Neuschwanstein

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Siempre habrán memorias. Sin importar los años o el tiempo que pase siempre podré recordar la primera vez que vi el invierno o la llegada de mis hermanas, una por una con tan solo ver la copa de un árbol o sentir la brisa del otoño.

Creo que los recuerdos son importantes, nos dice quienes somos y de donde venimos.

No podía esperarme algo peor en cuanto entré a mi humilde cabaña, la que había sido mi hogar por tantos años, pero la verdad es que así no puedas imaginarlo siempre habrá algo mucho peor.

Todo ocurría en cámara lenta, sentí que estaba en un funeral caminando por un largo pasillo y al final el muerto esperando ser visto.

- Señorita Catrain, espere mucho por conocerla, mi nombre es Diego - Un enano muy particular me extiende su mano.
- Mucho gusto, por favor tome asiento, ¿se le ofrece algo? ¿Té, agua....? -
- Tal vez agua por favor, he viajado durante 4 días para llegar aquí - Dice el enano educadamente. Kimberly se afana a la cocina a traerle un agua de frutas (su especialidad) y unas galletas que habían horneado la noche anterior.
- Y cuéntenos quien lo ha enviado o que razón tan importante ha tenido para viajar durante 4 días para llegar hasta aquí - Le pregunto formalmente, debo aclarar que la formalidad no es algo normal en mi pero a veces cerca de los adultos sientes que debes ser formal, así se sentía con Diego, se veía muy joven pero inspiraba cordialidad.

Colli se acomoda cerca de Diego como una nieta esperando que su abuelo le cuente las historias de las guerras en las que fue reclutado. Kimberly al mismo tiempo trae una jarra con agua de frutas y unas deliciosas galletas de chocolate. Mis hermanas se acomodan al rededor de la sala y Diego esperando con ansias el motivo de su visita.

- Gracias - Le dice Diego a Kimberly mientras termina de poner todo en la mesa - El motivo de mi visita es por que la princesa Joy las ha invitado cordialmente al castillo Neuschwanstein, hay asuntos importantes que deben ser hablados.
- Y supongo que no sabes cuales son esos asuntos -
- Efectivamente señorita Catrain... no poseo esa información, pero si tanto valoran su vida y lo que han construido aquí entonces sería buen motivo para ir -

No estábamos en una situación donde pudiéramos pensarlo con calma, teníamos una rutina, un hogar y una zona de comfort y en un segundo debíamos tomar acción e ir a lo desconocido, la noche anterior había ido a mi cama pensando que haría mi trabajo y todo seguiría igual y hoy estoy pensando en cómo pondré todo este peso sobre mis hermanas y sacarlas de su comodidad. Hubiera deseado sentir que todo andaba bien por última vez pero no era así, algo andaba mal y ya lo sabía... desde el momento en el que me encontré con ese gato montés, que por cierto no lo era.

Todo sucedió como si simplemente nos hubiéramos resignado y sinceramente odio eso "resignarse", las chicas empezaron a empacar algunas cosas esenciales yo mientras tanto estaba intentando ser la adulta, pensar como un adulto pero sinceramente caí en un profundo estado de shock. Estaba en mi habitación junto todos mis libros y junto todos los recuerdos que jamás podría recordar por que todos eran sobre ese horrible sueño.

Una mano se apoyo en mi hombro y entendí que probablemente no había sido la líder que debía.

- Tal vez podamos regresar a tiempo para la navidad -
- Collie... tu más que todas sabe que eso no ocurrirá -
- Tal vez no aquí o no en esta vida... -

Collie dejó la habitación dejándome en suspenso... esa era su especialidad. No sabía si hablaba en serio pero conociéndola podría imaginármelo. Ella no sabía cosas... ella las sentía y con mucha más precisión que las demás o que yo.

Catrain ScottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora