Prólogo.

4 2 0
                                    

21 de noviembre de 1999.

7:53 p.m.

Me encontraba sentada en una de las mesas del local, esperando a Theo. Miraba mi celular una y otra vez, faltaban algunos minutos para cumplirse la hora en la que habíamos acordado vernos. Él me había mensajeado, diciendo que había mucho tráfico. Preocupada, empecé a jugar con mi cabello.

21 de noviembre de 1999

8:18 p.m.

Ya habían pasado casi veinte minutos desde el último mensaje de Theo y no respondía. Comencé a sentir una presión en mi pecho. Asustada, traté de llamarlo, pero solo se escuchaba la contestadora. No sabía qué hacer, tenía miedo.

21 de noviembre de 1999.

8:54 p.m.

Nos encontrábamos en la sala de espera del hospital, mi novio había tenido un accidente y su estado estaba terriblemente mal. Los doctores tuvieron que llevarlo al quirófano. El olor que tiene el lugar estaba comenzando a marearme. No, era la preocupación. Su madre no dejaba de llorar y su esposo la consolaba. Ya había hablado con mis padres, pronto llegarían.

23 de noviembre de 1999.

Llanto. Era lo único que se escuchaba, no podía hacer nada más que llorar y rogar que fuera una mentira. Mi novio no sobrevivió, estaba devastada. Miles de flores y muchos "lo siento".

No podía soportar la idea de que él no estuviera a mi lado.

—¡No puedes dejarme, yo te necesito!—grité, aunque sabía que él no me escucharía.

Su mamá se acercó y me abrazó, ambas comenzamos a llorar desconsoladamente.

—Rosie, él te amaba.—su madre se separó un poco de mí.

—Y yo a él, señora Roberts.

La abracé de vuelta.

Tendría que ser fuerte por el resto de mi vida.

Atentamente, el amor de tu vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora