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Ya han pasado dos días desde que estoy ingresada.
La gente no ha parado de preguntarme el motivo de porque lo he hecho o, el motivo que me ha llevado ha hacerlo. Por supuesto no he dado mi brazo a torser, no he dicho nada, solo me he limitado a decir que lo hecho hecho está y que ya da igual el motivo. También he remarcado el no volver a hacerlo y es la verdad, todavía me pregundo el como llegué a ser capaz de
realizarlo, Pero ellos no lo creen. Piensan que cuando hay inicios de suicidio puede haber más veces si no se trata con un profecional, por eso no dejo de estar vigilada. La buena psicóloga del hospital también me ha visitado y ha mantenido una charla con mi madre y mi padrastro, sí mi padrastro, mi padre todavía no se ha dejado caer y eso que lo sabe del mismo día. Ya sabía que pasaba de mí y de mi hermana, pero no sé, creo que esto es algo más serio. También me ha dicho que si quiero hablar o preguntarle cualquier cosa que ella va ha estar a mí disposición, solo tengo que decirselo a mi médico y él la llamará. Poca gente por parte de mi padre se ha indignado a parecer, tampoco es que me importe, total para tener que ver las caras que se les queda cuando se les cuenta lo que he intentado hacer y decir que no es posible, que no vengan mejor. Mi madre también me ha insistido en que le cuente y se la ve preocupada, me siento más mal por ello, pero tampoco se a que agudicarle el motivo de lo ocurrido.

Solo sé que esa tarde no deje de llorar, mi madre y yo habiamos vuelto a discitir por chorradas y os puedo asegurar que casi creía que me pegaba, volvio repetir lo mala hija que era y lo poco considerada que soy con la gente, lo egoista que soy y lo poco que puede aguantarme ...
Mmm... Es verdad volvió a ponerme de patitas en la calle, me dijo que ya tenía edad para independisarme y que a los dieciocho no tenía porque tenerme en su techo.
No dije nada, solo me fue a mi habitación y llame a mi padre, pero me digo " lo siento cielo, estoy pescando te llamo más tarde" y me colgo, no supe nada de él. Me quedé hay esperando no sé que, sobre las dos de la mañana decidí salir del cuarto y asearme un poco, todos dormian así que intente no hacer mucho ruido, me duché y busque un peine para cepillar mi pelo, y ... Ahí las vi, unas tijeras ...
No lo pensé mucho, pensé en lo felices que estarían todos y lo fácil que sería mandalo todo a paseo.
Las abrí y deslice la hoja por mi cuello haciendo una pequeña frecha, la verdad, no dolió, lo contrario me quito un poco de peso por un instante.
Moví la muñeca he hice el corte más grande y empecé a sangrar.
La sangre no paraba y yo empeza a perder visión, me caí al suelo.
Pero todo llegó a su fin cuando mi padrastro entró por la puerta  alarmado, empezó a llamarme y me puso una pequeña toalla de lavabo en el cuello a presión, cogió su movil y llamó.

Eso es lo único que recuerdo, lo siguiente fue el despertar aquí hace dos mañanas y la interogaciones constantes de unos y otros.

- Buenos días - me saluda yoongi.
- Buenas - digo casi en susurro cogo mi móvil.
- ¿Cómo te encuentras? - se acerca a la cama.
- Ni bien , ni mal. Solo me encuentro - no levanto la vista del móvil en ningún momento.
- ¿Me vas a contar?.
- Noooo.
Con dos pasos grande y firmes se pone a mí lado y me arrebata el móvil, casi me da miedo.
- No se puede usar el móvil en un hospital, volveré dentro de un rato.

Me ladra y se va.

Ahí me quedo, paralizada y aturdida.

Pasa gran parte de la mañana, más aburrida que una ostra ya que no tengo móvil, mi madre vuelve a insistir en que hablemos y yo como buena hija que soy la mando a paseo. Mi padre da señales de vida y dice lo mucho que lo siente por no haber estado más pendiente y claro como no puede fallar la bronca y el remarcar lo loca que estoy por hacer algo así. Se que conmigo unas cuantas horas, aunque la mayoría de ellas se las ha pasado discutiendo con mi madre a voces por todo el hospial, lo que me faltaba. Cuando cree que ha cumplido se va y me dice que esta noche se quedará el aquí...

