Amor revelado

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Los pasillos de hexside se llenaban de hermosos acordes. las cuerdas de los violines invitaban a todos a callar, el retumbe de los tambores adentraba a todos a lo que se avecinaba, y suaves y armoniosos soplidos de las flautas hipnotizaban a todo el privilegiado de escucharlas. y por último, la joya de la corona, la voz más hermosa y divina que alguna vez hubiera escuchado hexside o cualquier otra escuela mágica de todas las islas hirvientes.

Una voz tan dulce y angelical, que si uno despertará de un profundo sueño y la escuchara, creería que ha muerto y está siendo recibido por un ángel en el paraíso, y si la escucharas en alta mar, temerías por tu vida pensando que las traicioneras sirenas han decidido hundir tu navío.

No podían ser nadie más que skara Lirachelo y el resto de la clase del bardo.

Durante años hexside había tenido a los mejores bardos entre sus filas, siempre asegurando que el líder del aquelarre del bardo sería un hexsidiano, y ahora, esas esperanzas eran depositadas en la mejor alumna de la clase, skara.

No se había escuchado voz más bella que la de ella en los pasillos de hexside durante al menos treinta años, y escucharla cantar era todo un regalo, sobre todo para un chico de la clase de ilusiones, que pasaba sus horas libres frente al salón del bardo para escuchar a esa chica morena cantar. Agustus porter.

Para gus, skara no era solamente la mejor estudiante de las clases del bardo, ella era una diosa, su motivación para seguir adelante, si tenía algún problema que lo atormentara, solo escuchar a skara cantar era suficiente para librarse de su pesar

Oh, como anhelaba poder acercarse a esa chica, poder conversar, contar bromas o salir con ella, pero no, eso no era posible, ella tenía novio, y aunque no lo tuviera, era hija de una de las familias más poderosas de las islas hirvientes, nunca se fijaría en alguien como él, no arriesgaría el estatus de su familia por salir con el hijo de un reportero.

Pero tan solo escucharla era suficiente para él. y ahí estaba, escuchándola como todos los días, observando a esa bella chica que parecía ser la diosa del canto en el mundo de los mortales, cualquiera que pasara junto al ilusionista notaría inmediatamente su sonrisa boba y sus ojos perdidos y adivinaría inmediatamente que está enamorado.

Gus estaba tan concentrado en la chica, que no notó cuando sus amigas llegaron a saludarlo.

-hola gus, ¿qué haces? —saludó luz sin tener respuesta —. ¿gus? —volvió a preguntar la latina sin respuesta nuevamente.

—¡gus, despierta! —ordenó willow chasqueando sus dedos frente a la cara del ilusionista.

—oh, chicas, ¿qué tal? —saludó gus despertando de su trance.

—¿en qué estabas pensando que no nos hacías caso? —preguntó amity —. ¿acaso pensabas en skara? —especuló la pelimenta con picardía.

—¿qué? pfff, no, claro que no, ¿cómo creen? —mintió gus tratando de desviar la atención del tema, aunque sin mucho éxito.

—awwww, gus, estás enamorado —dijo luz tiernamente.

—¡no es verdad!

—vamos gus, no nos mientas, somos tus amigas —dijo willow tratando de que el ilusionista sacara la verdad.

—de acuerdo, tal vez si me gusta skara, pero eso no importa, jamás si fijaría en mi, es de una familia poderosa, además, tiene novio —afirmó gus algo desilusionado.

—gus, tu única preocupación debería ser que como dices, tienen novio, que sea de una familia poderosa no es ningún obstáculo para el amor —afirmó la latina dándole una palmada de apoyo a su amigo.

—¿cómo estás tan segura, luz? —preguntó amity.

—en el mundo humano tenemos muchas maneras de entretenimiento de romances entre personas de la alta sociedad y clases más bajas, así que si algo se es sobre ese tipo de relaciones —aseguró luz.

—oh, ¿en-enserio? —preguntó amity sonrojada y nerviosa —. ¿y qué hay de relaciones entre gente de la realeza y clases más bajas? —volvió a preguntar más sonrojada aún.

—por supuesto que también pueden darse, el amor no respeta clases sociales —declaró luz alegremente.

—oh, bu-bueno, eso es una gran información —dijo amity nerviosamente —. oh, miren nada más, te-tengo clase y debo... debo irme —finalizó la pelimenta corriendo mientras se sonrojaba.

—y parece que gus no es el único que está enamorado —notó willow dándole un codazo a su amiga.

—¿amity? ¿y de quién podría estar enamorada? —cuestionó la humana.

—no lo se, ¿cuántas princesas hay en esta isla como para que amity haya hecho esa pregunta? —willow estaba segura que luz se daría cuenta que la chica blight estaba enamorada de ella, aunque se equivocó, luz era tonta como una piedra en ese campo —. estoy rodeada de torpes —se quejó willow, después fue empujada por alguien.

—¡a un lado perdedora! —dijo una chica pelirosa con tres ojos, empujando a willow con su brazo para abrirse camino por el pasillo.

—¡oye! ¡ten más cuidado tonta! —gritó luz en defensa de willow.

—oh, ¿la humana quiere pelear conmigo? pfff, que tierno, pero vas a perder tonta —amenazó boscha preparándose para pelear.

—no te tengo miedo torpe —aseguró luz cerrando los puños.

—por favor chicas, no es necesario que peleen —comentó willow arqueando una ceja a boscha.

—agh, de acuerdo, de todas maneras, no pensaba desperdiciar mis fuerza contigo, princesa —afirmó boscha haciendo una pequeña reverencia a su contrincante para después retirarse.

—como la odio, algún día de estos la petrificare —chilló luz —. oye willow, ¿qué es lo que tienes ahí? —preguntó notando un pedazo de papel en la mano de la chica al darse la vuelta.

—no es nada —aseguró willow nerviosa, pero el ilusionista le quitó el papel de las manos —. ¡oye, regrésamelo!

—cena en "el canto del thunderbird" a las 7 p.m. —leyó gus impactado —. vaya, parece que amity y yo no somos los únicos que estamos enamorados, boscha también lo está —comentó el ilusionista.

—que tonterías dices, ¿boscha? ¿enamorada de willow? yo creo que estás tratando de desviar nuestra atención de tu situación amorosa —supuso luz, lo que willow aprovecho para recuperar el papel —. solo te diré que tengas confianza en ti mismo, y si el destino los quiere juntos, no habrá nada que impida que tú y skara estén juntos —afirmó la latina poniendo una mano en el hombro de su amigo.

—espero tengas razón en eso, aunque aún tenga mis dudas —finalizó el ilusionista echando un último vistazo al salón del bardo.

Una Ilusión musicalWhere stories live. Discover now