Hey, Lover - BrightWin One Shots

match kiss!

El corazón de Vachirawit retumbaba con violencia en su caja torácica.

Sus manos temblaban, al igual que sus piernas, pero se disimulaba al estar balanceándose entre estas en medio del arco de fútbol.

Se secó un poco del sudor que escurría por su frente con la camiseta, alzándola nervioso.

El jugador del equipo japonés se posicionó a 11 metros de él. El árbitro coreano imponente a su lado.

Las vítores retumbando en todo el estadio en la final de la Asian Cup. El equipo técnico de Tailandia abrazados, al igual que los futbolistas, un poco más atrás, formando una línea de distintos tamaños; el equipo japonés a unos metros de ellos.

El sonido del silbato proveniente del árbitro, rompió en el aire, dando el visto bueno a que pateara.

Un último respiro se mantuvo entre sus pulmones, sin pestañear, evaluando hacia donde apuntaría el futbolista para anotar un gol, el que los coronaría como campeones a ellos.

Se tiró a la izquierda, evitando el gol con un rotundo éxito.

Se quedó en el grass, sonriendo. Escuchando como la hinchada tailandesa gritaba como nunca, cada vez más cerca del título. Solo tenía que cubrir el que seguía y serían los campeones.

Se levantó y corrió con sus compañeros, viendo quien sería el siguiente en ser su turno.

Metawin Opas-Iamkajorn, el capitán del equipo.

Sintió pasar un brazo por sus hombros, era First quien lo había unido al abrazo grupal.—Lo hiciste bien, Bright.—alabó, haciendo que sonriera, aunque aún se encontraba temblando.

Se mordía sus labios cuando el árbitro autorizó el penal para Win, quien anotó el gol con rotundo éxito.

El grito de felicidad que salió de su garganta fue descomunal, los brazos de su compañero de equipo que se encontraba al costado, se envolvieron en su fina cintura, dándole vueltas en sus brazos.—Aún no festejen.—habló serio el que había anotado, quien iba llegando.

Se separaron del abrazo y el arquero caminó hacia su destino. Estaba temblando el doble. El destino del equipo estaba, literalmente, entre sus manos.—Lo vas a lograr, tú puedes hacerlo.—susurró cuando pasó por su lado, haciéndole sonreír levemente.

Tocó uno de los postes del arco, para luego caminar hacia el otro poste, a forma de cábala. Se ubicó en el medio, miró a su equipo abrazado, quienes sonreían en muestra de apoyo, al entrenador, quien le hizo dos likes con sus manos.

Finalmente, se fijó en él, quien le dio un leve asentimiento, y una pequeña sonrisa torcida.

El sonido que le ponía los pelos de punta resonó en el estadio.

Miró al futbolista frente a él, evaluando sus últimos penales, siempre pateaba hacia arriba, ¿haría lo mismo con él? La mirada se fijaba en el lado derecho...

Vio como en aquel milisegundo, la mirada del contrario se elevó por encima de su cabeza, y eso fue lo que hizo.

La pelota de fútbol salió disparada hacia unos centímetros más arriba de su cabeza, él atrapándola entre sus manos al saltar.

Quedó en shock al darse cuenta de lo que había hecho.

El equipo nacional empezó a celebrar, la bulla de parte de los tailandeses que se encontraban ahí fue descomunal. Él aún no salía de su estado de estupefacción, cuando a lo lejos vio como hacia él venía corriendo el capitán, totalmente feliz.

Avanzó unos cuantos pasos antes de sentir como el chico saltaba hacia él, enrollando sus piernas en su cintura y uniendo sus labios en gesto de felicidad y emoción pura.

Él no hizo nada para separarse.

Si bien les habían dicho que mantengan su relación en secreto, en aquellos momentos mandaron al demonio todo lo antes advertido.

Bright empezó a dar vueltas con Win en brazos, quien aún mantenía sus labios unidos a los de él, tropezando en el camino y causando que cayeran a espaldas sobre el más alto.

Rieron por ello.—¿Estás bien?—preguntó entre risas el mayor.—Sí, he sufrido peores el día de hoy.—comentó el delantero antes de unir sus labios nuevamente, para que luego el arquero ocultara su rostro en el pecho de este.

La felicidad que los embargaba era desbordante. Habían cumplido un sueño más, juntos.

El resto del equipo los rodeó, ambos aún tirados en la cancha, y empezaron a saltar a su alrededor, ellos riendo al centro. El arquero se puso de pie, ayudando a su novio, quien subió a su espalda como si de un monito se tratase, para seguir caminando y saltando, disfrutando de la eminente victoria como equipo ganador de la Asian Cup.

Se fundieron en otro beso.

Ya habían revelado su más grande secreto, sabían que los iban a regañar, así que, sea uno que valga la pena, ¿verdad?

—'《💌》'—

No puedo creer que haya hecho un os de menos de mil palabras.

Esperen, es que aún no me la creo. Siento que meterle algo más, ya sería muy pesado. Lo revisé y lo edité, está bien así.

Y SI, lo siento, soy una chica que últimamente le gusta más el fútbol (me vi las finales de ambas copas gurl).

Bueno, voten por BW en los Line TV Awards y cuídense<3