Parte única

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n/a: llegó  la hora de traer mas contenido drakey a esta plataforma !! espero que lo disfruten <3


Es de conocimiento público que Mikey es una persona muy táctil. Un abrazo. Un roce de manos. Un hombro en el cual apoyarse ligeramente. Ese tipo cosas funcionan para él. Le gusta tocar a las personas y ser tocado por ellas. Se siente cómodo con el contacto físico. Pero con Draken es totalmente diferente. Es como si nunca tuviera suficiente de él. 

-Vamos –le insiste con un puchero.

Están en el cuarto de Mikey. Draken recostado en su cama y Mikey sentado encima de sus caderas. Con nada más que unos shorts raídos. Se mueve levemente y siente a Draken sujetarle de la cintura.

-Quieto - sisea. Mikey sonríe internamente. Se presiona más fuerte en su regazo.

-Me estás haciendo enojar - espeta. Tiene las mejillas rojas y los labios mordidos. Mikey quiere tirar de su labio hasta hacerlo sangrar.

-Ken-chin enojado es tan bueno como cualquier otro –replica sonriendo. Es verdad. Cualquier humor que tenga Draken es perfecto para él, siempre y cuando sea el foco de su atención.

Debe estar sumido en sus pensamientos porque de repente se encuentra de espaldas. Con las manos apretadas contra las sabanas y Draken entre sus piernas.

-Eres un mocoso –susurra con fingida molestia.

Se acerca a su cuello y planta un suave beso en el costado de su garganta, al lado de una marca que le dio hace dos días. Inconscientemente inclina la cabeza para darle más espacio. Lo siente apretarse contra él, haciéndole sentir su deseo y Mikey gimotea frustrado y se sujeta a sus hombros con fuerza.

-Cabrón - jadea. Siente que no puede respirar.

Han estado jugando al tira y afloja toda la tarde y Mikey esta impaciente. Verlo hacer cosas tan mundanas y que parezcan ridículamente calientes ya es bastante malo, pero tenerlo en su cuarto, su cama , con una expresión distraída y vistiendo una camiseta sin mangas no le ayuda en nada a calmar sus impulsos. Lo peor es que lo sabe, el bastardo, y se ha estado jactando de eso desde hace semanas. Para su desgracia, a Draken le gusta hacer perder la paciencia. Hacerlo todo necesitado y deseoso.

Lo ha estado anhelando desde hace tiempo. El toque de Draken. Su boca, sus manos. Sentir los callos de sus palmas contra sus costillas y la calidez de su boca en su cuello. El filo de sus dientes en sus muslos. Quiere que Draken pierda el control. Que lo muerda y apriete. Que lo adore con la misma intensidad en la que se mide su lealtad. Lo quiere todo. Y lo quiere ahora.

-Te ves hermoso - Draken respira contra su boca.

-Cursi - rueda los ojos, pero está sonriendo. Se ve bonito, todo ojos brillantes y sonrisa fácil. Draken decide que ya tuvo suficiente.

La boca de Mikey es tibia y suave cuando la besa. Todavía están aprendiendo en la práctica, así que a veces hay demasiada saliva y ángulos incomodos, pero sigue siendo perfecto porque son ellos. Deja escapar un ruido ahogado cuando Mikey arquea su espalda y se presiona contra su cuerpo.

-Si no haces algo en este instante me voy a enojar mucho, Ken-chin - le dice cuando se separan para respirar.

Tiene la boca enrojecida, los ojos entrecerrados y un sonrojo que se extiende lentamente desde su cuello a su pecho. No parece muy amenazante, pero el tinte mordaz detrás de sus palabras le hace saber que no está bromeando. Puede que estas semanas haya estado molestando a Mikey. Provocándolo en cada ocasión. Pero no es un imbécil, sabe cuándo se le está entregando una oportunidad en bandeja de oro y no piensa desperdiciarla.

-Por favor, Ken-chin –se queja, con la voz quebrada.

Draken se apoya en sus rodillas y se quita la camiseta. Siente las piernas de Mikey inquietas en sus caderas. Mueve su mano desde su muslo hasta el borde de sus shorts.

- ¿Puedo ...? -ni siquiera ha terminado de hablar cuando Mikey los descarta el mismo, pateándolo en el proceso.

-Impaciente –declara con una sonrisa. Antes de que Mikey pueda responder con un comentario ingenioso, se inclina y le muerde el cuello, fuerte. Lame la marca y vuelve a su boca, le roza los dientes con la lengua y se hunde en ese calor húmedo.

Una de las manos de Mikey le araña la espalda y la otra se escabulle entre sus cuerpos, buscando el elástico de la ropa interior. Sus dedos se curvan a su alrededor y Draken se balancea hacia el toque, exhalando un gemido. Ya no se besan. Solo están respirando en la boca del otro. Le baja la ropa interior a Mikey y los toma a ambos en su mano, Mikey deja caer la cabeza en el colchón y arquea la espalda, dejando escapar sonidos suaves.

Sus manos están por todas partes. En la mandíbula de Draken, instándolo a que le bese, tirando de su trenza, sujetándose a sus hombros. Ya ni siquiera saben dónde empieza y termina el otro. Mientras más rápido es el movimiento de su mano, más fuertes y desesperados son los sonidos que hace Mikey. Se arquea contra él, temblando y con la respiración entrecortada.

-Mírame - agarra las mejillas de Mikey con su mano libre y le obliga a mirarlo. Tiene los ojos nublados y acuosos. La boca abierta, con un hilo de saliva en la comisura y Draken se inclina a lamerlo -. Quiero que me mires ¿está bien? -Mikey asiente, perdido y maleable. Se agarra a su espalda con urgencia. Draken está seguro que las marcas duraran un par de días, no le molesta en lo más mínimo. Puede escuchar a Mikey diciendo su nombre repetidamente, como una oración.

-Voy a ... - Mikey se interrumpe en un gemido, sin poder evitarlo. Sus piernas se tensan en su cintura y lo aprietan hasta que le es casi imposible moverse.

-Lo sé - dice entre dientes. Él está igual.

Le duele la espalda y le arden los músculos de las piernas de aguantar su peso por tanto tiempo, pero no quiere parar. No hasta que este deseo de treparse en Mikey y dejar una marca en él sea saciado por completo. Mikey junta sus bocas con premura y se corre, temblando en medio del éxtasis.

Draken se permite un par de empujones más y se estremece, pintando el vientre de Mikey, ya manchado, con rayas de su liberación. Deja escapar un suspiro y se desploma encima de su pecho, aun temblando por las réplicas. Siente el corazón de Mikey latiendo frenético, tal como el suyo.

-No puedo creer que me hiciste esperar semanas para eso –le dice Mikey, una vez que recupera el aliento.

-Te lo compensare después de la siesta - declara. El periodo refractario es importante.

-Espero que la segunda ronda sea mejor, Ken-chin - dice, tratando y fallando en ocultar una sonrisa.

-No me subestimes, Mikey –responde, dejando escapar una risa ronca. El pecho de Mikey se sacude cuando deja escapar una risita.

Se duerme con los dedos de Mikey acariciando perezosamente su espalda. 

Physical Contact (draken/mikey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora