El sábado a la noche, no la pase tan mal. El único problema fue que llegué tarde a casa por llevar a JiSung y a MinHo totalmente embriagados. Al diablo lo que me habían prometido.
Ese chico peligris...Felix, no me lo esperaba en esa fiesta y mucho menos que sea amigo de JeongIn. Cuando lo ví delante mío, no pude evitar sonrojarme y recordar aquel momento en el que me quedé mirándolo en la cafetería.
Cuando nuestras manos se tocaron, sentí una sensación de cosquilleo que jamás había experimentado, fue todo tan raro.
Entonces él sonrío. Formando con sus labios una larga y fina sonrisa, dejando a la vista cada uno de sus dientes blancos y perfectos. Sus mejillas adornadas con esas pequeñas manchitas, haciendo parecer que había constelaciones en estas.
Contacto visual.
No sé que cosa me produce sus ojos en mi interior, si es la mirada penetrante del color café o el brillo en sus pupilas. Pero había otro chico; un pelinegro que no lo dejaba de mirar.
No, eso a mí no me tiene que importar.
Ese chico debe ser una persona muy superficial y a mi no me gustan esas personas.
Hoy recibí el pago mensual de mi trabajo, así que voy por comida para llevar a casa.
Estoy caminando por las calles de Seúl, totalmente iluminadas, ya es de noche y el frío viento me pega directo en la cara.
El único supermercado cerca, es muy caro, parece que solos los ricos vienen aquí. Voy a hacer el intento de que el dinero me alcance. También necesito para los medicamentos de papá. Las puertas detectan que estoy a punto de entrar y se abren.
Lo que veo son personas vestidas con ropa de marca, poniendo productos en su carro de compras como si no hubiera un mañana. Cómo me encantaría hacer lo mismo.
Me dirijo hacia la sección de frutas. Agarro un par de naranjas y plátanos, luego me dirijo para agarrar arroz y algunas galletas para desayunar mañana.
A Yeji le encantan esas galletas con chispas de chocolate, pero para mi mala suerte, se encuentran por encima de mi y debido a mi altura no logro alcanzarlas.
Intento tras intento, sigo fracasando. Hasta que una mano agarra el paquete y me los pasa.
-¡Gracias! -digo dándome la vuelta, hay tanta cercanía entre él y yo, que al levantar mi mirada y darme cuenta de quién es, lo único que consigo es sonrojarme.
-Hola-Felix, posa una mano en mi barbilla haciendo que lo mire de nuevo-¿Me recuerdas?-su rostro forma una sonrisa.
-Hola-trato de alejarme de él poniendo las galletas en mi carro, pero me sigue.
-¿Vives por aquí?-pregunta, agarrando su carro y posicionándose a mi lado.
Aunque yo mirase hacia el frente, siento su mirada en mi.
¿Cómo le digo que vivo en un barrio pobre y para nada prestigiado como el suyo? ¿O que mi casa es del tamaño de un maní?
Trato de borrar todos esos pensamientos, ¿Qué le importa dónde vivo?
-No, solo pasaba por algo de comer-digo, tratando de ser cortante pero haciendo contacto visual.
El brillo de sus pupilas es tan lindo.
-¿Te diriges a tu casa?-nos ponemos en la fila para pagar-¿Quieres que te lleve? Tengo tiempo y no acepto un "no" como respuesta.
Estoy acabado.
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Él Debe Ser Mío¹ LixJin Adaptación
Fanfiction-Déjame ir- dijo con esa voz ronca, esa que a mi tanto me gusta- ¿Me escuchas Felix? Déjame ir-. -No hasta que me mires a los ojos y me digas que no sientes nada por mi. Mi corazón acelera, en cualquier momento puede salirse de mi pecho. Pero HyunJi...