≠ Te amo 𝟐/𝟐≠

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Él me roba el control.

El de mis pensamientos, el de mi hablar, con cosas que no he dicho antes, a nadie.
Él roba mi respiración y me la devuelve cuando solo me besa o está junto a mí.

Robó por completo mi corazón.

Todo lo que hizo por mí, nadie lo haría mejor.

-¿En qué piensas? -apoya una mano en mi pierna, deshaciendo cada pensamiento.

-En nada-tomo su mano y entrelazo los dedos.

-Seguro pensabas en mi-voltea a mirarme, sonriente.

-¿Me prometes algo? -lo miro.

-Claro, amor.

-¿Prometes no meterte en el baño y no...

-¿Excitarte? - asiento con el rostro enrojecido-. Trataré.

-Promételo, Felix -aprieto un poco más su mano.

-Está bien, no entraré al baño a follarte-para en un semáforo y los dos volteamos la vista hacia el frente.

-¿Prometes no mirarme?-arranca el vehículo, doblando hacia la izquierda, estacionando en la cafetería-. Me pones nervioso-me mira sonriendo y agarra mis mejillas.

-Eso, nunca-besa mis labios. Se aparta para quitarse el cinturón.

Busco mi mochila y salgo del auto. Felix me sigue por detrás, rodeando mis hombros con su brazo, mientras abro el lugar.

-Iré a cambiarme-trato de ir al baño pero él me lo impide.

-¿Te ayudo?-sonrie pícaro, para luego dejar un beso en mi mejilla.

-Felix, ¿Qué fue lo que te dije?

-Amor, solo dije ayudarte a cambiar de ropa, no ir a follar-agarra mi cintura y me atrae a él-¿En la promesa también decía que no debo follarte en la cocina?

-En ningún lugar de aquí, ¿Entiendes? -agarro con mis manos su cuello y dejo un beso en sus labios. Salgo de sus brazos para ir a cambiarme.

Mierda, me hace perder el control por completo.

Me quito la camisa blanca, doblandola con cuidado, devolviéndola a la mochila. La reemplazo por una camiseta negra, colocándome el delantal por encima.

Salgo nuevamente hasta la cocina. Prendo las cafeteras, llenándolas con granos de cafés.
Miro de reojo a Felix, quién ya está mirándome, y si, me pongo nervioso.

Corto algunos trozos de pastel y lleno el plato de muffins de muestra
Agarro un trapo y un poco de desinfectante para limpiar las mesas. Comienzo a bajar algunas sillas, sintiendo la pesada mirada de mi novio.

La madera negra comienza a brillar cuando paso el desinfectante.
A veces, este trabajo es muy cansador. Ya no sé de dónde saco fuerzas para esto.

Trato de limpiar otra mesa, cuando siento que Felix se pega a mí, abrazándome por la cintura. Con nuestros cuerpos pegados y su respiración en mi oído, empieza a tocar mi abdomen por debajo de la camiseta.
Cierro los ojos ante su tacto.

-¿Qué sucede, amor? ¿Te excita? - susurra.

Me giro sobre su cuerpo y lo miro serio.

-Ya te dije, no es el lugar, Lixie-aunque, hay que admitir que me gusta.

-No hay nadie - muerde el lóbulo de mi oreja.

-En cualquier momento, JiSung y MinHo van a estar aquí y los clientes.

Él Debe Ser Mío¹ LixJin  AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora