Un nuevo día empezaba y cuatro adultos ya se encontraban reunidos en la casa del de gorra negra discutiendo que es lo que harían ahora mientras tomaban una taza de café (excepto Nazz quien estaba tomando un té).

-¿Deberíamos contarle esto a los demás?- pregunto Sarah quien estaba sentada en el sofá con su taza de café en su mano. 

- Seria lo mejor, así recibimos más ayuda para volver a hacer esa maquina- aporto Nazz quien estaba de pie, apoyada en la pared con su Té en la mano. 

- Pero también debemos evitar revelar demasiado y eso es un poco difícil con Ed- esta vez hablo el dueño de la casa quien se encontraba caminando por toda la sala de estar. 

- Tal vez si le decimos a Rolf el encuentre una manera de hacer que Ed logre mantenerse a raya con lo  que diga- Kevin tenia su taza de café en una mano y estaba sentado en el  sofá al lado de Sarah y miraba como Eddward caminaba de un lado a otro.  

-¿Y como vamos a armar la maquina de nuevo?- Marie estaba sentada en el piso con su taza de café vacía a su lado. 

- Simplemente le preguntaremos a los chicos como la armaron y problema solucionado- contesto Kevin mientras se levantaba del suelo y caminar hacia la cocina para servirse otra taza de café. 

-Solo espero que funcione- Jimmy había hablado y era quien más nervioso estaba. 

Eddward dejo su taza encima de la mesita que se ubicaba en frente del sofá. 

- Creo que lo mejor seria que empecemos ahora- los demás asintieron ante lo dicho por el de gorro. 

Eddward empezó a caminar hacia la puerta trasera que lo dirigía al patio de su casa, lugar donde ahora se encontraban jugando los menores, tomo una buena bocanada de aire y abrió la puerta. 

En el patio los dos más pequeños se encontraban corriendo de un  lugar a otro, los Ed's estaban sentados debajo de un árbol escuchando las bizarras historias de Ed,  en la otra esquina del patio Nazz, Kevin y Rolf estaban hablando dos de ellos con una expresión preocupada en sus rostros y el de gorra roja mantenía una expresión seria, mientras apretaba los puños, señal de que en realidad se encontraba enojado. 

Sarah y Jimmy fueron los primeros en notar la presencia de los mayores parados en la puerta, rápidamente pararon de correr y se les quedaron mirando a sus versiones mayores, realmente les sorprendía como llegarían a verse un día. 

Sarah mostraba haber crecido mucho, pero no de manera exagerada como su hermano, su pelo había crecido mucho y se lo veía bastante largo a pesar de estar atado en una trenza que le llegaba a la cintura, tenia los mismos aretes que tenía ella, pero un arete de más estaba colado en su nariz y eso era la cosa que más le sorprendía.  

Jimmy cada que se veía se sentía entre emocionado y asustado, Sarah aún le sacaba gran ventaja de altura pero eso no llegaba a molestarle ni un poco, le gustaba verse sin sus molestos frenos los cuales le habían dejado una dentadura recta la cual le dejaba una hermosa sonrisa, desde que se le colocaron sus frenos había deseado quitárselos pero ahora que veía el resultado prometía ser paciente con tal de tener esa sonrisa, la cosa que le sorprendió un poco y que cree que es el cambio más drástico de si mismo eran esos dos aretes que tenia en su misma oreja, los cuales eran igual que los de Sarah.  

Mientras esos dos se miraban atentamente Eddward se había acercado al grupo de Ed's.

-¡Es Doble D!- Ed había gritado emocionado cuando vio que el mayor se acercaba a ellos y rápidamente fue a abrazarlo acción que hizo que Doble D sonriese y correspondiera al abrazo. 

- Es un placer verte de nuevo Ed- 

-¿Quieres jugar Doble D?- Ed estaba emocionado, ahora habían dos Doble D lo cual significaba que ahora tendría otro amigo para pasar el rato y eso lo ponía feliz. 

- Tal vez más tarde Ed- Ed enseguida puso una cara de perrito regañado- Ahora tenemos que hacer la maquina- todos los jóvenes lo habían escuchado y se giraron para poder verlo y escuchar lo que diría- Así puedes volver a tu casa y podrás leer de nuevo tus comics favoritos ¿Eso no te gustaría?- Ed asentía con la cabeza- Entonces necesito hablar con tus amigos- Ed rápidamente lo soltó del abrazo dejando que se acercara a los otros dos del grupo.

Doble D no podía evitar sentirse incomodo con su versión mayor, era algo que le costaría mucho acostumbrarse, aunque no había necesidad de hacer tal cosa ya que estos se irían pronto de allí.  

- Oye cabeza de calcetín futurístico- Eddy no había tardado en ponerle un nuevo sobrenombre al mayor quien no se mostraba para nada molesto- ¿Cuándo podre ver a mi yo del futuro? El debe de tener mucho dinero lo suficiente para comprar una maquina que nos lleve de nuevo a nuestro tiempo- Doble D se estaba aguantando la risa junto con los demás mayores, pero estos a diferencia de el no pudieron aguantarla y todos se encontraban riendo en un alto volumen- ¿De que se ríen tarados?- Eddy pregunto enojado. 

- D-de na-nada Eddy- Doble D intento dejar de reír pero simplemente no podía. 

- Al diablo con sus risas llévenme con mi yo futuro- 

- Lamento decírtelo Eddy, pero no creo que se pueda-

-¿Y porque demonios no?- 

- Digamos que por el momento no te encuentras disponible- Doble D dejo de reír y miraba atentamente a Eddy- Pero tal vez si colaboras con armar la maquina pueda llevarte unos minutos con el- Doble D sonreía- ¿Tenemos un trato?

- Más te vale que cumplas tu parte idiota- 

- Te lo prometo- Eddy puso su mano esperando a recibir un apretón de manos, cosa que Doble D entendió y cerro ese trato con un apretón- Muy bien ¿Qué tal si me cuentan como hicieron la maquina?- 


Ama gomite 

¡¿Nuestro futuro?! (Kevedd) (Pausado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora