo lo notaba yo, y detestaba hacer perder el tiempo al resto porque era algo que yo valoraba demasiado. Teniendo eso presente me disculpe nuevamente y lo invité a pasar detrás de mí.

TOKYO REVENGERS - ONE SHOTS 🍋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora