𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐃𝐨𝐬

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Sus lágrimas se habían detenido hacia unos cuantos minutos, no por falta de ganas de llorar, si no más bien por tratar de guardar silencio por respeto, mantenía sus manos juntas en un puño sobre su boca y no dejaba de moverse en la silla de la Sala intentando conservar la mayor calma posible.

Sin tener mucho éxito, claro está.

Se daba ánimos a sí mismo, diciéndose que Jimin saldría bien de allí, que si tardaban tanto seguramente era por algo bueno, que no había llegado demasiado tarde al apartamento. En verdad se estaba esforzando por creerlo.

—¡Yoongi! — escuchó su nombre seguido de pasos acelerados, un rubio junto con un peli negro llegaron a su lado con expresiones de preocupación pura — ¿Qué sucedió?, ¿porqué está aquí?

—No sé si pueda explicarlo ahora Taehyung... — suspiró pesado — Es difícil de decir... — desvió la mirada intentando reprimir el recuerdo.

—No importa, sólo esperemos que salga bien. — añadió Jungkook.

Era lógico que en ése momento, Yoongi no tenía cabeza para ponerse a explicar exactamente lo que vio. Más tarde podría decirlo, o tal vez el mismo médico se los diría.

La pareja se sentó a lado suyo, Taehyung adoptando su misma posición y Jungkook mirando su teléfono. No intercambiaban palabra, pues los tres tenían la angustia al tope y realmente no querían ni abrir la boca para emitir sonido. Era pesado el estar allí, el ambiente mismo del Hospital era difícil de soportar, y la situación no ayudaba para nada.

...

Media hora más pasó, y al fin, el médico que atendió a Jimin en la ambulancia salió por aquel enorme pasillo, mirando al frente con una expresión decaída y un semblante poco relajante.

—¿Familiares de Park Jimin? — preguntó en voz alta.

—Nosotros. — rápidamente se puso de pie Yoongi — ¿Como está?...

—¿Qué le ocurrió? — Taehyung se levantó.

—El joven perdió demasiada sangre, fue mucho tiempo el que estuvo con la herida abierta. — explicó lo más sereno que le fue posible — Hicimos todo lo que pudimos.

—¿Pero?... — habló Jungkook, mientras los otros dos comenzaban a hiper ventilar.

—Lamento su pérdida. — bajó levemente la mirada.

Con tres simples y cortas palabras, Yoongi sintió que una avalancha lo estaba enterrando sin piedad. Su mundo entero, su chico, acababan de llegar a su fin, todo en un parpadeo.

—N-no me diga eso doctor... — habló entrecortado — Debe haber una... Manera...

— No la hay, lo siento señor. — suspiró pesado — Pueden pasar a verlo antes de llevarlo a la morgue, si gustan.

A pasos torpes, caminaron siguiendo los pasos del médico, Taehyung iba llorando ya, mientras su novio lo mantenía abrazado por la cintura en un intento de consolarlo. Yoongi trató de mantener un poco de fuerza durante ése corto trayecto hasta el quirófano.

Sin embargo, cuando desde adentro de la Sala retiraron las cortinas, dejando ver las acciones del interior, acabó por desmoronarse. Sobre la camilla, yacía Jimin, con la herida suturada y el monitor marcando el sonido característico de cuando ya no existe pulso. Los médicos le retiraban la mascarilla y apagaban el equipo de RCP que anteriormente habían usado.

— Usen cubre bocas y bata si desean pasar al quirófano. — indicó el médico.

Yoongi inmediatamente se colocó dichas prendas y una instrumentista lo dejó entrar. Parecía que jugaba con su resistencia, pero realmente, quería decir parte de las cosas que se habían quedado atoradas en su garganta, deseando que al menos se fueran con él.

H o l d  O n - Y O O N M I N a̶d̶a̶p̶t̶a̶c̶i̶o̶n̶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora