El amor verdadero, la primera entrega, dejan marcados esos corazones que a pesar del tiempo y la distancia nunca se dejan de amar.
Después de un día inolvidable relajándose bajo el sol en la arena de esa hermosa playa, un baño era mas que justo y necesario.
— Ve tú primero..— Le dijo Fernanda a Alyssa, acariciando su mejilla.
— ¿Segura bonita?
— Sí.. necesito hacer unas llamadas que tengo pendientes.
— Ok.. te espero. Alcánzame cuando termines ¿si?
Fernanda asintió, sus mejillas sonrojándose, y Alyssa le dio un tierno beso lleno de promesas, y con un guiño y una sonrisa coqueta caminó hacia el baño dejando la puerta entreabierta.
Fernanda se sentó en la orilla de la cama, respiró profundo con su celular en las manos, pero su mirada no se despegaba de esa puerta desde donde se escuchaba el agua de la regadera y la dulce voz de Alyssa cantando.
— Al carajo con las llamadas, el trabajo puede esperar.. — Musitó Fernanda tirando el celular en la cama. Temblando de los nervios y la emoción siguió el camino de su pelirroja favorita.
Al entrar al baño Alyssa ya estaba en la ducha con sus ojos cerrados, su cabeza hacia atrás corriendo sus dedos por su pelo. Era la primera vez que Fernanda veía a una mujer desnuda. Pero Alyssa no era cualquier mujer, era su mujer. Una diosa, tan sensual con su piel blanca que resaltaba con el color rojo de su pelo, unas curvas hermosas, esa voz angelical, tan bella que simplemente le robó el aliento a Fernanda.
Fernanda se mordió el labio, su corazón latiendo rápidamente, y sin hacer ruido se quitó rápido la ropa, metiéndose a la ducha, y abrazó a Alyssa por la espalda, haciéndola brincar de la sorpresa.
— Eres tan bella, mi hermosa Aly — susurró en su oído, besando su cuello, y sin pudor alguno subió sus manos apretando suave sus senos.
— Ahh, Fer bonita — Jadeó volteando en sus brazos y tomó unos pasos atrás, admirando a la rubia Fernanda de pies a cabeza, hasta conectar sus miradas llenas de deseo — Y tú me fascinas, eres hermosa, ven acá..
Alyssa tomó a Fernanda de la cintura pegándola a su cuerpo, las dos temblando al sentir sus cuerpos desnudos rozar. Fer tomó a Alyssa del pelo, sus labios uniéndose en un beso lleno de pasión, de deseo, de unas ganas inmensas de adorarse. Alyssa acorraló a Fernanda contra el azulejo, sus besos bajando a su cuello, apretando suave sus senos, sus besos bajando hasta tomar un pezon luego el otro en su boca succionando sutilmente.
— Te amo Alyssa, te amo.. — Jadeó Fernanda.
— Como yo te amo a ti, ojitos lindos..
El corazón les explotaba de amor en ese momento, demostrando ese sentimiento en cada beso, en cada caricia, en cada susurro de amor.
Mordiéndose el labio, sus miradas conectadas, las manos de Fernanda acariciaban suave los senos de Alyssa, una bajando lentamente sobre su vientre hasta colarse entre sus piernas. Alyssa soltó un gemido al sentir sus dedos acariciar su intimidad y Fernanda se estremeció, sus deseos por esa pelirroja incrementando cada vez más.
— ¿Así mi amor? — Susurró Fer moviendo sus dedos sobre su punto de placer, amando esos gestos en el rostro de Alyssa.
— Así mi vida.. — Contestó mordiéndose el labio.
Alyssa bajo su mano a la intimidad de Fernanda, imitando sus movimientos, con la otra mano sujetándola de la cintura. Ambas gimiendo llenas de placer, sin despegar sus miradas, hasta que con un último fuerte gemido ambas explotaron de placer.
