Había una vez en un reino, en pleno invierno.
Se encuentraba su reina haciendo un intento por tejer algo para el primer bebé que estaba esperando.
Al no lograrlo se enfadó y lanzó el tejido pero una aguja logró pinchar uno de sus delicados dedos.-¡Su puta madre!-
Inmediatamente entraron las damas de compañía quienes se encontraban afuera de su puerta debido a los cambios de humor de su reina.
-¿Se encuentra bien majestad?-pregunto temerosa una de las damas. Las demás se acercaban a inspeccionar su cuerpo.
-Estoy bien, pero mi dedo no para de sangrar-
Las damas tomaron un maletín de primeros auxilios y comenzaron a atender el sangrado.
En tanto hacían eso entro a la habitación la bruja del Reino quien se dirigió directamente a la reina.-Buenos días su majestad-pronuncio la bruja mientras hacia una leve reverencia, la reina solo asintió. A la Reina no le agradaba la bruja debido a que tenía el presentimiento de que ella fue la culpable en la muerte de las reinas anteriores, además de que siempre coqueteaba con su esposo Nihil, el Rey.
-He obtenido buenas noticias por parte del Rey del Infierno su majestad. Me ha dicho que su hijo será tan pálido como la nieve, tan rojo como la sangre que brota de su cuerpo y tan castaño como el cedrón.-
-Eso esperemos Sister, agradezco la información, pero si ya es todo puedes retirarte-
La bruja Sister estaba harta de que la Reina no fuera estúpida como las anteriores ya que eso arruinaría sus planes de matarla para así quedarse con Nihil de una vez por todas.
Pero tenía un plan que "no" podía fallar.-Claro su majestad, perdone mi imprudencia al quedarme por más tiempo.- contesto y se fue en dirección a la puerta pero antes de salir susurro-pero lo haré más que tu.
[...]
La reina no podía dormir tranquila sabiendo que en cualquier momento Sister intentaría asesinarla.
Un ruido afuera de su habitación la sacó de sus pensamientos. Tomo una espada y solo espero que se abriera pero se encontró con la sorpresa de ver a 2 chiquillos con dulces en sus brazos.-¿Señora porque tiene una espada, está todo bien?-preguntó preocupado el Principe Secondo.
-¿Hay villanos allá afuera?-añadio el Principe Terzo.
La reina soltó un gran suspiro lleno de tranquilidad y deja la espada de lado.
-No pequeños príncipes, esta todo bien. Solo que a mi bebé le gusta jugar con las espadas-
-¡Wow! Eso significa que el príncipe será un buen guerrero.- dijeron ambos en coro.
-Claro. Pensé que estarían decepcionados al enterarse de que sería un varón y no una niña-
-Para nada su majestad, nosotros aún así queremos casarnos con él- enuncio Terzo dando brincos por la emoción- Bueno, si usted está de acuerdo- nadie podía borrarle su sonrisa.
-Obviamente yo me cansare con él y tu serás el tío-replico Secondo.
-¡No! Yo seré el esposo y tu el tio así como Primo.-
La reina no podía evitar reír ante tan graciosa y tierna escena. Pero sabía que sería complicado explicarles a sus hijastros que no es como casarse con una mujer.
-Niños vengan acá- ordenó y se dirigieron al gran y cómodo sillón de la reina.- Escuchen, saben que cuando una princesa y un príncipe se casan tienen hijos, pero si dos príncipes se casan jamás podrán tener hijos propios. Y entonces ¿Cómo continuaría el clan Emeritus?-
Se quedaron unos minutos en silencio lo cual hizo creer a la reina que no entendían y quería tocar otro tema pero antes de que pudiese hablar fue interrumpida por uno de los príncipes.
-Si yo no puedo tener hijos con él, al menos le daré mi vida. Tendríamos muchas mascotas, y tal vez podríamos adoptar un bebé, así como mi tio fue adoptado- mencionó firmemente Terzo.
-De igual manera así lo haré, y de ser posible lucharé por su amor con quien sea menos con mi hermano. El decidirá con quién desea estar- replicó Secondo.
La reina estaba más que impresionada por la actitud madura de sus hijastros, no hay duda de que aunque su esposo parezca idiota los había criado muy bien.
-Esta bien pequeños, entonces el decidirá con quién desea estar y el otro debe de respetar ¿esta bien?-
-¡Si!- gritaron de la emoción ambos niños.
Después de una larga platica en "familia" la reina encaminó a los pequeños a su habitación pero los guardias "Ghouls" los terminaron acompañando ya que al ser días del posible nacimiento del próximo príncipe Nihil ordeno no dejarla salir de su habitación o hacer algún esfuerzo.
[...]
En la habitación del más joven se podía escuchar lo más dulce de la niñez, la inocencia.
El príncipe Terzo diariamente oraba por su madrastra y su hijo, su futuro amante, ya que lejos de comportarse como un niño mimado y celoso de su padre era un niño completamente gentil. El no le iba a desear lo que le arrebataron, su madre.
Poco recuerda de ella, pero no cabe duda que era una mujer muy hermosa de cabellos negros como el cuervo, piel pálida como la nieve y roja como las rosas. Recuerda cómo cada noche antes de dormir le contaba historias de lo que fuera, pero sus favoritas aunque lo niegue eran las románticas, le encantaba escuchar su felices para siempre.
Recordaba muy poco pero atesoraba cada uno de ellos y deseaba compartir ese sentir con su persona especial.
Pero para la mala suerte de su familia no fue un felices para siempre.
Su madre un día fue hallada muerta cruelmente, estaba completamente atravesada por el rosal del castillo. Ese rosal que Nihil le había regalado por asemejarse a ella y que ambos amaban pasar mucho tiempo observando.Nihil tardó mucho tiempo en volver a recuperarse ya que era su segunda esposa la que moría cruelmente y que no podía culpar a nadie porque no había pruebas.
Terzo sabía la respuesta pero ¿Quién le creería a un niño que acaba de perder a su madre?
Solo le consolaba estar con su hermano mayor, el lo hacía olvidarse de todo, era su apoyo, añoraba convertirse en alguien más valiente y sabio para encontrar al culpable o al menos encontrar las pruebas suficientes para vengar a su madre.[...]
Había amanecido, pero el cielo estaba completamente nublado y no había rastro alguno del sol.
La reina se despertó debido a un fuerte dolor de estómago y al tratar de levantarse observó que su fuente se había roto.-¡Nihil!- grito tratando de despertar a su esposo.
El rey inmediatamente se percató de la situación, cargo a su reina hasta la habitación en donde daría a luz y avisando a todo el personal.
Las parteras del reino y el personal del clero Satanico hacían lo mejor en sus labores para que el parto saliera bien.
Y la la bruja no era la excepción, pues ya había dado inicio a su "plan".El cual consistía en maldecir el parto y hacer que tanto la reina como el príncipe murieran.Sin embargo, no contaba con que uno de los príncipes había descubierto sus intenciones.
El más pequeño Principe estaba asustado pero armado de valor fue corriendo en busca de su padre mientras le oraba a Santan porque nada les pasara a su madrastra y al bebé.Continuará....
ESTÁS LEYENDO
ᴇʟ ᴘʀÍɴᴄɪᴘᴇ ᴘᴇʀᴅɪᴅᴏ. [ᴄᴀʀᴅɪɴᴀʟ x ᴇᴍᴇʀɪᴛᴜꜱ ɪɪɪ]
Fantasy𝑫𝒐𝒔 𝒗𝒆𝒄𝒆𝒔 𝒑𝒆𝒓𝒅𝒊ó 𝒂𝒒𝒖𝒆𝒍𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒂𝒎𝒂𝒃𝒂. 𝑷𝒆𝒓𝒐 𝒉𝒂𝒓á 𝒕𝒐𝒅𝒐 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒔𝒕𝒆 𝒂 𝒔𝒖 𝒂𝒍𝒄𝒂𝒏𝒄𝒆 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒓𝒆𝒄𝒖𝒑𝒆𝒓𝒂𝒓 𝒂 𝒂𝒒𝒖𝒆𝒍 𝒄𝒐𝒏 𝒆𝒍 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒔𝒕á 𝒅𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒂𝒅𝒐 𝒂 𝒑𝒂𝒔𝒂𝒓 𝒆𝒍 𝒓𝒆𝒔𝒕...