Notas de otoño [Vminkook Au]

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Ya tenían un buen rato desocupando las cajas y maletas, haciendo que se cansaran, acordaron terminar de acomodar la ropa y después fueron a la cocina por un poco de agua. Taehyung estaba sentado en una de las sillas de la pequeña isla que estaba al centro de la habitación y Jungkook buscaba unas galletas para ofrecerle a su roomie, en uno de sus movimientos terminó tirando el contenedor del cereal, Taehyung se levantó rápido para ayudarlo a limpiar y después seguirlo con su búsqueda, preguntó en donde estaban las escobas y fue por una, limpió y acomodó el desorden causado. Jungkook estaba en el suelo golpeándose mentalmente por su torpeza, el castaño al darse cuenta se acercó a él para calmarlo.

— Tranquilo, sólo estabas estresado y tal vez ansioso...

— Pero te hice limpiar mi desastre. — Kook, no pasa nada, además esto será frecuente, recuerda que ya no vives solo y tampoco te voy a dejar con toda la limpieza del departamento.

Taehyung se agachó un poco para quedarle a la altura del rostro, se estaba terminando de acercar para abrazar al contrario cuando

Jungkook se movió demás e hizo que sus labios impactaran accidentalmente, ambos impresionados por la situación tardaron en reaccionar, no emitían palabra alguna por lo que seguían cara a cara, sintiendo como sus respiraciones chocaban, ninguno de los dos retrocedió. Era tanta la tensión del momento que nuevamente se acercaron para juntar sus labios, sintieron como levemente rozaban sus narices y en ese momento Jimin llamó a la puerta, provocando que el ambiente que había en el lugar desapareciera con la misma velocidad con la que se creó.

El de cabello azabache ayudó a levantar a su acompañante, se dirigió hacia la puerta y con una sonrisa nerviosa dejó pasar a Jimin y al alegre cachorro que lo acompañaba.

El más bajo saludó a su otro amigo, desató a Yeontan de la correa para que fuera a donde su dueño estaba, parecía que el recién llegado no sabía nada pero el ligero sonrojo de Taehyung ayudó a que Jimin se hiciera una idea de lo sucedido, les otorgó una sonrisa cargada de complicidad y después se dispuso a sacar la comida de la bolsa que traía.