Capítulo_38. Bruja hechicera.

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“Yerik”

Seis meses han pasado desde aquel terrible incidente dónde perdí la movilidad, nada para mí tenia sentido el amor de Christine había perdido y junto con eso las esperanzas de ser alguien en la vida.

Mi única razón para vivir era la venganza, el odio que tenía en mi corazón y la sed de poder que me mantenía de pie, luego conocí a Christine la bruja hechicera iluminó mi mundo no sé si producto de su hechizo o simplemente así lo quiso el destino, la impulsividad que me caracterizaba me dominó y de odio y dolor llené su corazón, untándola también de la mierda que me rodeaba y me convertía en el monstruo que soy, monstruo que se había dormido cuando las llamas de odio que salían de sus ojos me miraron fijamente, demostrándome que ese odio que me alimentaba a mi, también la estaba alimentando a ella y por primera vez mi ambición por el poder y el dinero quedó de lado y acepte que había perdido entregándole todo mi imperio a ella, mi único consuelo era poder tenerla cerca y mas al saber que en su vientre crecía el fruto de nuestro amor, un amor que yo mismo había apagado; Christine se negó en muchas ocasiones a realizarse los estudios correspondientes para comprobar su embarazo pero con la ayuda del médico y Lenin con un test de farmacia lo pude afirmar guardándome el gran secreto por el que tenía que luchar.

Un  mes ah pasado desde que mi rubia de ojos hechiceros desapareció y desde entonces mis hombres han volteado medio maldito mundo y Lenin solo ah traído respuestas negativas haciéndome volarle la cabeza a los inútiles que trabajan para el, haciéndoles saber que si la fiera no está, el lobo vuelve a tener el poder.

–Llama al maldito hacker que conseguiste para ella porque ahora trabajará para mi – le ordenó a Lenin – Christine tiene que aparecer porque de no hacerlo el maldito mundo entero ardera en llamas – sentencie.

–Como ordené jefe – comento Lenin encaminándose a la salida – y usted cree poder hacer algo desde esa silla – preguntó y en mi sistema dejo de correr sangre para correr fuego.

–Si digo que vamos a prenderle fuego al mundo pues le prendemos las preguntas están de más – le informe levantándome de la silla con un salto que me dejo en su ubicación colocándole el arma en la frente – más hechos y menos palabras Lenin por Christine y mi hijo hasta al muerto revivo – informe mientras el hombre me miraba con asombro.

–Hagamos del mundo un infierno jefe – sentenció abrazándome efusivamente.

¡El Renacer Del Lobo Había Llegado!

Luego de que media hora transcurriera tenía toda la información que necesitaba recopilada, levantándome inmediatamente para dirigirme a mi primer destino, Argentina ya que ese fue el primer lugar que piso la rubia antes de desaparecer y por parte del maldito de su padre cualquier cosa se puede esperar, pero ese en algún momento tendrá que pagar.

Tierras Argentinas aparecen a mi vista y bajo del auto con dos armas en mis manos dispuesto a todo, camino directo al mostrador abriéndome paso entre las personas que apenas me ven empiezan a correr alarmando a los guardias de seguridad sobre mi invasión pero antes de que puedan llegar a mi, levanto mis armas y apunto en dirección a ellos disparando sin piedad a todo el que se me atraviese hasta llegar al mostrador donde un aterrorizado hombres intentaba esconderse.

–Has visto a esta mujer por aquí – pregunto estampando la foto de Christine en el vidrio – te hice una pregunta maldito infeliz – le grito disparando muy cerca de el.

–No señor – responde temeroso – ella tiene prohibida la entrada a este lugar  – dice titubeando y dos impactos en sus ojos le demuestran que de mi rubia nadie podía hablar.

–Desde ahora la entrada al mundo la tienes tú maldito infeliz – respondí impactando un tercer disparó en su frente y partiendo del lugar dejando una linda masacre en el.

El Lugar Equivocado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora