-No tengo tiempo de hablar ahora- dije entrando a mi habitación y cerrando la puerta. Él volvió a abrirla y yo rodeé los ojos.
-TE ACOSTAS CON ÉL- dijo molesto.
-Y porqué te importa, vuelvo a repetirlo, TENES NOVIA HOLLAND- grité cansada. De mi ropa, saqué un pantalón mom, y una remera holgada con estampa difuminada y una maya, no estaba segura de meterme al agua, ya que, aunque sea verano, hacía algo de frío a la noche y la dejé en la cama.
-Te gusta?- lo miré incrédula.
-Y eso a que va?- lo miré cruzándome de brazos.
-No se.. es...- se rascó la cabeza.
-Estas celoso- confirmé.
-No lo estoy- se defendió.
-Claro...- rodeé los ojos- me voy a bañar, y cuando me salga, quiero que te desaparezcas- dije mirando sus ojos. Entré al baño y abrí la llave del agua, agarré dos toallas y las dejé en el colgador.
Me saqué la ropa y esperé a que se caliente el agua, olía a sexo y la verdad no me gustaba oler así.
Me metí en la ducha y mi cuerpo de a poco se calentó y mis músculos se relajaron.
Terminé de ducharme y envolví mi cuerpo con una toalla y al salir Tom ya no estaba... por suerte.
Me cambié y agarré mi ropa sucia y la dejé a un costado, después iba a buscar el lugar de lavado.
Agarré mi libro, mi celular, mis auriculares y salí del cuarto.
Llegué al comedor, el cual era enorme y una señora estaba poniendo la mesa, ella me vio y sonrió amable.
-Algo para tomar?- preguntó, yo negué.
-No, gracias- ella asintió.
-Hola- dijo alguien detrás de mi.
-Literalmente hay mas de 20 hectáreas en este lugar, no puedo estar sola?- dije molesta al mirarlo.
-Venía a ofrecerte jugar al ajedrez- dijo mostrando una caja.
-No hay otra persona?- me miró unos segundos- juguemos entonces- me senté en una de las mesas.
-Celene, te podría pedir un gin?- ella asintió.
-No es muy temprano para beber?-
-No en Londres- sonrió- además en una hora vamos a almorzar- dijo y empezó a acomodar las piezas.
-Solamente vamos a jugar? Nada de interrogatorios o quejas o algún que otro comentario?- pregunté.
-Nada de eso, solamente dos hermanastros jugando a la canasta como dos abuelos- sonrió, yo lo miré sorprendida, pero no le tomé importancia, en eso Celene llegó con el trago de Harrison.- gracias, vos queres algo?- negué, ella asintió y se retiró.
-Entonces, empecemos- dije y el juego empezó.
Había pasado una hora y seguíamos empatando, Harrison era bueno, pero mi madre me enseñó a jugar muy bien, solamente me quedaba el caballo, cuatro peones, dos torres, un alfil, el rey y la reina. Harrison solamente le quedaban dos peones, un caballo, una torre y a la reina, ya había matado al rey.
-Hace mucho no jugaba- dijo él riendo.
-Somos dos-
-Papá te enseñó?- negué.
-Mi madre, era muy buena en los juegos de estrategia- dije haciendo un movimiento, estaba muy concentrada la verdad
-Les gustaba jugar?- asentí