A pesar de todo lo que hiciste... Te amo.../Katsudeku/Omegaverse

IIII

Ahora no hay nadie

Había pasado ya un mes desde que los Midoriya habían ido a firmar el contrato de paz con los Bakugou, tiempo suficiente para que Izuku y Bakugou se conocieran, y tiempo suficiente para que Bakugou terminará su poción de matar. Tenía el plan perfecto, bueno, en realidad solo debía invitar a la castaña a comer y matarla.

Había una parte de Bakugou que le decía que lo hiciera, al fin había encontrado al omega que quería, y nada se lo iba a quitar, pero había otra que le decía que ml lo hiciera, que había otras opciones, otras opciones? Como cuales? No había, solo así podía estar con alguien que de verdad amaba, alguien que de verdad lo amaba, no iba a dejar ir esta oportunidad, sabía que si lo dejaba ir ahora, lo más probable era que jamás lo volviera a ver, el no quería eso, por eso estaba haciendo esa locura, pero no importaba verdad? Si ellos dos llegaban a estar juntos nada más importaría.

Bakuguo salió de su habitación en la mañana de lo más normal, como siempre, iba a hacer sus deberes, pero mandó eso a la mierda y se fue en busca de la castaña.

La encontró en el comedor, y al ver que el alfa entraba su expresión cambió a una confusa, normalmente no se solía ver al alfa por el comedor, así que solo continuo comiendo.

–Buenos días Uraraka.

–Buenos días Bakugou – ¿Acaso Bakugou le había dirigido la palabra? Vaya eso si que era muy extraño.

–Mi madre me ha dicho que te invitara a comer en la tarde para hablar de su estadía aquí y de los próximos arreglos sobre nuestro futuro.

La castaña no entendía, porque la reina Mitsuki le pediría a Bakugou que le preguntara a ella ese tipo de cosas? Acaso también le había pedido que le preguntara a todos los Midoriya? Eso era lo más probable para ella, supuso que Bakugou ya le había preguntado a los demás como estaban, además no se podía oponer si se trataba de una orden de la reina Mitsuki.

–De acuerdo, donde hablaremos?

–En el patio trasero – En ese patio no había seguridad ya que estaba lejos de los límites del palacio, así que no había nada de que preocuparse.

–Esta bien estaré ahí dentro de tres horas – Eso fue lo último que dijo, se retiro dejando a Bakugou solo, con una sonrisa en su cara.

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Uraraka estaba caminado por los pasillos largos del palacio para llegar al patio trasero, cuando entró en el vio que al fondo había una mesa con diferentes platillos, postres, un vino que ya estaba servido y un Bakugou esperando a la castaña, esta solo camino a donde se encontraba el pelirubio y se sentó en una de las dos sillas que estaba ahí.

–Y bien? De que quería que habláramos?

–Bueno para empezar... – Paso al rededor de una hora mientras hablaban, solo decían estupideces como que estaban felices por el contrato, del buen que le hará a su gente, de los próximos reyes y mierdas como esas, Bakugou ya se estaba desesperando, esa beta no dejaba de hablar y de sonreír, lo irritaba demasiado, pero debía seguir hasta que a la castaña le diera sed de tanta mierda que hablaba.