Las cosas marchaban bien dentro de los últimos dos días, la alfa se veía pensativa en la ventana mirando aquel reino bastante molesto, risas, todo era tan colorido que no encontraba el sentido a todo lo que la rubia hacía.
Pasos, sus orejas giraron hacia atrás y esta se puso alerta, y fue su cola quien demostró la tensión en su cuerpo, ya que se movía cesante de un lado a otro.
—Debes ir a comer cuando se te pide que vayas, de lo contrario podrías enfermarte —Su tono de voz era sincero, y se escuchaba la preocupación en su voz—
Su respuesta fue un silencio interminable que solamente demostraba la incomodidad y obligación de estar en aquel castillo rodeada de princesas, su traje se veía tan ajustado como siempre, su mirada profunda que no mostraba pizca de emoción en aquel momento.
—Por favor, Glimmer me pido que te llevara a rastras si era necesario y parece que lo será —suspiro— por favor hazme esto fácil
—Niña flores no necesito que me cuiden puedo hacerlo por mi cuenta
Se levanto dirigiéndose hacia la puerta y la abrió, los pasos atrás suyo le hicieron saber que era acompañada hacia la cocina, veía los guardias con enojo, aún recordaba la molestia de estar encerrada y siendo molestada por ellos, aunque era claro que en ese momento no se atreverian ni a hablarle, abrió la puerta y les miró sentados esperándole mientras está solo mantenía su cola inquieta.
Las miradas de posaron en ella cuando jalo una silla sin ganas y se dejó caer en ella, mirando con seriedad la pared, no quería hablar o siquiera tener que recordar que estaba ahí por una estúpida misión que se había complicado tanto y que había traído sólo frustración.
Quizá funcionaria, pero su paciencia no sería una virtud.
—Catra, no puedes seguir fingiendo que somos el enemigo porque estas con nosotros ahora —Glimmer hablo—
—Estoy aquí porque debo estar aquí —confeso— no porque me guste, ninguna me agrada, ni el chico flechas, son tan molestas.
—Les dije que no debían traerla —Mermista estaba molesta— ¿Ella que sabe de querer la vida o proteger a alguien? Incluso trata de matar a Adora, y todos sabemos que eran mejores amigas
—Tampoco necesito saberlo —alzó su mano dejando ver las visibles marcas que había dejado en la mesa debido a la fuerza que aplicó en ella con sus garras—
—¿Ella que sabe de hacer algo bien? —Frosta hablo— no supo seguir la gala real y ahora esto.
Catra se limitó a responder, no iba a discutir no podía sólo agredirlas como haría para silenciarles. Cuando el plato llegó a la mesa les miró charlar envueltos en sus pláticas, miró a Adora quien reía interrumpiendo de ves en cuando la conversación para comentar alguna tontería que seguro les haría reír.
No necesito más, comió en silencio y lo más rápido que pudo para después, levantarse llevándose la atención de todos los presentes, sus actos eran vigilados, salió a las afueras cuando escucho hablar a los guardias sobre una prisionera.
Bufo y siguió con lo suyo antes de intentar alguna cosa, brinco por paredes y algunas cosas más para llegar a las orillas del bosque donde se tiro en el sueño y se recostó en el frío césped, cerró sus ojos un rato antes de comenzar a soñar.
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-—Espera, Adora —grito juguetona mientras colgaba sobre los cables para alcanzar a la rubia quien corría con rapidez huyendo de la felina—
—¡Vamos! Tienes que atraparme, eres muy lenta
Sus risas y pasos eran escuchados cada que avanzaban y desaparecían en los corredores, jugando una detrás de la otra, la felina se sentía tan feliz de estar a su lado y la rubia no podía sentir menos, ambas eran la compañía perfecta en aquel solitario lugar.
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Mi alfa [Catradora]
FanfictionAdora se alteró cuando supo lo que pasaba realmente Catra tuvo un ataque de ansiedad al percatarse de que lugar era el que pertenecía Una rogaba por tenerla junto suyo, protegerla, mostrarle que era para si, la otra pedía no obtenerla, no verla, no...