Empresario - YM

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Narrador omnisciente

- Yoongi para ya. - decía entre risas JiMin quién seguía acostado en la camilla del hospital. Mientras tanto, el alfa le seguía haciendo cosquillas al omega.

- Entonces, eso es un sí, tienes que aceptar. - mencionó Yoon tratando de convencer a JiMin de que ambos se quedarán en su casa.

Aunque sólo había pasado una semana desde la primera conversación que tuvieron, se empezaron a llevar bien, tenían gustos similares por lo que los temas de conversación no faltaron.

Esa tarde fue muy amena junto al pequeño cachorro, quién le contaba a su papi Minnie sobre las aventuras que tuvo en la casa de Yoon y a las personas que conoció en ese pequeño lapso de tiempo.

La noche se estaba haciendo presente, por lo que el alfa le llamó a Jungkook para que venga a llevar a Minki, porque si, Yoongi se quedaba en las tardes y en las noches haciéndole compañía al omega; de vez en cuando le traía sus chocolates favoritos sin que los doctores se percataran de ello. Le encantaba endulzar la vida de JiMin.

- Por última vez, te digo que no, te recuerdo que tu también tienes una vida; además no quiero ser un estorbo. - de forma involuntaria el omega cruzó sus brazos.

No es que le molestara la propuesta, pero había estado solo durante los últimos años esforzándose cada minuto para ganar una pequeña cantidad de dinero, no se sentiría muy cómodo estar ahí, en el hogar del mayor.

- Pero estoy solito y tu igual. Bueno, tienes a Minki, no puedes de un día para otro encontrar un trabajo y comprar una casa. - reclamó el alfa. - No sé, piénsalo.

- No sé, ¿cómo puedes tener 22 años si sigues siendo un bebé? - mencionó el omega mientras apretujaba las mejillas de Yoongi.

- Entonces, ¿eso es un sí? - intentó por última vez el alfa.

- Si te digo que sí, dejarás de reclamar tanto. - JiMin sonrió al ver a Yoongi asentir varias veces con la cabeza.

- Entonces, - suspiró rendido - tendré que ir contigo, pero si en algún momento mi hijo o yo, nos sentimos  incómodos, buscaré otro lugar.

- Permiso. - entró una enfermera. - vengo a quitarle el suero al joven Park.

- Adelante. - Yoongi se alejo un poco de la camilla para que la enfermera tenga el espacio suficiente para hacer su trabajo. Ya sin nada inyectado en el cuerpo del omega, Yoon lo ayudó a levantarse y caminar hasta estar frente del baño.

JiMin, una vez vestido con la ropa que el alfa le había llevado, fueron a la recepción para retirar algunos documentos sobre su alta, al igual que unas pastillas y vitaminas que le habían recetado al omega, para que las tome durante un mes.

El viaje fue tranquilo entre pequeñas charlas y con un fondo de música agradable que resultaba un ambiente ameno.

- Estamos cerca. - fue lo último que el alfa comentó, para estacionar el auto frente a una gran casa. Ambos se bajaron del vehículo y para la sorpresa del omega es que la casa del alfa no era como lo esperaba. Yoon le mencionaba que su hogar era acogedor, pero para los ojos de JiMin era una mansión, o bueno una casa muy moderna.

Al entrar por la puerta rápidamente Minki, abrazo a su padre fuertemente por segunda vez en el día. Se suponían que sus amigos estarían en sus hogares, pero no, casualmente estaban todo ahí sentados en los sillones.

YoonGi aún no se percataba de la presencia de sus amigos, ya que se encontraba sonriendo mientras miraba a dos personitas abrazándose tiernamente. Un segundo después, se volteó lentamente para ver a más personas en la sala, mirándolo con curiosidad y confusión.

En ese momento, Min Yoongi sintió el verdadero terror, pensando en la símiles de posibilidades que sus amigos digan palabras inapropiadas de él, hacia el omega.

Ese día iba a ser el más vergonzoso para el alfa.

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Besos

Angela ✨