Capítulo 23: " Stiind"

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Aesop Carl

El tiempo pasó rápido, Azrael está mejor ahora, sus ojos brillan al verme, cuando le da curiosidad de lo que estoy haciendo o comiendo, lo cargo mientras hago el almuerzo, a veces muelo una fruta o algo para que él coma.

Una vez que me tocó ir a la aldea por unas cosas, todos se enteraron, no podía dejarlo solo, así que se fue conmigo, Victor quedó fascinado, cuando dejé cargarlo, Arzael se puso a reír con él, así que le pedía  vistor que lo cuidara mientras tanto, cuando regresé Victor le estaba dando avena, me dió la receta y regresamos a casa.

Una vez que llegué le hice avena, se la tomó toda y quedó dormido, una vez que lo dejé en la cuna agarré un libro y empecé a leer mientras él duerme, cuando escuché pasos en la sala me emocioné, bajé las escaleras..

Joseph: ¡Amor!- corrí y lo abracé- ¿me extrañaste?- lo besé, el me correspondió y nos separamos por aire- veo que sí,  ¿qué hiciste?

Aesop: De eso mismo quería hablarte- tomé su mano y lo guié a la habitación, me están dando nervios en este momento, entré al cuarto con él y nos acercamos a la cuna, Azrael estaba despierto, Joseph me miró y lo miré- es Azrael...hace unos meses, estaba recolectando frutas, empezó a llover...lo escuché llorar, no pude dejarlo...

Joseph: Amor, esta bien- lo miré- no tengo el corazón para decirte que lo abandones, está bien- me abrazó por atrás- Azrael, nuestro hijo- dejé que lo cargara y Azrael le sonrió- es un demonio, no entiendo como la gente puede ser tan cruel, es adorable- Azrael me llamó con sus brazos, Joseph me abrazó y Azrael me pidió que lo cargara.

Joseph Desaulniers

Aesop debe cuidar  la aldea hoy, supongo que me toca cuidar a Azrael, será interesante, jamás he cuidado a un bebé, aunque tengo miedo...cuando era jóven jamás me hice cargo de mi hermana, ella se crió sola, no quiero que mi hijo me llegue a odiar por eso, o peor, que mi Aesop me llegue a odiar por eso. Miré a mi pequeño, duerme placidamente en su cuna, mejor aprovecho esto y haré las papillas.

Fuí a mi cuarto y saqué la cajita de Aesop, o más bien de su madre, entre las muchas recetas escritas que guarda encontré las papillas de Azrael, bajé con la de manzana, jamás hecho este tipo de cosas, después de todo solo me alimento de sangre, mi hijo y esposo son los que se alimentan de comida, fruta y eso, aunque es curioso que Aesop siga comiendo, pensé que dejaría todo por la sangre, aunque mejor para mí, tengo toda la sangre que deseo.

Muy bien, hagamos esto, primero partí la fruta, le saqué las semillas y luego empecé a molerla, aunque me costó mucho, cuando pensaba que ya estaba lo suficiente blanda, encontraba grumos, y no quiero eso, después d eun buen tiempo, y agua, logré hacer papilla, apenas escuché los sollozos de Azrael, subí volando hacia su cuarto, una vez que llegué, le acaricié la cabeza y dejó de llorar, agarré la primera cucharada y me la recibió, y así fue con todo el pote, que no era pequeño,  una vez que se llenó tomó mi blusa y jaloneó un poco de ella.

Joseph: Ya va criatura, espera un momento- dejé el pote y la cuchara en la cocina, regresé lo má rápido que pude y lo cargué, tocó mis mejillas y mi cabello- suave- no me gusta que me toquen el cabello, tengo una mala experiencia de mi hermana con respecto a eso, pero él fue diferente, solo jugó un poco y me abrazó- eres tan lindo como tu mamá.

Fuímos a la bilbioteca, puedo leerle algo, aunque su lenguaje sea técnico, sé que con el tiempo aprenderá mucho, además de pelear mucho y matar gente, tengo mucho conocimiento, y mi esposo lo sabe, empecé a leer un libro de astrología, al parecer le llama la atención, mira cada página, luego me vuelve a mirar y me sonrie, cuando llega la parte de las imágenes, pone sus manos sobre las hojas, como si quisiera sentir.

Joseph: Descuida mi niño, cuando seas un poco más grande, te enseñaré eso y más- acaricié su mejilla- vas a ser alguien inteligente, pero debes tener un corazón fuerte y noble, como el de tu mamá- seguimos leyendo el libro, una vez que teminamos, ví que ya era de noche, es extraño que Aesop no haya vuelto, seguramente está matando a un demonio o ayudando el la aldea, salimos un momento al jardín- mira Azrael- le mostré las estrellas, miró al cielo maravillado, se reía y balbuceaba, alzaba las manos, como si quisiera alcanzarlas, tan adorable.

Aesop: Aquí están- vino corriendo hacia nosotros- hubo un accidente en la panadería y tardamos un poco- dejé que cargara a Azrael y lo abracé por atrás- veo que lo estás haciendo bien.

Joseph: Gracias, pero debo aprender de tí, tú sabes más que yo- nos quedamos un buen rato mirando ese bello paisaje nocturno, pasando tiempo juntos, cuando el frío se sintió más fuerte entramos, dejé que Aesop se quedara con Azrael mientras voy a cazar, así podré tener un tiempo a solas con él, cuando regresé, Aesop se estaba cambiando, no pensé ni un minuto, entré y abracé ese cuerpo.

Aesop: J- Joseph...- seguí pasando mis manos por su suave piel, tomé sus mejillas y lo besé, acariciaba su pecho y su espalda, al llegar  su cuello, le saqué un poco de sangre y besé esa herida, pensando que mada iba a interrumpir ese momento.....Pero Azrael empezó a llorar- yo voy- se colocó su camisón y se fue a mirar a nuestro hijo, sé que necesita de nosotros, pero no me gustó que el momento se perdiera así, esto será difícil.

Hasta el próximo capútilo....

Symphony of The VampireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora