ADVERTENCIA🗣 Trio. ¡Jaebeom & Jackson & Jinyoung!
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SEIS MESES DESPUÉS. LONDRES.
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Jackson encendió su computadora y se instaló en su silla. Después de un largo día de trabajo, esperaba pasar la noche jugando. Sus amigos intentaron que saliera, pero él no quería. Quizás la próxima semana.
Llamaron a su puerta. Miró su teléfono para ver si algún amigo había intentado invitarse a sí mismo. Ningún mensaje. ¿Quién viene sin previo aviso estos días?
Jackson se arrastró hasta su puerta y miró por la mirilla. Sus ojos se abrieron por lo que estaba al otro lado: un hermoso hombre con cabello castaño y grandes ojos miel. Llevaba un pantalón de cuero que abrazaba fuertemente sus piernas y una camisa blanca de botones.
Abrió la puerta cuando el estaba a punto de tocar de nuevo.
—¡Oh! Hola—dijo con una cálida sonrisa. El miró detenidamente en el piso—. ¿Eres solo tú?
—Oh, sí. Estoy solo—¿Por qué había dicho eso? Era como si no pudiera evitar ser completamente honesto.
—Bien—El entró en su habitación, pasándole la mano por el hombro—. Eres muy lindo.
—Y-yo, eh—tartamudeó.
Él se veía bien, pero nunca le tocaban conquistas guapas.
—¿Cuál es tu nombre?
—Jackson.
—Hola, Jackson. Soy Jin. ¿Hazme un favor? Invita a mi novio.
—¿Qué?—Jackson miró hacia la puerta y uno de los hombres más intimidadores que había visto en su vida estaba llenando el marco de la puerta. Maldita sea, sus aura daba escalofríos. ¿De dónde había venido?—. ¿Qué es esto?
—Bueno—el pasó los dedos por su pecho—. Esperábamos que pudieras estar disponible para un trío.
A Jackson se le secó la boca.
—¿Un trío? ¿Contigo?
El se inclinó y rozó sus labios llenos contra el cuello de Jackson.
—Y con él. ¿Quieres?
Su mente estaba nadando, pero sería un tonto al decirle que no.
—Sí. ¿Es esto una broma?
—No. Ahora, invita a mi novio.
Jackson miró al hombre, que vestía una bonita camisa con botones y pantalones de mezclilla negros.
—Sí, pasa.
El hombre entró, cerrando la puerta detrás de él. Los ojos de Jackson se giraron hacia atrás mientras el otro continuaba besándole la piel y se sorprendió cuando su novio se unió, lamiéndole el cuello. A Jackson ni siquiera le iban los hombres... Su vacilación se desvaneció cuando el chico lindo cayó de rodillas y comenzó a descomprimir sus pantalones, trazando el contorno de su polla.
El miró a su novio.
—¿Te gusta él?
El hombre, el que besaba con el cuello de Jackson, tarareó la aprobación. ¿Qué estaba pasando? ¿Y por qué a Jackson no le importaba que sucediera? Su cuerpo estaba en llamas y deseó que el chico lo pusiera en su boca. Él ya estaba dolorosamente duro.
El sonrió y sus ojos brillaron.
—Sabía que lo harías, cariño. Aliméntate.
Jackson comenzó a flotar y solo había dos sensaciones que podía sentir: un dolor agudo en el cuello, como si el hombre lo hubiera mordido, y el placer de los cálidos labios envolviendo su pene.
Él estaba en el cielo, y a juzgar por los gemidos de sus compañeros, ellos también lo estaban.
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