Capítulo 8: " Împerecherea"

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Emma Woods

Es extraño, no he visto a su majestad últimamente, ¿le habrá pasado algo?, no creo, es un vampiro, uno de los demonios más poderosos, no creo que sea algo físico, le preguntaré a Aesop cuando venga, hoy le enseñaré a hacer una tarta de cereza.

Aesop: Perdón por llegar tarde- le falta el aire, eso significa que vino corriendo.

Emma: Descuida, apenas estoy sacando los ingredientes- una vez que me aseguré de que tenía todo listo..-muy bien, empecemos.

Empezamos por lavar las cerezas y "deshuesarlas" por así decirlo, después en un recipiente añadimos un poco de azúcar, y dejamos que las cerezas suelten su jugo, después añadimos las semillas de vainilla y la fécula de maíz, después la removimos, después de eso seguímos con la masa, cortamos la mantequilla en cuadritos, y la colocamos en mi recipiente redondo, después de eso añadimos la harina, otro poco de azucar y una gota de sal, mezclamos todo, Aesop añadió agua y zumo de limón, para que la masa quedara suelta, porque en un principio eso parecía arena.

Después cada uno agarró un poco y formamos 2 porciones, la base y el enrejado. Envolvimos cada porción hasta que se endureciera, cuando ya estaba listo, lo metimos en el horno y esperamos.

Emma: Oye Aesop, ¿dónde está su majestad?, no lo he visto en estos días.

Aesop: Se fue a completar una imsión con sus aliados, volverá pronto.

Una vez que estuvo listo, estiramos la masa un poco, colocamos la masa de tal forma que no se pegue al molde, regulizamos los bordes, rellenamos la tarta con las cerezas, después hicimos las tiras, las colocamos encima del relleno, la volvimos a meter al horno, y una vez que estuvo lista, esperamos a que se enfriara y después el almuerzo comimos 2 trozos.

Emma: Nos quedó bien- Aesop asintió con la cabeza- puedes llevartela, yo casi no como dulce.

Aesop: ¿De verdad?-asentí con la cabeza- gracias- nos la pasamos hablando de muchas cosas, en la noche le tocó devolverse al castillo, al principio pensé que no le iba a caer bien, desúés de todo, los exorcistas suelen ser distantes del pueblo, pero él es diferente, me alegro de tener un amigo más.

Joseph Desaulniers

Una vez que mi esposo regresó a casa me alivié, pero me puse nervioso, si he tenido que luchar con algo en esta forma es el celo, antes me aguantaba, es muy doloroso, pero ahora que tengo pareja, me da nervios, no quiero obligarlo, hasta él me diga que está listo, hasta entonces quiero que se sienta cómodo.

Aesop: Ya llegué- una vez que sentí el olor de su sangre, empezó mi duelo entre mis instintos y mi razón- traje tarta de cereza, ¿quieres?

Joseph: Si, un trozo- fue a la cocina, tal vez si como un poco se me olvidará esto, o al menos dejaré de recordar esta sensación por un tiempo, una vez que regresó me la entregó- gracias- comimos en silencio, cuando terminé mi trozo regresó a la cocina, aproveché y me preparé para dormir.

Aesop: ¿Ya te vas a dormir?

Joseph: S-si- me cuesta decir las palabras, esto no es bueno, él también se preparó para dormir y una vez que se acostó a mi lado, las ganas se hacían más fuertes.

Aesop: Amor, ¿estás bien?- tocó mi frente.

Joseph: Cielo, yo..en esta forma, tengo mis episodios de..apareamiento, pero no quiero que te incomodes- me iba a parar de la cama, pero Aesop tomó mi hombro.

Aesop: Si quieres no tengo ningún problema- tomó mi mano, y yo apreté su agarre, tomé sus mejillas y lo besé, a medida que el beso se profundizaba, me puse encima de él y caímos nuevamente en la cama, poco a poco nuestra ropa quedó en el piso, me detuve un momento a mirarlo, su cuerpo es hermoso, su traje de exorcista oculta un cuerpo perfecto, delgado, de la nada el recuerdo de aquella vez, cuando lo ví con una toalla que apenas ocultaba su cuerpo, enloquecí.

Mientras besaba su cuello exploré ese cuerpo con mis manos, su piel es tan suave, jamás me imaginé algo así, a medida que besaba y dejaba mis marcas en su cuerpo, me calmaba escuchando sus suspiros, cuando jugué con sus pezones, los lamía y los chupaba, sus suspiros se convetían en gemidos leves, un deleite, cuando bajé a su entrada lamí un poco, después me aparté, lamí mis dedos y lentamente fuí preparándolo, al ver que se acostumbraba metí el segundo, pero está vez mi objetivo es buscar su punto, su fuente de placer, cuando lo encontré se estremeció un poco.

Joseph: Descuida mi amor, apenas estamos empezando- una vez que se acostumbró, metí el tercer dedo y me concentré en ese punto, dando pequeños masajes, sus piernas temblaban tanto, una vez que estaba húmedo y un poco relajado, me froté un momento para calmarme, no quiero lastimarlo, una vez que me sentía mejor, lo miré, sus ojos estaban un poco llorosos- ¿listo?- se aferró a mi espalda y asintió con la cabeza.

Una vez que logré entrar lentamente, esperé a que se acostumbrara, besé sus mejillas y su cuello, él empezó a acariciar mi cabeza, cuando me avisó que ya estaba mejor, empecé con movimientos lentos para que se acostumbre, a medida que pasaba el tiempo, mis embestidas aumentaban, los gemidos de mi amado eran constantes y más excitantes, el calor en la habitación aumentaba más, y eso que estamos en verano, pero lo que más me gusta es que su interior es cálido y tan apretado, cuando estaba en mi límite, abracé a Aesop, él se aferró más a mí, sus piernas rodearon mi cintura y me vine dentro de él, es mío...nos acostamos en la cana y nos arropamos con una sábana.

Joseph: ¿Te gustó?

Aesop: Si- acariciaba mi pecho mientras yo acariciaba su cintura.

Joseph: Si mañana te levantas adolorido, no te preocupes, te puedes quedar aquí- asintió con la cabeza y el sueño nos ganó, pero no he mordido su cuello aún, esperaré a recuperar mi forma original para probar su sangre, si su cuerpo es una belleza, su sangre debe ser un deleite.

Hasta el próximo capítulo....

El fin de semana voy a estar fuera, así que esperen al martes ;3

Symphony of The VampireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora