Capítulo 16: " Îapoi Acasa"

97 5 0
                                    

Aesop Carl

Llegó el día, ya es hora de volver, me imagino como se pondrá Joseph cuando vuelva, me aseguré de llevar todo, salimos de la habitación y paramos en la entrada del lugar.

Naib: Amm, fue un gusto estar con ustedes, gracias por todo- nos abrazamos y nos fuímos con lágrimas en los ojos.

En el camino todos lloramos, de verdad nos dió duro separarnos, pasamos 3 meses de aventuras inolvidables, hasta yo estoy llorando, una vez que vimos el castillo de mi esposo cerca, fuimos a un rio que estaba cerca y tratamos de limpiarnos la cara, para al menos ocultar las lágrmias que marcan nuestro rostro, cuanod ya nos veíamos mejor, seguimos caminando, entramos y...cada uno tomó su camino para buscarlos en la mansión.

Empecé a caminar, no está en la habitación, que raro, juraba que estaría aquí, seguí buscando, en su salón de armas...tampoco, seguí buscando, al final llegué al jardín, caminé por los caminos de piedra, veo que Joseph ha estado cuidando mis flores, que bello de su parte, debo darle las gracias, cuando no lo ví, pensé en entrar a una habitación que hace mucho que no visito, entraba cuando necesitaba dormir después del entrnamiento, no iba a mi habitación porque me encanta que Joseph me busque, veo que ahora es al revés.

Entré y la puerta se cerró por detras, aquí estás, ahora debo encontrar tu escondite....debajo de la cama...no, detrás de las cortinas..no, solo me queda revisar el baño, entré y revisé la bañera.

Joseph: Hola- me tomó de los brazos y caí encima de él, me quitó el tapabocas y me besó, a medida que profundizaba el beso, más me gustaba, exrañaba esto- te extrañe amor, no te imaginas cuanto- me abrazó y yo le correspondí.

Aesop: Yo también te extrañe mi amor- acarició mi cabello y besó mi cuello, pasó su lengua por mi piel.

Joseph: ¿Puedo?- pasé 3 meses fuera, te lo mereces.

Aesop: Esta bien- sentí sus colmillos perforar mi piel, ya no duele tanto como antes, siento más cosquillas- me haces cosquillas- acarició mi mejilla y lo miré a los ojos.

Joseph: Veo que ya no te duele tanto- tocó la herida, pero de verdad ya no duele- me alegra mucho, vamos a la habitación.

Aesop: ¿Dónde están los demás?- regresamos a la habitación, enseguida me dió sueño, veo que la caminata está haciendo su efecto.

Joseph: Ya se fuerona  casa, descuida, tus amigos están con sus parejas- me arropó y acarició mi cabeza- duerme amado mío, lo necesitas- cerré los ojos y caí rendido ante el sueño.

Al día siguiente...

Desperté, aunque el dolor de mis piernas no me dejó ponerme de pie, me hice un masaje rápido y con toda la resistencia que tengo, logré sentarme en la cama, pero debo completar el desafío de poner me de pie, traté de apotarme, pero inmediatamente me caía, volví a hacer el mismo proceso, pero no lo logré, aún tengo esperanzas, cuando logré ponerme de pie, las piernas me temblaron, pero lo logré, creo.

Joseph: Buenos días mi cielo- vió que mis piernas teblaban- ¿estás bien?, mejor quedate en cama.

Aesop: No, no, estoy bien- traté de caminar, pero apenas logré dar un paso, caí- no estoy bien.

Joseph: Ay amor- me cargó y me dejó en la cama- la caminata debió estar ruda para que terminaras así- me tocó las piernas y la retiré como pude- ¿te duele?

Aesop: Mucho- veo que me quedaré en casa.

Joseph Desaulniers

Me sorprendió que Aesop terminara así, debo mantenerlo tranquilo, cuando no puede realizar algo se pone de mal humor, y no me gusta cuando se pone así, no me mira ni me habla, es mejor que me quede con él, mientras él almuerza yo busco mi alimento, así no lo dejaré solo en la noche, aunque será curioso, jamás he pasado una noche aquí, no una completa al menos.

En la noche...

Listo, tengo reserva para 5 meses, quiero pasar mucho tiempo con Aesop, cuando regresé estaba leyendo, pero estaba acostado de medio lado, esto no es bueno.

Joseph: ¿Amor?, ¿Cómo sigues?- lentamente volteó, pero no se ve malhumorado, creo que aún puedo animarlo.

Aesop: Aún me duele- se retiró las sábanas, me encanta cuando está en camisón, puedo ver sus bellas piernas, se acercó al borde de la caba y trató de ponerse de píe, logró esa parte, ahora debe caminar- otra vez me tiemblan.

Joseph: Vamos, al menos 2 pasos- le extendí mis brazos, dió 2 pasos y cayó, pero alcancé a atraparlo- hiciste 2 pasos, ya es algo- lo recosté en la cámara nuevamente- hagamos una cosa, levanta la pierna y pon el pie en mi mano- lo hizo- ahora trata de empujar mi mano- le temblaba la pierna y el pie, pero no logró mover mi mano, ni un poco- dejemoslo así.

Aesop: Ojalá sea temporal- tomé su pierna y palpé el músculo- suave, me duele- lo hice más suave, por lo general el músculo suele estar suave, pero esta vez está como una piedra.

Joseph: Harás ejercicios, así volverás a caminar- nos acostamos en la cama y lo abracé, pero no podía moverse del dolor- dejame ayudarte- con toda la delicadeza coloqué sus piernas, haciendo que una quede encima mío, lo que más me encanta es acariciar sus piernas, pero le duelen, no sería apropiado.

Aesop: Puedes acariciarla, pero suave. 

Lo besé y lentamente puse mi mano sobre su pierna, inmediatamente empezó a temblar, empecé a acariciarlo con mis dedos, cuando el músculo dejó de temblar pasé mi mano, por fon puedo tocar su suave pie, aunque está un poco dura, pero no me importa, cuando volví a mirarlo se había quedado dormido, besé su frente y cerré los ojos abrazándolo.

Hasta el próximo capítulo.... 

Symphony of The VampireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora