Nightmares

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El amor es tan real como las cosas que puedes tocar, pero no es precisamente como el mundo quiere que lo veas. Y para empezar ¿que es el amor?

No sé exactamente qué perdí pero sé que mucho de lo que perdí era amor. Lo sé por sus ojos de desesperación gritando mi nombre, lo sé por sus frías palabras de despedida, lo sé por todo el tiempo que llore.

Era una fría noche y estaba en un lugar... no sabía exactamente donde estaba ese lugar. El invierno era... exactamente cómo les dije anteriormente, oscuro. Era tan oscuro que estaba prácticamente a ciegas, me guiaba una parpadeante luz lejana, la seguía a pasos lentos pero seguros. Cuando estaba a unos metros aprecié un poco la cabaña que se encontraba ante mis ojos. Por alguna razón me hacía sentir segura y feliz, sentía deseos de entrar e iniciar una vida nueva o regresar a la vida que tuve. En el interior estaba la chimenea que era la luz parpadeante que seguí. Adentro se veía tan cálido y yo sentía tanto frío que me imaginé enfrente de esa linda chimenea con una manta y un chocolate caliente.

Entre por la puerta principal como todas las personas cuando ven una casa acogedora. Habían algunos retratos en la pared, no me sorprendí mucho de verme en los retratos, probablemente por que ya he tenido muchas veces este sueño. Además de mi había una mamá, un papá y una pequeña hermana. No era muy parecida a la mamá, ella tenía una linda cabellera rubia, sus ojos eran de color verdes y tenía un rostro a mi parecer muy bonito. Había una foto tomada en verano y lucia un lindo vestido que combinaban con sus ojos. Había otra en invierno donde tenía un gorro negro y un lindo conjunto vino tinto.

Me parecía más al papá, sus ojos eran tan azules como el océano y su cabello era negro. Yo tenía sus ojos.

La hermana era la copia de la mamá. Supongo que así funciona la genética. Era una pequeña niña con un lindo cabello rubio ondulado. Lucia lindos vestidos y en todas las fotos tenía en sus manos una linda muñeca de tela.

Solo tenía una razón para entrar ahí pero al ver las fotos siempre sentía más curiosidad por saber de mi así que memorise cada detalle gracias a que todas las luces estaban prendidas. Pase por la cocina y subí las escaleras. Ya había revisado las habitaciones antes así que las últimas veces simplemente pasaba de largo hasta llegar a mi habitación. No tenía nada de especial. La cama estaba en una esquina, tenía un montón de libros regados, un teclado en una esquina y un montón de fotos del bosque en las paredes. Me acercaba a la mesa de noche y ahí estaba la única foto que me interesaba.

En ese momento recordaba su grito de dolor al separarnos por una fuerte ola. Regresaba a la sala y me sentaba en frente de la chimenea. En ese punto del sueño empezaba a sentirme triste y a recordar cosas que no lograba recordar. Cosas que imaginas pero no sabes si son reales.

Me quedaba un rato ahí hasta que veía venir a la familia. Ellos se quedaban viéndome, se veían tranquilos de verme. Al principio intentaban hablarme pero no los escuchaba. Después de tantas veces dejaron de hacerlo. Siempre sabía que era inútil pero ellos se sentaban junto a mi y yo empezaba a hacer algunas preguntas o algunos comentarios. Luego lloraba inconsolablemente y un montón de recuerdos chocaban con mi mente. Eran recuerdos y cosas espeluznantes.

El miedo era indescriptible, intentaba llevar otra cosa a mi cabeza pero era incapaz de quitar esas espantosas imágenes, sentía el miedo correr por todo mi cuerpo hasta que despertaba. Recordaba esas imágenes por un momento hasta que lo olvidaba completamente, solo podía recordar la sensación de terror.

Me quede en cama mirando hacia el techo pensando en el sueño. Era inútil, siempre lo olvidaba.

Salí de casa y me dirigí al lugar que me vio por primera vez. La cascada Triberg. La luna llena iluminaba todo lugar, el agua era cristalina cuando bajaba por la cascada hasta convertirse en espuma al final. Me hice en un lugar cómodo y esperé pacientemente.

Catrain ScottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora