CHAPTER 1

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Hola, soy Sophia y tengo 17 años.
Actualmente vivo con mi madre Amelie, de 35 años, en California.
Ella es una de las mejores periodistas de este lugar, y gracias a su esfuerzo y dedicación, tenemos una buena vida.

No obstante, mi padre murió en la guerra, su sueño siempre fué servir a este país y en un día devastador, él acudió a una misión en Japón, desgraciadamente nunca más volvió, murió en combate.

Me alegra saber que murió sirviendo a este país, pero siempre me quedará ese vacío dentro de mi, yo lo quería muchísimo, era muy apegada a él.

Yo estoy superando su muerte poco a poco, pero es algo que nunca se irá de mi mente ni de mi corazón.

EN CALIFORNIA

—Hija debo contarte algo –comentó ella muy emocionada–

—Si?

—Bueno, ayer me llamo Jakson -su manager- y me dijo que debo ir a Swelvie, tengo una oferta de trabajo muy buena para formar parte de un programa de noticias –dijo ella sin perder ese entusiasmo–

—Que? Y que hay de nuestra vida aquí? Mis amigos? A qué escuela iré? –mencioné un tanto alterada–.No me puedo separar de Isabella, lo sabes...
Isabella era mi mejor amiga desde la infancia, crecimos juntas y tenemos un vínculo muy fuerte, casi como de hermanas.

—Lo he estado estudiando, Swelvie es un lugar tranquilo, conocerás a gente nueva, además Isabella y tu podéis seguir en contacto –reiteró mi madre dándome una sonrisa confortable–.

—Está bien mamá, quiero lo mejor para ti, si te hace feliz este nuevo empleo, iremos –dije cediendo desanimada–.
Desde la muerte de mi padre, mi madre estaba muy deprimida, no salía de casa como antes lo hacía, ella era joven cuando mi papá murió. Desafortunadamente tuvo que coger los dos roles, y se encargo de criarme.

La vida de mamá soltera no fué fácil, pero siguió adelante, dejó de lado su aspecto para trabajar horas extras mientras ella estudiaba su carrera de periodismo, también, recuerdo esas noches que ella no comía para que yo tuviera con que alimentarme.

Ella ya no se cuidaba tanto, y esa luz que tenía antes, se apagó, sería injusto y egoísta de mi parte quitarle ahora esa ilusión después de todo lo que había hecho por mí , yo solo quiero verla feliz, y si eso significa hacer un cambio de aries, lo haré.

—Te quiero tanto pequeña –dijo ella finalmente dándome un gran abrazo–.

—Tenemos el vuelo mañana por la tarde, descansa, ya es muy tarde –dijo susurrandome y dejando un beso sobre mi cabeza–.

—Esta bien mamá, que descanses –comenté sin más concediéndole una sonrisa–.

Poco después, subí a mi habitación, me puse el pijama y me acosté en la cama, estiré mi brazo hasta la pequeña mesita y alcanze mi móvil, después entre al chat de Isabella y le escribí

Isa🍒

Tenemos que hablar, mañana te espero en mi casa a las 12 pm.
seen

Me estás asustando, paso algo?...Está bien, allí te veo Sophi, descansa, te quiero
seen

Sin más, apagué la pequeña lámpara de la mesita, dejé a un lado mi móvil y me acosté para intentar descansar.

Las lágrimas no tardaron en salir, cayendo sobre la almohada, dejándola así húmeda.

No era fácil esto, me era muy difícil dejar a Isabella, fué una de mis primeras amistades.


—559 palabras—

Aviso!

Como habréis visto estoy corregido la historia, hoy la he revisado porque me llegaban muchos votos y he vuelto a releerala, y no me gustaba.
Os debo una disculpa, cuando la hice era más pequeña y inexperta, con muchas faltas.
Muchas gracias por esos votos, voy a volver a la historia y la mejoraré

Nos vemos en el siguiente capítulo💌

 [UNA CASUALIDAD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora