Maraton 2/?

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Hay mujeres que pasean
por los los bares con copas
de más regalando sonrisas.

Chicas tristes que bailan
sobre recuerdos y caricias
marchitas e invitan a hacerlo.

Está la chica que mira
por la ventana, esperando
a que pase su enamorado.

La señora que es madre
y padre, y ha tenido que
ir a trabajar un domingo
porque queda muy
poco en la despensa.

Esa chica que anoche
amaneció estudiando,
a la que el profesor
ha intentado acosar.

La niña que ha vuelto a creer
en los milagros cuando regresó
a casa su mascota sana y salva.

Ella, a la que no le importa
que el semáforo esté en rojo
a la hora de enamorarse.

¿Sabe esa chica de medidas grandes
que es preciosa y que con esa
sonrisa podría iluminar
la ciudad completa?

La verdad no sé qué está pasando
ahora mismo la mujer que se atrevió
a hacer algo que el resto dubada
que podría hacer.

La soñadora, que espera a que algún
poeta venga a escribirle, y que
trate de hacer magia con su existir,
sin saber que esa ya la lleva
por dentro.

Hay una copa de vino sobre
una mesa con la marcas de los
labios de una chica que ha decidido
que prefiere estar sola.

Ha vuelto a llorar ella,
por el dolor que se siente al escribir
un mensaje y darle a «borrar»
en vez de a «enviar».

Hay dos chicas que cada viernes
vuelven a casa fumando
y con los tacones en las manos,
a la que todos juzgan,
pero muy pocos conocen.

La señora que cuida de su marido
enfermo y le toca ser fuerte
por los dos.

A ellas, a las que han roto corazones,
pero, en especial a las que son
inteligentes
decididas
independiente
deshinibidas
brutales
caóticas
sensuales
dulces
atractivas
elegantes
sinceras
leales
cariñosas
[…]

A esas y a las que los son todo
a la vez.

Corazones adolecentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora