Otra Típica Historia De Amor (BTS)

02 EL ENCUENTRO

🚙 De camino a casa de los Kim

- Hyeong y si no hay nadie en la casa tu no avisaste que llegaríamos hoy – dijo preocupado el joven pelinegro.

- Jungkookie no te preocupes sé que mi hermana siempre está en casa nunca se va por estas fechas – dijo confiando.

- Y... OMG!! - grito dramático - ...si se fueron de playa

- J-hope!! por todos los cielos... no grites – frunció la frente – NO

- QUE!!... la esperanza, tienes perdidas y mira que yo he venido contigo.

Todos rieron negando, ya que dio a entender que sin el estarían varados fuera de la casa Kim.

- qué pena por Jimin, Jin y Tae no pudieron venir – dijo bostezando el mayor entre ellos luego de dormir – una pregunta, ¿Cómo llegue al auto? - miro a todos.

Nuevamente estallaron en risas.

- No lo recuerdas J-hope te despertó. - rodó los ojos.

- Nop... - sonrió inocente acomodado en el asiento.

- Okey, con respecto a los chicos, bueno sus familias los llamaron y como estamos en descanso por las fechas tuvieron que irse.

- sí, si para año nuevo ya los volveremos a ver – dijo nervioso recordando las calles, están por llegar.

- no será que estas nervioso que ni te apiadas de nuestros amigos – dijo mirándolo el joven pelinegro con una ceja alzada.

- Yooo!!.. - alargo apuntándose - Porque debería estarlo es mi casa y mi familia – dijo evitando verlo a los ojos.

- Alguien se siente solito. – dijo cantarín bromeando J-Hope a lo que todos rieron.

- Sí que gracioso – dijo sarcástico - Yaaa!! – grito desesperado despertando a Suga y asustando a los demás – llegamos – soltó un profundo suspiro – espero alguien este porque no tengo llaves – susurro para sí mismo.

Los cuatros jóvenes luego de bajar las maletas se acercaron a la gran casa crema de 3 pisos, con una sonrisa nerviosa timbro, Nam Joon.

A los 5 minutos máximo se abrió la puerta mostrando a una castaña ojos azules grisáceos y una sonrisa dulce.

Pov. Ana

🏡 Dentro la casa.

- Yugyeom!! – grite desde la planta baja puesto no ha cumplido.

- Ahora voy – lo escuche gritar estaba por subir y darle un sermón, pero el timbre me interrumpió.

🎶 diiiig dooog 🎶

Con rapidez llegue a la puerta principal sorprendida de que llegaran visitas inesperadas que la señora Kim nunca me anuncio. Al abrir cuatro pares de ojos miraba fijamente incomodándome, los miré uno a uno, sonreí dulcemente.

- sí, en que les puedo ayudar chicos.

- aquí vive la familia Kim – dijo el alto como una mueca creo sin saber si se han equivocado de residencia.

- sí, es esta misma – dije sencilla con una sonrisa.

El chico dio un suspiro sonoro como sacando toda la tensión de sus hombros para mirarme fijamente.

- Debes ser la nueva empleada de la casa no te han dicho que tal vez hoy llegaría, soy Kim Nam Joon hijo mayos de los Kim, con permiso – paso prácticamente empujando, lo mire perpleja.

- Adelante chicos creo que el DUEÑO - enfatizó casi gritando - ...no sabe cómo ser un buen anfitrión – dije con sarcasmo fulminándolo con la mirada.

- Que... oye niñita, puedes irte ahora mismo de mi casa – dijo mirándome con superioridad.

- Oh por dios que narcisista – blanqueo los ojos.

- Como me dijiste repítelo – me fulminó acercándose peligrosamente.

- N-A-R-C-I-S-I-S-T-A- deletreo las silabas como si fuera un retrasado mental.

- No te lo permito esta es mi casa y no tienes derecho te vas ahora mismo que te has creído para tratarme como te dé la gana no eres más que una empleada... – escupió con veneno las palabras, señalando la puerta que se encontraba todavía abierta.

- A mí nadie me echa de mi trabajo niñito consentido, solo tus padres – le grito irritada al cavernícola este.

- Hyeong, basta. – uno de sus amigos le apretó el hombro. - ¿Qué te sucede? Relájate.

- Jungkook no te metas. – lo aparto si retirar su enojada mirada de la mía. - Nadie me falta al respeto de esta forma y menos una niñita estúpida como ella.

- ¿Que?, ¿Cómo me dijiste? ¡¡Cavernícola!! – grite furiosa, irritada.

- Por favor tranquilos podemos resolverlo hablando. – preocupado el rubio entre ellos intento persuadirlo con una mirada ruda.

- eres una... - fue interrumpido por una voz furiosa desde la puerta principal.