Él Debe Ser Mío¹ LixJin Adaptación

≠Dilo de nuevo≠

Siempre he disfrutado de estar solo. Sin nadie molestándome, sin ruidos, sin nada.
Y mucho menos con mi madre. Hace unos dos meses que no pisa ésta casa, por mí bien, pero tampoco ha llamado o al menos que yo lo sepa.

Cada vez que mi madre se iba, enseguida armaba una fiesta o buscaba alguna, para embriagarme y follarme al que se me cruzase.

Pero apareciste tú y todo eso se acabó de inmediato.

Por eso ahora, ya no disfruto los días solo, no desde que me enamoré. Lo que quiero es pasarlo contigo cada minuto, ¿es eso loco? Es como si me naciera una necesidad en mí corazón, en mis ojos, en mi boca, en mi piel... Como si mi cuerpo te necesitara a cada segundo.
¿Cómo manejar eso? Solo ayúdame a controlar mis sentimientos que cada vez crecen más.

Oh, mierda, te amo cada vez más.

Y eso es algo nuevo, para mí, mí corazón, mí mente... Y todos estos sinfines de emociones y ganas de matarte a besos, que aún crecen.
Y aún no entiendo el por qué. Pero de eso se trata, ¿no?
El amor en sí es solo un montón de preguntas que atormentan tu psiquis. Tratar de encontrar las respuestas a las constantes cuestiones que inundan casi todo mí cuerpo, es el más grande por qué de todas mis preguntas.

Pero todas mis respuestas están contigo, ¿no es así? En tus ojos, en tu sonrisa y en como me abrazas cuando vemos una película que claramente acabo dormido.

Porque tú, eres mi calma luego de la tormenta.

¿Tienes respuesta del por qué eres mi persona favorita? ¿O mí lugar seguro? ¿O del por qué tu voz suave me tranquiliza? ¿O cada vez que me guiñas el ojo, mis piernas tiemblan? ¿O por qué me dominas tan fácilmente cuando no he dejado a nadie que lo haga?

Efecto Hwang HyunJin, sí.

Ahora lo entiendo. Me has cegado de una manera hermosa e inesperada, pero solo fue porque yo caí ante tí y me descuidé.

Pero fue el mejor descuido que he tenido.
Tal vez no he actuado como un desastre ante tí y es por eso que has sabido como amarme.
Y ese es mi mayor problema.

—¿Qué haces con esto, Felix? —HyunJin aparece por detrás y me quita la bolsa de papas fritas.

—¿Por qué me lo sacas? —me apoyo contra la mesada de la cocina y disfruto de sus ojos color café—. Están deliciosas —trato de alcanzarlas pero él aleja el paquete.

—Son mías, ¿desde cuando puedes comerte mi comida sin mí permiso? Además de que estuviste enfermo hace apenas dos días —su expresión es graciosa porque trata de hacerse el molesto.

—Desde que estamos juntos —trato de alcanzar una vez más pero no me deja—. Vamos amor, comparte.

—Lo iba a hacer, pero te has comido ya la mitad, eso no es justo —forma un puchero con sus labios y acerca la bolsa para ver el contenido—. Mucho más que la mitad —le saco las papas de las manos y las dejo a un lado.

—Lo siento —me acerco a él para besarlo, pero tampoco me deja—. Ya amor, perdón —bajo mis manos hasta sus muslos para tomarlo con fuerza y dejarlo sobre la isla.

—¡Felix! —pasa sus brazos por mi cuello y mis dedos acarician su espalda, por debajo de la camiseta.

—¿Puedo follar tu lindo culo? —sonrío ladino y su cara se pone roja.

—No, estoy enojado, muy enojado —largo una pequeña carcajada.

—¿Qué tengo que hacer para que me perdones? —me acerco a sus labios.

—Si me compras otras, te perdonaré.

—Hecho —muerdo su labio inferior para luego profundizar en un beso—. Eres un manipulador, ¿lo sabes?