𝙴𝚕 𝚌𝚊𝚜𝚝𝚒𝚕𝚕𝚘 𝚟𝚊𝚐𝚊𝚋𝚞𝚗𝚍𝚘; 𝙷𝚘𝚠𝚕 𝚡 𝚛𝚎𝚊𝚍𝚎𝚛

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏

𝒰𝓃 𝒹í𝒶 𝓃𝑜𝓇𝓂𝒶𝓁
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Era un hermoso nuevo día en la ciudad donde esta historia comienza, los pájaros cantaban alegres anunciando la llegada de la fría brisa matutina y los habitantes del lugar se levantaban de sus camas para empezar sus labores diarias. Precisamente eso hacia ____, quien disfrutaba levantarse un poco antes de la salida del sol para admirar la belleza de este asomándose tímidamente por las montañas. Después del romántico espectáculo de bellos colores, ____ se dirigió a la habitación de su padre, quien como sospechaba, seguía durmiendo.

No queriendo interrumpir su tranquilidad, fue a la cocina a hacer el desayuno, probablemente el olor a tocino despertaría al viejo dormilón. Verán, ____ había perdido a su madre hace ya varios años, y al ser hija única, debía ocuparse de la floristería (el negocio familiar) y todas las demás tareas del hogar, ya que su padre estaba ya muy mayor y algo enfermo.

____ sonrió al escuchar lentos y fuertes pasos acercarse, como lo había predicho, su padre no fue capaz de resistir al hipnotizante aroma.

-Buenos días, papá- saludó la joven, ayudando al anciano a sentarse en la silla -El desayuno está casi listo

-Buenos días, querida- sonrió el viejo -Tuve un sueño muy extraño- rió un poco, apoyando sus codos en la mesa.

-¿De veras?- la chica sonrió, mientras servía un poco de té en dos delicadas tazas de porcelana -¿Y que soñaste, si se puede saber?-preguntó sentándose, tomando dos cubitos de azúcar y echándoselos a su té.

-Pues...- el anciano se quedó pensando un momento -Vaya, lo tenía en la punta de la lengua... ¡Oh, si! Estábamos en una especie de celebración, una boda para ser más exacto. Todos nuestros conocidos estaban ahí, incluso tu difunta madre, y tu, querida, estabas en un altar, vestida de blanco y un ramo de las flores más exquisitas se encontraba en tus manos. Sophie estaba a tu lado sonriente. Por alguna razón, no pude ver al joven frente a ti, pero si sé que tenía cabello negro... ¿o era rubio?- El viejo terminó su relato, rascándose la cabeza y tratando de recordar los detalles.

-Ay papá...- suspiró ____ un poco sonrojada -Que cosas dices

-Pues... te has convertido en una señorita muy hermosa, no me sorprendería que algún día llegara un joven apuesto a pedirme tu mano en matrimonio- dijo el anciano con seriedad, llevándose un tocino a la boca.

-Como sea- la chica cambió rápidamente de tema -¿Crees que puedas quedarte solo al menos una hora o dos? Le prometí a Sophie que iría con ella a visitar a su hermana Lettie, desde que sus hermanas se fueron de la casa se ha sentido un poco sola. Dejaré todo listo, regaré las plantas y limpiaré la casa, solo necesitaría que me ayudes con los clientes...

-Claro, por mí no te preocupes, soy viejo, no inútil. Pero ten cuidado, el castillo de Howl ha rondado por la ciudad estos días, no quiero que te haga daño- respondió con severidad

-Seré cuidadosa, lo prometo- ____ sonrió, levantándose de la mesa para recoger los platos y lavarlos

-Bien, iré a dormir un poco más- dijo el viejo tratando de levantarse de la mesa, pero sus piernas ya no eran tan fuertes como antes -¿Me ayudas querida?- sonrió

-Claro- la joven rió un poco -¿sabes? Podría pasar un momento a la carpintería para que el Señor Thomas te haga un bastón -____ sugirió, llevando lentamente a su padre a la cama y recostándolo en ella delicadamente

-¡No necesito un bastón, estoy en perfecta forma!- refunfuñó el anciano, cruzándose de brazos, pero esta acción ocasionó que sus huesos tronaran y el viejo se quejara de dolor -tal vez un bastón no sea tan mala idea...