Son casi las seis de la tarde y sigo sin móvil, al final el ayudante no volvió a hacer lo suyo y lo hizo la enfermera. Espero que se le ocurra volver porque si no pienso joderle las prácticas como se haya largado con mi móvil.

Mi médico aparece por la puerta, me temo a lo que viene.

- ¿Bueno cómo sigues hoy? - empieza preguntamdome.
- ¿Cómo sigo? - le repito irónica.
- ¡Pues cómo cree usted que estaría si hace dos días intentó quitarse vida, si no dejasen de abasallarle a preguntas sobre el porque o el puto motivo, si la gente le mirase con cara de pena o que digan bajito lo loca que estas por hacer eso, por las miles de cosas que te hacen pensar que tienes o que te ocurre sin saber! , ¡eh!, ¡¿Cómo estarías?!.

Bum, explotó.
Tiene los ojos abiertos como platos.

Ahora casi que me cuesta respirar lo he dicho todo de carerilla y gritando, creo que he forzado tanto la garganta que parece que se han saltado los puntos.
Respiro hondo.
Miro hacia la ventana.

-¡Estoy bien, no necesito vigilancia ni que me torturen a preguntas, sólo lo hice porque estaba mal, muy mal y punto, no pienso en repetirlo. Lo hice por inercia en un momento dado, ni siquira pensé de tener el valor para llevarlo a cabo! - no sé cuando fue el momento exacto en el que comence a llora.
El se acercó mucho menos más sorprendido y me abrazó.

- Ves como no era tan difícil, no te preocupes todo se arreglará y aunque no lo creas estamos aquí para ayudar. También se de sobra que no estás loca - se a retira y me obrase un pañuelo.

Lo acepto y me relajo sobre la cama.

- ¿Por qué no puedo tene móvil? - me seco las lágrimas.
- ¿Quién ha dicho que no puedas tenerlo? - me mira extrañado.
- El ayudante, me lo quitó y me dijo que no podía.
Ríe
- vaya forma de ligar que tiene - vuelve a reír.     - tranquila solo estaría jugando contigo, ahora tiene que venir a hacer lo suyo y te lo devolverá.

- No estoy ligando - dice detrás de la puerta.
¿Cuanto llevará ahí?
- solo quería que hiciece caso - se acerca y saca mi móvil del bolsillo de su bata.
- Toma anda.
Lo cojo y él me acaricia la cabeza como si fuese una niña pequeña.
- Bueno después tenemos que hablar seriamente Naomi, ¿vale? - me dice.

Asiento y se marcha más alegre que los otras veces.

El ayudante hace lo suyo y cuando termina se queda sentado en la cama.

-¿Tu novio es chino? - me mira con una ceja levantada.
- ¿Cómo? - le pregunto incrédula.
- tu novio, el que tienes de fondo de bloqueo.
Cojo mi móvil y miro el bloqueo, casi me da un ataque de risa.
- ¡¿Pero qué dices?!, ¡es un cantante coreano! - dejo salir una pequeña carcajada.
- ahh, vale - dice más relajado.
Vuelvo en mí.
- un momento, ¡¿has intentado registrarme el móvil?! - casi me lanzo a su cuello.
- Intentándolo, pero no soy bueno desbloqueando patrones - dice.
- ¡que fuerte! - me dejo caer sobre mi almohada.
- venga, no te enfades, solo quería saber cosas de ti y como tu no colaboras, pues... - rueda lo ojos.
- no vuelvas a tocas mi móvil, si quieres saber algo me preguntas y te contestaré si creo conveniente, ¿claro?.
- ¡Muy claro señor! - se pone de pie y hace el saludo típico militar.

Me da la risa.

Vuelve a sentarse y empieza a hacer preguntas, le recuerdo que no he dicho que le respondería, me ha pues cara de perrito mojado y ha dicho que no se irá hasta que conteste a unas cuantas.

Todo cambió (BTS SUGA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora