Capítulo 23: "Demonios Personales".

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Harry escuchaba susurros por todos lados. Y veía sombras, las mismas sombras que había visto en el cumpleaños de Steph. Solía tener pesadillas a menudo. Pero ¿era está una pesadilla?

La mañana del jueves cuando Harry se despertó, se sentía desconcertado, abrumado. Lo primero que hizo fue ir a darse una ducha, y alistarse para el instituto. Después de cambiarse bajó a la cocina a desayunar como acostumbraba hacer todas las mañanas.

Su madre estaba hablando por teléfono con su tía Sarah y Gemma leía el periódico. Des estaba regando el jardín y podándolo.

—¡Buenos días! —dijo Anne cuando vio a Harry. Cortó la llamada y le dio un beso a su hijo en la frente —¿Te sientes mejor?

—Si. Estoy bien —Harry sonrió y se sentó a desayunar.

—Talves deberían llevarlo a un loquero —dijo Gemma dejando el periódico en la mesa y cruzándose de brazos —Arruinaste la fiesta de cumpleaños de Steph con tus idioteces. Todos creerán que estás loco, casi todos el instituto estaba allí. Se burlaran de ti.

—Gemma —Des entró a la cocina, llevaba la mano izquierda vendada.

—¿Qué? —ella se hizo la inocente.

—No empieces —le advirtió su padre.

—¿Qué te sucedió en la mano papá? —le preguntó Harry.

—Me corté con la podadora. Nada grave.

—¿Estás seguro? —el rizado estaba comiendo un pan con mermelada.

—Claro.

—Tengo unas pastillas en mi habitación para el dolor, por si las quieres —ofreció amablemente Harry. Anne le sirvió el desayuno a su esposo y salió de la cocina.

—No, está bien, gracias de todas formas.

—Bien.

—Oí que le harán un homenaje a los humanos Wayne en el instituto —Des se sentó a la par de Harry y bebió de su taza de café.

—Será mañana —Harry vio fijamente a Gemma —E irá todo el instituto. Será algo lindo por ellos.

—Lo será.

—¿Qué hora es? No debo llegar tarde al instituto.

—Todavía es temprano, desayuna despacio.

—Si no te sientes bien puedo llamar al director y pedir un permiso para que no asistas hoy —dijo Anne entrando a la cocina.

—Estoy bien, de verdad —Harry se sonrojó por la mirada atenta de su hermana.

—Sugiero que lo lleven a La Casa Ball —dijo Gemma —Quizá y siempre haya pertenecido allí —La Casa Ball, una casa de locos. En los últimos años se habían suicidado más de cien personas que creían a ver visto a la bestia del infierno rondando por los pasillos de la institución.

—Gemma por favor —su padre la fulminó con la mirada —Cállate por hoy ¿quieres?

—Era una broma —rodó los ojos —Que aburridos son.

—Esa clase de "bromas" no dan risa —dijo Anne dejando un plato en el fregadero.

—Ese es el chiste —dijo Gemma con cierto fastidio —Además. Harry se está comportando de una manera rara, realmente deberían llevarlo con alguien para que le saquen el demonio que lleva dentro —la castaña rió.

—¡Cierra la boca Gemma! —la regañó su madre —¡Ve a tu habitación, estás castigada!

—¿Castigada? ¿Por qué?

"In the Arms of Death". 🥀/ Larry Stylinson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora