𝐆𝐫𝐞𝐞𝐤 𝐆𝐨𝐝; Yizhan

Gold

La mañana era fría, estaban acurrucados en su habitación pacíficamente dormidos. Los pequeños rayos de sol escabullendose de entre las nubes con esfuerzo, hasta llegar a la amplia ventana, tocando suavemente el rostro de Xiao haciendo que despertase. El cuerpo de su esposo brindándole calidez y seguridad, un poco de sueño, también. No quería levantarse aunque sabía que probablemente en unas horas debía estar en algún set grabando las escenas de su próximo drama. El rostro de Yibo tan cerca al suyo, cabello revuelto y facciones relajadas.

Su cabello era negro nuevamente, y el sol que entraba desde fuera lo hacía ver tan irreal.

"Un dios griego" pensó Zhan, tomando algunas hebras de cabello y acomodándolas al ver que habían caído en la boca entreabierta del menor. Yibo se removió aferrándose más a su pecho en busca de calor aún en su estado de sueño. Xiao soltó una risita acariciando sus cabellos Y plantando un pequeño beso en estos. Se alejó un poco para observar mejor el rostro de su esposo.

Su esposo

Tal vez no lo diría en voz alta, pero amaba como se escuchaba eso, Wang Yibo es su esposo.

La sonrisa se ensanchó a lo largo de su rostro, su corazón palpitando fuertemente contra su pecho y sus mejillas calentandose. Le recuerda a cuando ambos se confesaron. No fue la manera más romántica, ni siquiera lo entendió a la primera. Xiao había caído en el agua de un río mientras filmaban algunas escenas, Yibo trató de ayudarlo a subirse de nuevo a la canoa, y sin querer esta se dio vuelta por la fuerza de ambos y terminaron ambos en el agua. Zhan tenía los oídos tapados cuando lo escuchó por primera vez.

“Zhan-ge, lo amo”

Y Yibo lo tuvo que repetir de nuevo, ya en tierra mientras terminaban de cambiar sus ropas. Entonces Zhan pensó de nuevo en todo lo que esto conllevaría, obviamente quería decirle que él también. Sabía que no estaba jugando por la mirada y el sonrojo dirigidos hacia él. Entonces decidió que se arriesgaría, nunca va a arrepentirse de eso.

No si el hombre a su lado es ahora su esposo, no cuando los rayos de sol lo hacen brillar, Yibo podría bien decir ser una deidad y Zhan le creería, construiría templos en su nombre y crearía una religión para él.

Porque Yibo se miraba tan radiante bajo la débil luz, tan dorado que la imagen quedó guardada en su cabeza, un recordatorio mental en esta para pintarlo luego.

Se acomodó de manera que sus cuerpos se calentasen un poco más.

El trabajo puede esperar, su pequeño dios griego es todo en lo que puede pensar.

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Salió de la nada, no esperen mucho de mí, no he escrito fanfics en meses, estoy en mi último año de secundaria y las aplicaciones para la universidad me tienen mal,,,

Btw, puede tomarse como una Mini continuación a «Parfait», en un período entre el último capítulo y el epílogo.

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