El corazón del poeta ; wolfstar

1. Sirius Black & Harry Potter

Sirius salió de la cocina con una taza de café y una caja de jugo de manzana en ambas manos. Su cabello estaba en un moño alto y totalmente desordenado, claro, después de limpiar la casa de arriba y abajo su cabello no seguiría luciendo igual de genial que siempre. Ve a Harry en el sillón, está otra vez metido en el libro de tapa café, detalles dorados y páginas desgastadas. Se sienta junto a él y le extiende el jugo. Su pequeña mano morena lo toma y lo abre para darle un sorbo.

No dicen nada. Cuando Harry lee naturalmente está todo en silencio. No es como si necesitara mucha concentración, Sirius estaba casi seguro de que conocía aquel libro de memoria, lo llevaba leyendo desde que tenía la capacidad de alcanzar la repisa de sus padres. Sirius se sorprendió cuando vio al pequeño con el libro de Lily en sus brazos intentado resolver lo que en su mente en esos momentos eran jeroglíficos. Esa tarde se sentaron ambos junto a fuego y él le leyó la mitad de los poemas de los cuales apenas podían entender. Con el paso de los años Harry les fue dando sentido y poco a poco se fue haciendo más fan del autor haciendo así que Sirius recorriera cielo, mar y tierra para encontrar algún otro libro pero lamentablemente en ningún sitio web había un poeta bajo el seudónimo de RJL.

Harry y Sirius habían estado juntos desde que el chiquillo era solo un bebé o desde que Sirius era solo un idiota de veintiuno que se vio en la necesidad de madurar se golpe para convertirse en el guardián y cuidador oficial de lo único que en esos momentos les quedaba de sus dos mejores amigos. Lily Evans y James Potter murieron en un accidente automovilístico la noche del treinta y uno de Octubre dejando a su pequeño hijo solo en el mundo y a Sirius con el corazón hecho pedazos en cuanto recibió la llamada desde el hospital central. Todos los médicos dijeron que era un verdadero milagro de que Harry siguiera vivo y apenas tuviera lesiones, siendo que tanto su madre como su padre casi eran completamente irreconocibles para cuando los sacaron del auto.

Todo pareció ser un fatídico choque por un desplazamiento en una carretera poco fiable, eso se desmintió en cuanto revisaron bien el vehículo y los frenos de este estaban cortados. La investigación cobró pistas poco a poco y al final se dio a conocer que una de las personas más cercanas a la pareja, quien era su mejor amigo y compartió esa misma noche en la mesa con ellos era el responsable de haberles arrebatado la vida, Peter Pettigrew fue en su defecto quien ejecutó todo pero Petunia Evans era la mente en aquel plan. Peter había vendido a sus amigos solo por cinco mil dólares. Ambos, para felicidad de Sirius, se pudrían en la cárcel en esos momentos.

-- Algún día, ese libro desaparecerá de tantas veces que los has leído -- Dice, su voz es serena y hace reír un poco a Harry.

-- Siento que me conecto con mi mamá cada vez que lo leo -- Responde y Sirius asiente poniendo su mano en el cabello del muchacho, es incluso más desordenado que el de James. Harry lleva sus gafas también, le quedan algo grandes, sobre todo porque tan solo tiene seis años pero él ama usarlas.

-- A tu papá -- Comienza esperando ganar la atención de Harry -- Le encantaba molestar a Minnie con sus gafas, cuando hacíamos alguna broma y ella nos encontraba rápidamente, él se las quitaba y decía "No veo, no tengo culpa" ambos terminábamos el doble de castigados pero era divertido.

El niño ríe rápidamente y cierra el libro para ponerlo delicadamente sobre su regazo. Sirius sabe que quiere que comience a contar anécdotas de él y James o de él y Lily. A veces piensa que Harry vive en los recuerdos que él mismo ha inculcado en él. Se siente realmente egoísta en algunos momentos, pudo gozar por casi una década a James y Lily. Harry ni siquiera recuerda el tiempo que pasó con ellos.

-- Hubo una vez, estábamos en sexto si no me equivoco donde con James nos fugamos en medio de la noche del internado, sabes que tenemos pasadizos por todos lados y supimos usarlos para salir de Hogwarts y comprar las cosas necesarias para la broma que queríamos hacer --  Los ojos de Harry están clavados en él con sumo interés -- Fuimos al supermercado más cercano y compramos todo lo necesario, volvimos a entrar y comenzamos con nuestra obra maestra, fue una de las bromas más grandes que hicimos.