Capítulo 3- Ryouka

298 30 16
                                    

Estaba perdiendo. Notaba como cada día mi odio hacia Lance se reducía y eso no me agradaba lo más mínimo. Había matado a uno de mis mejores amigos y a mi familiar, había hecho mucho daño a mis seres queridos, nunca sería capaz de perdonárselo. Por otra parte me estaba ayudando a salir del fondo del abismo en el que me encontraba, y eso tampoco podía ignorarlo, me daba mucha atención y realmente estaba agradecida por ello. Pero, ¿cómo podía saber que me ayudaba con buenas intenciones? ¿podía confiar en él? Mi mente estaba hecha un lío, encima Nevra ni se acercaba a mi, aunque lo agradecía, la verdad, necesitaba intentar organizar mis pensamientos y tener a ese vampiro dando vueltas alrededor de mi no ayudaría en absoluto.

En cambio físicamente me sentía mucho mejor, habían pasado dos semanas desde mi conversación "profunda" con Lance, y mi estado había mejorado considerablemente. Finalmente me habían mandado de expedición junto algunos de mis compañeros de guardia, por lo que también comenzaba a sentirme útil. Sin embargo hacía ya 6 días que Lance partió a una misión y ya debería haber vuelto. Me estaba empezando a preocupar inconscientemente, le buscaba sin darme cuenta por todos lados. No tenía nada que hacer y tampoco podía entrenar, ya me sentía extraña si no era con él.

Estaba sentada bajo el Árbol Centenario mientras todos esos pensamientos rondaban en mi cabeza hasta que Mathieu me hizo volver en mi.

—¡Hey Ryouka! ¡Aquí!—agitaba sus brazos. No me caía bien ese chico, me era irritante en varias ocasiones. Le saludé.

—Hola Mathieu, ¿me buscabas?

—Sí, yo.. eh me preguntaba si querrías entrenar conmigo, he oído que desde que Lance se fue no has vuelto a entrenar. —no, claro que no quería entrenar con él, y de tal caso que me apeteciese hacer ejercicio acudiría a Jamón.

—No, gracias Mathieu, estoy bien—le sonreí cordialmente y me sacudí las ropas.

—Venga Ryouka, no te resistas, sé muy bien que tienes ganas.—me reí nerviosa a modo de respuesta.

—No me encuentro muy bien, así que mejor para otro momento.—me levanté, dispuesta a huir de esa situación que me empezaba a resultar incómoda.

—Verás como entrenando te mejoras.—se acercó a mi, abriendo los brazos y yo me estremecí.

—De veras que no me apetece Mathieu, yo-..—una voz detrás de Mathieu apareció y yo la reconocí al instante.

—Creo que te ha dicho claramente que no quiere, Mathieu. —Lance estaba ahí, plantado de brazos cruzados y fijándole una mirada seria y de algo que no supe interpretar.

—Oh.. ¡hola Lance..! No sabía que habías vuelto..—parece mucho más sumiso cuando Lance está cerca. Tuve que reprimir una pequeña risa por aquella situación.

—Sí, ya lo ves, estoy aquí. Y ahora lárgate, Huang Chu te necesita. —le soltó una última mirada fulminante y Mathieu se fue avergonzado. Lance finalmente se giró hacia a mi y me miró. Noté calor en mis mejillas, no era posible. Sonrió y mis labios se curvaron demasiado hacia arriba de lo que me gustaría admitir.— Hola Ryo. —dijo simplemente, y su sonrisa se amplió. Era la primera vez que me llamaba así.

—Hola —dije acercándome a él— me alegra saber que no has sido comido y desgarrado por alguna criatura.—bromeé, y él soltó una carcajada.

—Oh vamos, no me vengas con esas, ambos sabíamos que te alegrarías si eso hubiera pasado.—siguió sonriendo y acercándose a mi. Antes de que nos diéramos cuenta nos estábamos abrazando. Lance era mucho más grande que yo y me costaba rodear toda su espalda con mis brazos.

Antes de que uno de nosotros pudiera decir algo, Leiftan apareció, interrumpiendo nuestro intercambio de miradas.

—Huang Hua quiere verte, Ryouka.—dijo secamente, al ver que Lance estaba ahí, a mi lado, sonriendo. Me extrañó ver a Leiftan, a estas alturas ya había asimilando que me estaba ignorando, aunque no sabía muy bien el por qué.

The night we met.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora