Un año y cuatro meses después...
-Tranquila- dijo Harrison al ver que mi pierna no paraba de moverse.
-Es que no llegamos más - dije media molesta y ansiosa.
-Vamos a llegar, ya escuchaste, en 10 minutos aterriza el avión- yo asentí y miré por la ventana.
Había pasado ya un año y no podía creerlo, Tom y yo nos vamos a casar.... ahora.
Mis manos sudaban, mis piernas no paraban de moverse y yo quería saltar del avión y correr.
Decidimos darnos un poco de espacio con Tom, pero no funcionó, ya que, empezábamos con tres llamadas a la semana y una videollamada y ahora nos llamamos cada hora mientras se acercaba la fecha.
Visité a mi hermana unas cuantas veces para las medidas de los vestidos y del mío, no quería un vestido la verdad, pero ellas insistieron y terminé diciendo que si, no hice nada más, dije que no queríamos nada exagerado, pero nuestros padres no nos escucharon e hicieron lo que quisieron, así que, lo dejamos en mano de ellos.
Vamos a casarnos en California, toda nuestra familia y amigos viven en Estados Unidos, Jane, Stella, Francis, Alex, Kate, Katherine y Milo viven en California, Washington y Texas. Era un poco alejado, pero no en otro país por suerte.
-Damas y caballeros ya pueden sacarse sus cinturones de seguridad y...- Fui la primera en pararse, me di la vuelta y Harrison tiró mi bolso y mi almohada- estás bien?- preguntó.
-Me voy a casar... ahora- dije sonriendo.
-Wow eso es increíble- asentí.
-Es por eso que tengo que llegar ahora, cuando se van a abrir las puertas?- pregunté mientras me ponía mi mochila y me acomodaba.
-En un minuto-
-Un minuto tuyo o un minuto mío o un minuto del avión?- dije ansiosa.
-Un minuto- asentí y miraba la puerta esperando a abrirse.
La azafata abrió la puerta y yo salí corriendo al pasillo.
-______- gritaban mi nombre, pero no escuchaba, yo quería salir de ese aeropuerto.
-QUIETA- Kyle me levantó y me tiró al piso como si fuera un jugador de futbol americano.
-Gracias- dijo Harrison agitado.- ______, ya vamos a llegar, estamos a quince minutos de la casa, y todos ya están ahí, así que, vamos a ir tranquilos y vamos a llegar tranquilos y si no te calmas soy capaz de lo que sea- sonrió impaciente- te vas a calmar?- asentí- ya la podes levantar- le dijo a Kyle y él me levantó.
-Ahora, vamos a ir al auto a dejar todo y no vas a hacer nada más- volví a asentir- además, faltan dos horas para la ceremonia, vamos a llegar-
-Se notan mis nervios?- ellos me miraron incrédulos.
-No- dijeron al mismo tiempo y con sarcasmo.
-Ya entendí, vamos-
Llegamos al auto de Jane que nos prestó para ir y volver del aeropuerto y dejamos nuestros bolsos en el baúl.
Yo me subí de copiloto, Kyle de piloto y Harrison atrás.
El camino para los chicos fue tranquilo, ellos hablaban y se reían, para mi, era como cuando volvías a tu casa y te daban más ganas de ir al baño cada que te acercabas un poco más.
Llegamos a la casa de mi padre y ya estaba todo decorado por fuera, me sorprendí al ver el lugar, me acuerdo que no disfrutaba de nada acá y ahora era algo totalmente diferente decirle hogar o incluso decirle familia.
