余生请多指教 - El resto de mi vida, por favor guíame

Capítulo 6: Hola Suegro

Cada hombre joven que visita a sus suegros por primera vez, siempre tiene esta inquietud en el interior.

La luz solar del Año Nuevo del 2011 era muy buena. Gu Wei finalmente tenía sus días libres, así que me abrazó fuertemente y me llevó a verlo jugar futbol con sus amigos. Me sentí un poco incómoda cuando llegamos, pero sostuvo mi mano y me dijo, —Ven, deja que te lleve a conocer mi preparatoria.

El guardia de seguridad palmeó su hombro con familiaridad y nos dejó pasar.

Durante las vacaciones, los alumnos dispersos en el campus estaban constituidos por alumnos que se abrazaban y reían, algunos jugando basquetbol con sus cabezas bañadas en sudor, otros estaban en el pasillo memorizando vocabulario en inglés mientras recibían alegremente al sol sobre ellos, así como alumnos reunidos en las escaleras mientras discutían sus respuestas.

—Por allí, antes de cada examen siempre habría gente pegando tiras de papel en la estatua mientras rogaban por calificaciones altas...

—Cada vez que nevaba la escalera de la entrada se llenaba de hielo, así que uno debía ser muy cuidadoso cuando caminaba por allí.

—La cancha de basquetbol se ha expandido, antes no había mucho espacio. Cada vez que las clases terminaban, los chicos corrían hasta llegar allí, los más rápidos eran los afortunados.

—Los almuerzos en la cafetería son decentes, aunque siempre tuve curiosidad de saber qué es lo que añadían en la leche de soya. La comida no era tan buena, básicamente las tres comidas eran iguales...

Al escucharlo hablar acerca de su vida escolar en esos pequeños fragmentos me hizo querer ver cómo era Gu Wei en ese tiempo. Él también usaba el uniforme mientras corría por allí, hablaba y reía escandalosamente, ¿o tenía una cara amargada quejándose de que el examen había estado muy difícil y que el profesor era muy anormal?

—Vengo a Ciudad X dos veces al año. Si hubiera sabido antes, habría venido antes a echar un vistazo... —poderosos e ilimitados pensamientos comenzaron a surgir dentro de mí.

Gu Wei se río, —Cuando estaba en la preparatoria tu todavía ibas a la escuela primaria. No importa qué, jamás tocaría a un niño.

A las tres de la tarde, Gu Wei y sus amigos se alinearon uno tras otro. Estaba algo avergonzada cuando me presentó como parte de la familia, aun así, los otros me saludaron educadamente y se quitaron las sudaderas para entrar a la cancha y calentar. Me quedé al lado de la pila de ropa, escuchando a ese puñado de hombres que pensaban no los podía oír:

La primera persona dijo, —Gu Wei, ¡eres tan malvado! ¿Solo tú conseguiste esposa?

La segunda persona habló, —Estás provocándome por haber terminado mi relación, ¿cierto?

Una tercera persona dijo, —¡Dinos!, ¿de dónde te la robaste?

—¿Tiene amigas?

—¡Hoy invito yo! Es mi deber.

Justo cuando me estaba jactando de que los hombres en sus treintas no eran inmaduros...

Gu Wei, —Su envidia y odio son un poco muy obvios. Pueden esconderlo mejor.

Yo... escogí al más inmaduro.

Esa noche Gu Wei bebió muy poco, pero cuando este hombre estaba sentado en el asiento copiloto y me observaba con esos claros y brillantes ojos como lagos en otoño, inevitablemente sentí que iba a entrar y salir del tráfico.

—Doctor, no estás borracho, ¿verdad? —hasta el día de hoy sigo sin saber cuál es su tolerancia al alcohol, sorprendentemente.

—¿Me quieres borracho?